Columnista:
Álvarez Cristian
Germán Trujillo Manrique y Fernando Trujillo Gómez son dos hombres que han encontrado la forma de lucrarse a través de los Planes de Alimentación Escolar de Bucaramanga y Santander.
Pero, el justo pago por sus servicios no les pareció suficiente y como es habitual en este país, ambos «empresarios» decidieron torcer la balanza a su favor para aumentar los réditos de su negocio en franco detrimento de los productos que ofrecían.
No dejó nada al a «zar»
Germán Trujillo Manrique, es más conocido en Santander por su remoquete del ‘Zar’ de la comida escolar, aunque sus «actividades comerciales» se extienden al Huila, al Caquetá y el sur del país. Él está casado con Cielo González Villa, exalcaldesa de Neiva, exgobernadora del Huila y una baronesa electoral de dicho departamento que también ha estado involucrada en escándalos.
Trujillo Manrique —a través de la empresa Cooperativa Multiactiva Surcolombiana de Inversiones Limitada— era contratista del Programa de Alimentación Escolar, PAE en Santander.
El acuerdo suscrito con la Secretaría de Educación de ese departamento en 2016 (bajo el mandato Didier Tavera) estaba avaluado en más de 35 000 millones de pesos y buscaba brindarles alimentación a los menores de 82 municipios santandereanos, según El Tiempo.
No obstante, Trujillo Manrique, a través de la Cooperativa comenzó a desviar hacia cuentas privadas parte de los recursos correspondientes al contrato del PAE.
De acuerdo con el periódico Vanguardia, (y ojo a esta fecha) entre noviembre de 2017 y mayo de 2018, un fiscal de la Unidad de Administración Publica de Bucaramanga profirió medidas de aseguramiento contra Germán Trujillo Manrique y Luisa Fernanda Flórez Rincón, contratista y representante legal de la Cooperativa Multiactiva Surcolombiana de Inversiones Ltda.
Dentro del proceso que la Fiscalía General de la Nación realizó contra Trujillo Manrique se halló que, a través de la cooperativa, el contratista compraba mercados, carne, fruta y verduras a empresas en Santander y Huila, cuya razón social no consiste en vender alimentos.
Por ejemplo, como reveló El Tiempo en abril pasado, la Fiscalía identificó el comprobante de egreso n. ° 0022680 del 15 de abril de 2016 por valor de $20 millones por «concepto de suministro de cárnicos del PAE». El beneficiario fue la Asociación de Transportadores de Servicio Público de Algeciras, ubicada en este municipio de Neiva.
Las pesquisas de la Fiscalía determinaron que el representante legal de la transportadora no conocía a la Cooperativa Surcolombiana de Inversiones Limitada y que el objeto de la asociación tampoco correspondía a la venta de alimentos.
En los hallazgos hechos por la Fiscalía, también figura el comprobante de egresos n.° 00022457 de abril 22 de 2016 por $290 millones emitido bajo el concepto de «suministro de frutas» a la Asociación de Padres de Familia del restaurante escolar Palogordo, de dicha vereda de Girón.
Pero lo que los peritos de la Fiscalía descubrieron es que dicho valor fue consignado por Germán Trujillo Manrique a la Fiduciaria Fidubogotá-Portobelo para comprar un apartamento.
Además, el representante legal de la Asociación de Padres de Familia del restaurante escolar Palogordo argumentó no conocer la cooperativa Surcolombiana.
Y, por si fuera poco, en el proceso contra Trujillo Manrique se comprobó que este —a través de la cooperativa— adquirió para el PAE, en el papel, tamales por valor de 30 mil pesos cada uno, que supuestamente fueron suministrados por la Asociación de Operadores de Grúas T&A de Acacías, Meta.
Luego de verse descubierto, y con una orden de captura encima, Trujillo Manrique se dio a la fuga por varios meses, posteriormente, se entregó en Bucaramanga.
Tras admitir los cargos, devolver cerca de 2 283 millones y jurar «echar al agua» a más gente comprometida en el desvío de los recursos del PAE, logró obtener «mansión» por cárcel mientras se surtía su sentencia.
Finalmente, en abril, el Juzgado Cuarto Penal de Bucaramanga lo condenó a tan solo 36 meses de prisión y al pago de 562 928 mil pesos, pese a que se comprobó que Trujillo Manrique incurrió en los delitos de falsedad ideológica en documento público y privado, peculado por apropiación y contrato sin cumplir requisitos legales.
¿Habrán intervenido sus padrinos políticos para obtener tan baja condena?
A la sazón del burro
Fernando Trujillo Gómez, es el otro hombre que por estos días ha mojado prensa a nivel nacional debido a su falta de escrúpulos a la hora de esquilmar los recursos del PAE.
Trujillo Gómez, un comerciante más conocido como el ‘Padrino’, es el hombre al que las autoridades señalan de suministrar carne de caballos y burros enfermos para el consumo de los estudiantes de los colegios de Bucaramanga y Santander «beneficiados» por el PAE.
Las pesquisas de la Fiscalía y de la Dirección de Protección y Servicios Especiales de la Policía Nacional (DIPRO) revelaron que Trujillo Gómez compraba caballos y burros, muchos de ellos enfermos o muertos, en la Costa Atlántica y luego los trasladaba a Santander con guías de movilización falsas.
La carne era tratada con químicos para alterar la contextura, intentar hacerla más blanda y darle un color rojizo. Luego, la empacaban al vacío y le ponían sellos de empresas dedicadas a la comercialización de carne de res. Como un producto vacuno era facturado y soportado para distribuirlo, se lee en el comunicado de la Fiscalía.
De esta forma el ‘Padrino’ le vendió cada semana cerca de dos toneladas de esta carne a los operadores del PAE en Bucaramanga y Santander.
Casualmente, la actividad ilegal de el ‘Padrino’ comenzó entre mayo de 2018 y septiembre de 2019 —justo cuando ya había sido capturado y condenado el ‘Zar’—. Esta operación les dejó ingresos superiores a los 500 millones de pesos, afirman las autoridades.
Trujillo Gómez, ahora enfrenta cargos por los delitos de corrupción de alimentos en concurso homogéneo y simultáneo en 18 oportunidades, fraude procesal y falsedad en documento privado.
Sin embargo, queda en el aire la posibilidad de que —pese a los graves cargos— Trujillo Gómez, pueda tener prisión domiciliaria e incluso libertad condicional, esto sin contar con la intervención de sus allegados políticos.