Columnista:
David Zapata Lozano
Para nadie es un secreto que la pandemia puso en jaque la economía mundial, pero ¿el coronavirus es el responsable de todos los males económicos de Colombia?
El desempleo en Colombia cuenta con un histórico jamás visto. En julio de 2020 se ubicó en 20.2 %. Esto, no solo es consecuencia del coronavirus, ya que desde antes de la pandemia se presentaba un crecimiento en este índice, por ejemplo, el desempleo en el mes de diciembre de 2019 se ubicó en 10.5 %.
La Inversión Extranjera Directa (IED) en el primer semestre del 2020 decayó, por culpa de la pandemia, pero, no es un secreto que los sectores económicos más favorecidos por la IED son toda la industria minera y petrolera del país, que se ven afectadas en este momento.
De igual forma, la devaluación del peso colombiano en lo corrido del año se ubica en 13.17 % y con respecto al mes de agosto del año anterior fue de 9.71 % mostrando la debilidad del peso colombiano con respecto al dólar.
Lo anterior es de suma importancia, pues todo lo que sea importado a nuestro país llegará más caro, de la misma forma todo lo exportado nos dejará mayores rendimientos, pese a ello, la mayoría de insumos, maquinaria, repuestos utilizados para la producción a exportar proviene del extranjero, lo que genera un aumento en el costo final.
Por otra parte, la economía se rige por ciclos, y es deber del Gobierno y del Banco Central amortiguar los momentos de auge y recesión. Un ejemplo de esto, es como el Banco Central utiliza la política monetaria, cuyo objetivo principal es mantener una inflación baja y constante. En el mes de agosto fue de -0.01 %. El emisor, por su parte, ha utilizado la tasa de interés a fin de poder amortiguar la crisis económica actual, pero ya se está quedando corta, tanto, que es posible una trampa de liquidez.
Por su parte, el Gobierno nacional tiene la política fiscal como herramienta económica que corresponde al cómo se gasta el dinero en el país. La administración actual estableció un plan de usteridad, pero vemos como gasta los recursos en cosas como mejorar la imagen del presidente y le dio la espalda a los empresarios de mediano y bajo nivel, enfatizando aun más la crisis. Al comienzo de la pandemia se prometieron créditos y ayudas que solo quedaron en palabras, el Observatorio Fiscal de la Javeriana así lo constató.
La economía naranja por la que apostó el Gobierno está inmersa en los sectores más golpeados por la crisis debido a la pandemia, la administración actual dejó de lado el agro del país y le siguió apostando al sector minero-energético, cuyas regalías actuales no son lo que eran hace 10 años, sumado a la devaluación del peso colombiano con respecto al dólar (ya analizada anteriormente).
Por último, el panorama de la economía del 2021 es incierto, aunque en el corto plazo, se avecina un fenómeno de la niña. Y ya sabemos el impacto económico y social que este deja en el país. Se puede hacer un alto en el camino y mirar cómo fortalecer nuestro mercado interno, apostar por la industria manufacturera e impulsar sectores agrarios. Es allí donde está el futuro, sin embargo, esto solo es posible con reformas estructurales e institucionales.
Excelente artículo. Hoy nos venden el nearshoring como la vacuna para la economía colombiana poscovid, pero me surge la pregunta ¿no estamos repitiendo la misma receta? comparto un análisis al respecto: https://secretosied.blogspot.com/2020/09/que-significa-nearshoring.html