Esta semana se conoció un video en el que el opinador Luis Carlos Vélez salió al paso a las críticas tras su desliz en el que le pedía a Joe Biden renunciar a su aspiración política en un “acto de caballerosidad”.
Vélez, hombre recurrente en este tipo de ardides cuando mete la pata, señaló que la declaración que dio en vivo y en directo por RCN TV fue mal interpretada y sacada de contexto.
Agregó, como ya lo ha hecho en ocasiones anteriores, que esta nueva situación le generó muchos señalamientos y mucho “bullyng” por parte de personas mal intencionadas.
Eso sí, en ningún momento mostró arrepentimiento por su desfachatez y más bien escurrió el bulto de sus responsabilidades.
Casi de inmediato hubo reacciones de un bando y de otro. Algunas —como hicieron sus colegas de los medios tradicionales— en apoyo a Vélez.
Otras —desde los que sí han sido víctimas del matoneo de Vélez— recordándoles su oscuro proceder en informes, columnas y entrevistas amañadas desde su posición privilegiada en grandes medios.
Y en ese segundo grupo es que estamos nosotros en La oreja roja.
Luis Carlos Vélez y la noticia que no fue verdad
A mediados de febrero de este año, Luis Carlos Vélez anunció en su cuenta de Twitter que hubo injerencia extranjera en las protestas del año pasado en Colombia y Chile.
Para demostrarlo, Vélez publicó un hilo con apartes de un texto del columnista chileno John Freddy Müller González en El Mundo, de España.
Müller, a su vez sacó su “primicia” del informe “Protestas en América del Sur: un análisis de las nuevas tendencias en campañas de desinformación digital e influencia» realizado por la consultora digital española Alto Analytics.
Según el texto de Müller:
Una amplia gama de anomalías informativas en las redes sociales (el análisis las describe como «information disorder») interfirieron en las protestas ocurridas en Colombia y Chile a finales de 2019. Una parte relevante de estas acciones fueron generadas por un pequeño número de usuarios, algunos de los cuales se encontraban en el extranjero… El análisis también constata que medios internacionales que habitualmente participan en campañas de propaganda, como Russia Today (RT) o TeleSur, intervinieron con narrativas polarizantes.
A Vélez se le hizo agua la boca con ese “manjar periodístico” que había descubierto y desplegó todos los medios que tenía a la mano desde su posición privilegiada en La FM para darle cabida a la noticia que, “casualmente”, le daba la razón a una tesis en el mismo sentido de la vicepresidenta Marta Lucía Ramírez.
En entrevista con Vélez, Müller señaló que el informe de Alto Analytics detectó “anomalías” con respecto a algunas cuentas en redes sociales —principalmente en Facebook y Twitter procedentes de Venezuela— donde muy pocas cuentas generaron un alto porcentaje de los contenidos en redes referentes a esas crisis.
Por ejemplo en el caso de Colombia, señaló que solo un 1 % de los usuarios colombianos generó el 33 % de los mensajes que circularon entorno a las marchas que comenzaron el 21 de noviembre de 2019, dijo Müller citando a Alto Analytics.
Müller también le dijo a Vélez que, por ejemplo, durante 14 días que comenzaron con el anuncio del Paro Nacional en noviembre, 182 usuarios colombianos, es decir 0.02 % publicaron 250 000 mensajes (un 3 % del total). En total difundieron 1400 mensajes por autor, esto significa que lanzaban 12 mensajes por hora durante esos 14 días.
Y aunque para Müller (y por extensión a Vélez) este dato es bastante relevante, realmente es una cifra muy frugal teniendo en cuenta la magnitud del tema que compete y que ese es el promedio normal de tuits de un influencer «amateur».
¿Somos un “medio alternativo”?
En uno de los apartes, Müller señala en su texto (difundido ampliamente por Vélez) que En Colombia surgieron ‘medios alternativos’ o que se posicionaron como tales coincidiendo con las protestas. Ejemplos notables fueron el caso de Las 2 orillas o La oreja roja…
A continuación, Müller señaló que el estudio indica que las cuentas anómalas contribuyeron sustancialmente a la diseminación de estos medios.
Muchos sospechamos lo que piensa Vélez sobre los medios alternativos, por eso no nos sorprendió que le diera toda la veracidad a la respuesta de Müller sobre nosotros en la entrevista que este dio en La FM y que Vélez condujo.
Müller, sobre los medios alternativos dijo:
Son medios que no tienen nada más allá de estar detrás de una cuenta de Twitter o de Facebook, donde no hay un responsable legal y difunden información muy conflictiva o videos incluso editados que han tenido una gran referencia y han sido los medios favoritos curiosamente de estas cuentas anómalas que representaron tanta actividad.
Infortunadamente Vélez, que se jacta de ser un periodista de verdad, jamás trató de contactar a este medio para dar nuestra versión de los hechos o siquiera defendernos de esa acusación.
Se cayó la fachada
Como era de esperarse, los trinos de Vélez, inspirados en el texto de Müller —que a su vez se basó en el informe de Alto Analytics—, no fueron bien recibidos por su falta de veracidad.
Una revisión más minuciosa determinó que el informe, génesis de todo el tema, estaba plagado de errores infranqueables y que encima, la compañía Alto Analytics era más reconocida por sus yerros analíticos.
Por ejemplo, en octubre de 2019 en Chile, Alto Analytics le presentó un informe al Gobierno de Sebastián Piñera donde concluía que las protestas del año pasado fueron influenciadas por la cantante Mon Laferte, los futbolistas Claudio Bravo y Gary Medel y los jóvenes fanáticos del K-Pop coreano.
Ahora, frente al informe de febrero de Alto Analytics que Luis Carlos Vélez reprodujo, el experto Ricardo Baeza-Yates tras un análisis punto por punto concluyó:
Dado todo lo anterior, se podrían rescatar parte de los resultados si todas las deficiencias mencionadas anteriormente se corrigieran. Hasta que eso ocurra, esta publicación desinforma más de lo que informa, contradiciendo el objetivo de la misma.
Finalmente, las críticas fueron tan fuertes que Alto Analytics retiró el informe de su sitio web y le echó tierra al asunto.
De manera desafortunada, Luis Carlos Vélez no hizo lo mismo, por lo que aún seguimos esperando sus disculpas por acusarnos de forma injusta y sin pruebas reales de ser parte de un entramado internacional digno de una película vieja de espías.
EL sistema judicial que favorece siempre a los delincuentes y les da impunidad total, es la principal causa del problema de la guerra urbana. Si lo analizan, la única respuesta que obtiene es una estadistica (%) sobre el aumento o reducción del numero de crimenes. Oficializar la Legitima defensa y facilitar el porte de armas por civiles. en ultimo caso grupos de limpieza para sitios como el Bronx.
QJO a esto : En relación con el secuestro de miembros de las F.F.A:A: por la guerrilla, según la CPI «es una tipica toma de rehene s», que No tiene Perdón o Amnistía por tratarse de un crimen de guerra. Ahora la JEP parece manejar el secuestro de militares «De Agache» para seguir otorgando impunidad a los mayores criminales, al servicio de ideologías absurdas e inviables, como la rebelión