Columnista:
Cristian Álvarez Balbín
El 22 de julio, en el periódico El Nuevo Siglo y posteriormente el 26 de julio, en El País de Cali, se habló del «descubrimiento del siglo» en el occidente de Colombia.
En extensos reportajes ambos medios hablaron de las bondades de —el que El País denominó— «el oro líquido» surgido por una investigación que le tomó 22 años al científico y accionista del grupo azucarero Río Paila-Castilla, Jorge Enrique González Ulloa, cuñado de la senadora María Fernanda Cabal, la cual ha financiado en campañas políticas previamente.
Según declaraciones del ingeniero González Ulloa, su invento es un método de procesamiento de caña de azúcar maximizando la preservación de policosanoles (aproximadamente diez alcoholes diferentes, entre ellos el octacosanol) durante la producción de un producto potable estable que baja el colesterol y limpia las arterias.
El también accionista de Río Paila-Castilla, ingenio altamente cuestionado por apropiación indebida de baldíos, contó orgulloso que tras años de investigación:
Finalmente obtuve un jugo de caña concentrado con minerales, vitaminas, proteínas, y tenía sacarosa, glucosa y fructosa. Es la primera vez en la historia en cristalizar la glucosa y la fructosa… Inventé entonces uno de los aparatos ya protegidos por la patente que es un cristalizador continuo en frío que es difícil explicar cómo funciona, pero es una belleza.
González, reveló el motivo de esta columna que escribo hoy. En ambos medios el ingeniero indica que ya posee dos patentes en Estados Unidos para proteger su invento.
La primera es del 3 de diciembre de 2019 sobre el ‘Método para el procesamiento de caña de azúcar maximizando la preservación de policosanoles’; y en la segunda patente que salió el 28 de abril del 2020, la del ‘Sistema y método de procesamiento de caña de azúcar maximizando la preservación de policosanoles y alcoholes en un producto estable, comercial, que reduce el colesterol’ se incluye todo lo de la primera patente, pero la amplía mucho más para blindar todo el invento y el proceso.
Con la patente otorgada en los Estados Unidos, el proceso supuestamente descubierto por González está protegido en 153 países entre los que están los 57 estados de mayor producción azucarera en el mundo y las 39 naciones miembros de la Unión Europea.
Y como era de esperarse, la patente también cobijaría a Colombia debido a que nuestra nación se encuentra afiliada al tratado PCT. Además, González está realizando los trámites de la patente a nivel nacional, al parecer desde abril, ante la Superintendencia de Industria y Comercio.
Sin embargo, una importante pregunta se les pasó por alto a los colegas de El País y El Nuevo Siglo: ¿en qué se diferencia el descubrimiento e invento de González de la tradicional y ancestral práctica de la producción de la panela?
Según varias agremiaciones paneleras y campesinas, la diferencia no es mucha, situación que tiene muy inquieto al gremio de los paneleros.
La intranquilidad radica en que —según Fedepanela expresó en varios medios— la patente de González busca licenciar un método para procesar la caña de azúcar y preservar el alcohol presente en la planta, durante la producción de una bebida a base del jugo de caña; proceso que se asemeja casi que por completo a la producción panelera tradicional realizada por generaciones en Colombia.
Como lo resalta Dignidad Panelera y Dignidad Campesina en sus comunicados y expresiones públicas:
De aplicarse la patente que González quiere impulsar en Colombia, esta contribuiría a la monopolización de la panela en el país y enriquecería al supuesto nuevo ‘inventor’, ya que al ser el dueño de la patente tendría el derecho de obtener dinero por el uso de su invento por parte de un tercero.
Este posible escenario se ha convertido en un motivo de preocupación para más de 350 000 familias que generan 1 700 000 empleos directos en cerca de 240 mil hectáreas, distribuidas en 511 municipios de 29 departamentos del país, según cifras publicadas en Semana Rural.
De otro lado, la aprobación de la patente iría en contravía de la Ley 40 de 1990 que sienta la normativa del desarrollo y la producción de la panela y crea garantías para los productores en Colombia.
Las redes sociales han sido la trinchera para que las agremiaciones paneleras y los colectivos campesinos hacen resistencia a la patente que Jorge González busca que se apruebe y que protegería legalmente su cuestionado descubrimiento.
Y parece que dicha resistencia ha tenido un relativo éxito ya que, en Twitter, Carlos Fernando Mayorga, presidente de Fedepanela, celebró que González al parecer desistió de vender su producto PolisukkarTMDry (el cual gozaría con la patente) en Colombia.
No obstante, otra cosa dice la Superintendencia de Industria y Comercio, pues en sus registros la patente impulsada por González Ulloa sigue su tránsito regular para buscar la aprobación por dicha entidad, según reveló Semana Rural.
De no ser retirada la patente por parte de González, el 22 de octubre, se definirá si esta se vuelve realidad en Colombia, pues hasta esa fecha las agremiaciones campesinas tienen plazo para aportar las pruebas en contra de la patente que pondría en riesgo la producción de uno de nuestros más tradicionales productos alimenticios campesinos.
Es evidente que el señor González quiere distraer la atención y por ese motivo ha desistido de vender su producto aquí en Colombia. Considero que la superintendencia de industria y comercio de algún modo legal, podría suspender el trámite del registro de esa patente. Ojalá encuentre el camino.
Que patente el aguasal con sulfato de magnesio para el cansancio, los tamales y la rellena y la limonada casera.
!!DIOS MÍO!!! HASTA DONDE LLEGA EL EGOÍSMO Y LA EGOLATRIA DE NUESTROS POLITICOS E INDUSTRIALES, SALVO CONTADAS EXCEPCIONES. AYUNDANDO A LA DESIGUALDAD, INEGQUIDAD Y POBRESA DE NUESTRO GOLPEADO PAÍS. SEÑORES SU LABOR ES LA OPUESTA.