Columnista:
David Zapata Lozano
La crisis económica y social que vive el país, se le suma todas las noticias negativas a nivel mundial y local que se ven a diario en cualquier red social o medio de comunicación.
Einstein afirmaba que «la crisis es necesaria para que la humanidad avance, solo en momentos de crisis, surgen las grandes mentes». Pero esto al caso colombiano aplica esto, aunque no de la forma en que Einstein lo planteo. Pues aquí, las grandes mentes se alinean todas para sacar provecho de cualquier situación buena o mala. No hacia un bien en común, sino hacia un bien individual. Ellos prefieren facturar latas de atún por cinco veces su valor original, o juegan con la alimentación de los niños, a su vez el Gobierno actual quiere acaparar todas las ramas de los poderes dejando de lado el equilibro de poderes, su nuevo objetivo es el Banco de la República.
Se le dijo no a la renta básica, dejan de lado el concepto de la propensión marginal a consumir de Keynes, donde parafraseando a este autor, nos dice que las personas con menos ingresos tienden a consumir más que las personas de ingresos altos; esto no es muy alejado de la realidad si se revisa con detenimiento el desastroso día sin IVA del 19 de junio y el 3 de julio.
En su primer día, vimos abarrotadas de personas las grandes superficies, centros comerciales y en general comercios con pésimos protocolos de bioseguridad, en periodo donde los casos positivos de COVID-19 estaban en ascenso se realizó esto, posteriormente se migró hacia la web en su segundo día para evitar nuevas aglomeraciones.
Estos dos días nos dejan dos enseñanzas claras:
- El colombiano carece de educación financiera.
- Al colombiano no le gusta pagar impuestos.
El primer argumento se resume en cómo el grueso de las compras estos días se pagaron con tarjetas de crédito difiriendo estos productos a largos tiempos de pago con el pensar de que se estaban ahorrando una plática (el 19 %) correspondiente al total del producto, dejando de lado el interés de dichas tarjetas.
En el país ronda un promedio del 23.05 % tasa efectiva anual o mejor, la tasa mensual en promedio de 1.74 %, lo que en realidad nos quiere decir que por una compra de 2 500 000 pesos diferida a 24 cuotas se paga mensualmente 128 368 pesos y se terminaría pagando 3 080 841 pesos o para mejor comprensión estaría pagando el artículo comprado 123 veces, entonces ¿sí ahorra platica?
El ultimo argumento se simplifica en dos idas, la primera es, el porcentaje de evasión de impuestos tan altos en el país el cual fue del 30 % del total recaudado en 2019, unos 47,36 billones de pesos, y el segundo argumento es, si las personas de altos ingresos no declaran lo que es. ¿Por qué los de medianos ingresos y bajos sí? Medidas como el día sin IVA refuerzan la idea de que pagar impuesto está mal y hay que buscar la forma de evitarlo.
Ahora, nos debatimos en el sálvese quién pueda con la «nueva normalidad», el Gobierno por su parte dice que es imposible hacer una nueva cuarentena estricta que tendría impactos económicos enormes, pero no miden los impactos que se han generado en nuestro agonizante sistema de salud o de la histeria colectiva que ha tomado a la población colombiana, ignorando cómo se disparan de nuevo los contagios en Europa. Tenemos los espejos, pero no aprendemos. Se aplanó la curva, pero no es igual a menos casos, esto se dio gracias a que se hacen menos pruebas.
El modelo económico mundial actual no da mucho margen de manejo de forma clara para esta crisis, ejemplos como el día sin IVA nos muestra como el consumismo desenfrenado rige a la mayor parte de los individuos y destroza la idea de un cambio económico y social, esto no cambiara hasta que valoremos lo que en realidad necesitamos.
Pero si se observa bien, lo mejor que podemos hacer es darnos cuenta de que el mercado no asigna de forma óptima sus recursos, pues no existe un mercado autorregulado. Solo existen intereses que cambian como un péndulo según la situación. Es por esto por lo que hoy la vida misma nos regala parte de su sabiduría ancestral, pues tenemos que buscar formas de desarrollar nuestra sociedad en pro de que esta sea sustentable y sostenible.
Por último, pero no menos importante, hay que resaltar la importancia de configurar una sociedad amigable con la tierra y con todos los seres que habitan en ellas. No solo los animales, sino cada uno de los individuos semejantes el uno del otro, porque como Sen dice, «solo la igualdad de oportunidades trae consigo el desarrollo óptimo».