Columnista:
David Zapata Lozano
Ya después de Navidad y en la víspera de fin de año (como ya se dijo anteriormente), el 2021 será el año de las reformas, ya saben que el aumento del salario mínimo para el próximo año fue decretado por el Gobierno y quedó pactado en 3,5 %; unos $30 723, mientras a los congresistas les subieron 5,12 %; es decir, $1 676 000.
Pero este no es el tema a analizar, hoy nos centraremos en las implicaciones de cómo la posible reforma tributaria del 2021 pretende gravar toda la canasta familiar con el impuesto sobre el valor añadido o IVA. Esto no es nuevo, ya que es algo que el ministro de Hacienda Alberto Carrasquilla lo intentó hacer en la reforma tributaria presentada a finales del año 2018.
¿Qué es la canasta familiar?
La canasta familiar es un conjunto de bienes y servicios que son comprados de manera habitual ya sea diaria, semanal, quincenal o mensual, los cuales son adquiridos por las familias, los artículos que la componen pueden variar en los países, en Colombia esta canasta cuenta con 443 productos (como se mencionó antes pueden ser bienes o servicios) que cubren:
- Alimentos y bebidas no alcohólicas.
- Bebidas alcohólicas y tabaco.
- Prendas de vestir y calzado.
- Alojamiento, agua, electricidad, gas y otros combustibles.
- Muebles, artículos para el hogar y conservación ordinaria de la vivienda.
- Información y comunicación.
- Recreación y cultura.
- Educación.
- Restaurantes y hoteles.
- Bienes y servicios diversos.
Cabe aclarar que no todos los productos que se ubican en estos grupos están incluidos; por ejemplo, en prendas de vestir no se incluyen los pañales desechables. Adicional a ello, de los 443 productos solo se consideran 176 como de necesidad básica, los cuales tienen más peso en esta canasta.
¿Para qué sirve la canasta familiar?
Ya sabemos qué es y la respuesta de su utilidad es sencilla, al ser los productos que se adquieren más habitualmente, sirve para que el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE) pueda llevar una estadística más acertada de la variación de precios y así calcular de forma más asertiva el índice de precios al consumidor (IPC), que es el mismo índice que vemos cuando vamos a la tienda y decimos, ¡cómo subió esto de precio! Pero, ¡ojo!, el IPC no es igual a la inflación. El IPC es la subida de precios de la canasta familiar y la inflación la subida generalizada de los precios en la economía de un país o región.
Hasta aquí sabemos qué es la canasta familiar y para qué sirve, ahora usted se preguntará: pero si cuando yo voy a un supermercado, hotel, cine, restaurante o a comprar ropa me cobran el IVA, ¿qué más van a gravar?, o, ¿por qué este mamerto habla de IVA a toda la canasta familiar?: sencillamente, porque además de los productos como la carne, el pollo, los huevos, el arroz, existen otros artículos que pagan entre el 5 % y 19 % de IVA que comprenden el 60 % de la canasta familiar.
¿Qué implicaciones tiene gravar la totalidad de la canasta familiar?
La principal consecuencia sería un mayor empobrecimiento de la clase media, población vulnerable y en pobreza extrema, debido a que son estos grupos sociales los que más dinero destinan de su ingreso total a la compra de sus bienes y servicios necesarios, a diferencia de los grupos con más alto ingreso, ya que ellos destinan porcentualmente del total de sus ingresos, menos dinero que los anteriores mencionados.
El siguiente es un ejemplo:
Melisa gana $2 000 000 y en mercado, arriendo, servicios, trasporte, educación, Internet y ocio destina $1 500 000, eso es el 75 % del total de sus ingresos; mientras Paloma se gana $34 400 000 y para lo mismo, ella gasta $20 000 000, es solo el 58.1 % del total de sus ingresos.
Entonces, es fácil darse cuenta. Las personas de menos ingresos pagan más impuesto (porcentualmente) que las de ingresos altos. Si no me cree, haga la cuenta con los mismos valores por todo el año, mientras a las dos: Melisa y Paloma les quitan el 19 % de lo que compran al año, a Melisa le quitan el 14.25 % del total de sus ingresos anuales; mientras que a Paloma, le quitan el 11.05 %. Así, el 14.25 % de Melisa sea menor nominal al 11.05 % de Paloma.
Ya está claro que la imagen de menos impuestos más salarios, solo aplicó a personas de ingresos altos; probablemente, faltó especificar esto en las múltiples vallas de campaña política del subpresidente.
¿Por qué van a gravar toda la canasta familiar?
Primero que nada, el Estado está desfinanciado y como a las empresas no les cobran los impuestos que deberían, a los bancos tampoco. Los ricos no pagan lo que deberían pagar, el índice de evasión fiscal es muy alto en nuestro país.
¿Por qué está desfinanciado el Estado?
La respuesta debería ser por la pandemia, debido a la gran inversión que hizo a fin de que a ningún ciudadano le faltara nada en el confinamiento, para que ninguna empresa pequeña o mediana tuviera que despedir empleados por falta de flujo de caja o hubiese tenido que cerrar, o con el objetivo de adquirir las vacunas de forma pronta.
Pero en Colombia no sucedió esto, aquí se le dio a los que más tenían; no se creó empleo, no se adquirieron vacunas con pertinencia, las ayudas no llegaron en su mayoría, ni los mercados se facturaron como debía ser. Es sencillo darse cuenta de que lo único que no ha cerrado durante todo el año, son los bancos y las grandes superficies.