Columnista:
Elkin Giraldo Castellanos
Sí. La respuesta es precisa. Es histórico que la política latinoamericana, en especial la colombiana, está permeada por las decisiones que se toman en la Casa Blanca, de forma subordinada y dependiente.
El 3 de noviembre, los norteamericanos decidirán no solo el futuro de su país ¿por qué?, sencillo: la política xenófoba, racista, machista, denigrante, impulsada por Donald Trump, se alinea con los gobiernos derechistas como el de Duque, Añez, Moreno, Bolsonaro, representantes de la desfachatez y lo inhumano. De no ser reelegido Trump, desequilibraría estos regímenes.
Estados Unidos juega un papel clave en esta reconfiguración de la política en nuestro continente. Lo que sucederá en la antes primera potencia mundial, sin duda va a interferir en Colombia en el 2022. Por eso, el desespero de los golpistas, de los desestabilizadores. Por eso, las infamias, las calumnias, el irrespeto. La decadencia del imperio.
Del otro lado, el candidato en disputa por el poder es Joe Biden, exvicepresidente durante el Gobierno de Barack Obama. De ganar, daría tan solo un alivio que se espera impulse un orden distinto, porque lo cierto es que las políticas hacia Latinoamérica han sido siempre desde una visión de superioridad y de humillación. Las relaciones de Colombia con el país norteamericano deben ser de igual a igual, no de subordinación. Y eso no se puede hacer con Donald Trump ni con el uribismo.
Ese alivio hoy está respaldado por un amplio sector progresista, en cabeza de Bernie Sanders, cuyo recaudo de votos es importante para el demócrata.
Sanders, que hizo lo que pudo hasta el final, sabe que el camino, es otro, por eso define estas elecciones cómo históricas. O sigue el neofascismo gobernando o le damos un respiro a nuestro planeta. Se trata, de salvar y de proteger lo que nos queda. Una nueva política debe tener como columna vertebral, el medio ambiente. El presidente Trump, ha demostrado ir a sentido inverso. Y vean, ya no hay tal sueño americano. Solo persiste en las mentes colonizadas.
Cuando ocurrió el asesinato de George Floyd, las comunidades negras salieron en protesta, por ese evidente acto de racismo, impulsado desde Washington, que rebosó la copa. Para nadie es un secreto que el Gobierno estadounidense con Trump al mando ha denigrado a las mujeres, latinos, negros, a todas las «minorías» que hoy son ríos y hacen ruido. Si los ciudadanos estadounidenses son consecuentes con la inconformidad demostrada en las calles, el presidente será Joe Biden.
Si el pueblo de Estados Unidos se logra liberar de esta maldición, de esta pesadilla, ¿podrá Colombia hacer lo mismo? Y después de esto, ¿hay que seguir mirando para Estados Unidos? ¡Es momento de volver a nuestras raíces, de ir en búsqueda de nuestra identidad! Es hora de liberarnos del mal.
Decir que son iguales Biden y Trump, es una deducción simple, carece de complejidad y solo confunde. Trump se asemeja más a Duque, a la mentira.
La mirada hoy se centra en Estados Unidos y en la posible derrota del actual presidente norteamericano, que en Colombia aceleraría la caída del uribismo. Nada está dicho, Biden o Trump.
muy sesgado su discurso, espero que después no mendigue trabajo en otro País cuando el socialismo nos gobierne