Latinoamérica resiste

Latinoamérica ya no es la de antes, se organiza en una línea-curva, a la conquista de los derechos. Son distintos los sucesos que marcan un nuevo horizonte en busca de la emancipación.

- Internacionales

2020-12-23

Latinoamérica resiste

Columnista:

Elkin Giraldo Castellanos

 

Latinoamérica ya no es la de antes, se organiza en una línea-curva, a la conquista de los derechos. Son distintos los sucesos que marcan un nuevo horizonte en busca de la emancipación. Después de los triunfos que se lograron en algunos países, resulta difícil volver al pasado. Cada vez estamos más cerca.

Haití sigue en resistencia. Pese a las humillaciones, al saqueo y a la represión, las protestas en contra del presidente Jovenel Moïse continúan. Es un país que tiene memoria, hay una historia que los obliga a combatir: Haití, la primera independencia de nuestra región, demuestra por qué hay que seguir en la lucha. 

Una nueva Constitución en Chile, un paso de ese intento de construir una democracia sólida y que se mantenga en el tiempo. Al país austral como se lo conoce, se lo referenció como un ejemplo de estabilidad económica, en realidad era un disfraz del capitalismo. La captura de la subjetividad. Un formidable trampolín para el neoliberalismo. Un evidente fracaso. 

Chile, a través de la voluntad popular, votó para reemplazar la Constitución de la dictadura de Pinochet. Falta una articulación política que totalice ese mandato del pueblo. Por eso la importancia del voto, y de la conciencia que resucita. Tuvieron un Allende, ya hay camino. 

El golpe de Estado en Bolivia, aprobado por algunos Gobiernos y medios de comunicación, que, entre otras cosas, mostraron la residencia del expresidente como algo extravagante, indigno de un indio, hicieron un festín y arrastraron el nombre de Evo Morales y el de Álvaro García Linera. Algunos periodistas deberían pedir perdón por tanta infamia. Sin embargo, gracias a la voluntad popular en Bolivia, y a través del voto, de una forma pacífica y sin garantías por parte del Gobierno de facto, regresó el Movimiento al Socialismo –Instrumento Político por la Soberanía de los Pueblos (MAS-IPSP)–, elegido por una mayoría que reconoce sus raíces. Entienden que ese progreso que vendía el neoliberalismo, instala un olvido de la identidad. Bolivia no quiere eso, reconoce que solo así, plurinacional, diversa, pueden llegar al umbral. 

La derecha pensó que iba a ser fácil en Perú, desmontó al presidente y pusieron otro a su acomodo. No les resultó. La Generación del Bicentenario, como se conoce a los jóvenes que salieron a marchar en contra del golpe de Estado, puso un freno que terminó en la renuncia de Merino. A cuatro meses de las elecciones, lo que está claro, es que se le acabó el cuarto de hora a la derecha peruana. Un volcán en erupción, ese fue el sentir del pueblo. 

Argentina y su histórica militancia ha defendido lo que nunca debió irse, un proyecto para todos. Aun cuando las mentes más perversas, hacen todo lo posible para desprestigiar al Gobierno Fernández-Fernández. No podrán. Si hay un ejemplo en nuestra región de derechos conquistados por medio del voto, es Argentina.  

Guatemala, un país del que poco se habla, así como Nicaragua y El Salvador. De allá, a través de los monopolios de los medios de comunicación, se conocen los salvatruchas, lo excluido, lo marginado. Guatemala hoy es noticia por las protestas que se levantan contra un Gobierno que quiere recortar los programas sociales. Los guatemaltecos hacen eco y reclaman una dignidad que les ha sido pisoteada, ya no aguantan más, esperan un renacer.  

Otros países como Brasil y Ecuador se organizan para recuperar lo que la traición les robó. México, transita una experiencia progresista con Andrés Manuel López Obrador (AMLO). En Venezuela, El Gran Polo Patriótico obtuvo la mayoría de las curules de la Asamblea Nacional.  

Colombia, se prepara para recibir por primera vez, un gobierno alternativo. Ya no hay escape. El uribismo es el olvido. 

Entonces al ver todo lo que acontece, es posible pensar que de a poco vamos soltando las cadenas. En Latinoamérica, nos queremos quitar ese yugo de encima. Neoliberalismo nunca más. 

Será un camino largo, ya con pasos dados por quienes supieron que nuestra patria, sería grande. Estamos trazando la ruta. Como ha quedado demostrado, solo la voluntad popular podrá despertarnos de esta pesadilla. Es el momento de la unidad, de la integración. De bajar el péndulo e ir por la victoria latinoamericana. 

 

 

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Elkin Giraldo Castellanos
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