Tras decisión de la Corte, un homenaje por los nunca olvidados

Mientras el país se debatía entre la amargura y la euforia por el fallo contra Uribe Vélez, voces más mesuradas ofrendaron palabras para recordar a los asesinados por los “falsos positivos” y los paras.

Opina - Conflicto

2020-08-09

Tras decisión de la Corte, un homenaje por los nunca olvidados

Columnista:

Álvarez Cristian

 

Luego de conocerse el fallo que enviaba a detención domiciliaria al senador suspendido y expresidente Álvaro Uribe Vélez, muchas fueron las voces a favor y en contra que se alzaron tras hacerse pública la decisión de los magistrados de la Corte Suprema de Justicia.

Muchas “figuras de opinión” de Polombia —desde exacerbados ex chavistas y hoy autodenominados «líderes quemados» del Centro Democrático; senadoras con problemas de percepción de la realidad que ven al señalado político como un símil de Simón Bolívar y abogados con oscuros lazos con la delincuencia que invitaban a incendiar al país— hacían aspavientos y gritaban hasta la ronquez en defensa de su “faro de honorabilidad”.

Desde el otro lado también hubo bastas voces que celebraron el fallo con júbilo, himno nacional y hasta invitación a saldar viejas deudas cuya prenda de efectividad era la que muchos consideraban la imposible detención del verdadero líder y presidente del Centro Democrático.

Pero de todas esas voces, otras más mesuradas se dedicaron a ofrendar ese pequeño resplandor de esperanza de justicia a los asesinados a través de los macabros “falsos positivos” —ordenados desde el gobierno del hoy senador que ostenta el ruin mérito de ser el primer expresidente criollo encarcelado— y del accionar paramilitar.

El primero de estos trinos que menciono lo observé en la cuenta oficial de la Asociación de las Madres de los llamados “Falsos Positivos” de Colombia. Desde su Twitter escribieron “Pues si lo detienen preventivamente no es por andar precisamente recogiendo café”.

El trino hace alusión a una nefasta frase que enreda una cruel acusación contra las víctimas de “falsos positivos” ya que, al ser indagado por estos escabrosos crímenes por los periodistas, en aquél entonces, el “presidente eterno” se limitó a decir que “de seguro esos muchachos no estarían cogiendo café”.

Otro trino, bastante fuerte por su desgarrador contenido, fue el de Juan Fernando Foronda quien narró cómo le tocó vivir en persona ese duro flagelo que —según cuenta él— en Antioquia dejó cerca de 2800 víctimas, entre ellas uno de sus hermanos.

El relato tiene elementos tan fuertes que bien valen un artículo aparte. Sin embargo, lo más conmovedor es como cierra su «hilo» Juan con tan solo una frase que a su vez es un pedido para su hermano y para todo un país. “Justicia”, escribió Foronda.

La usuaria Ménade también hizo su aporte. Escribió “Por mi papá, que murió desangrado en una calle. Por ti viejo, estoy llorando de felicidad”.

PILAR trinó en su cuenta: “Por mi padre Alberto, 47 años, asesinado por paramilitares en el año 2002 mientras yo de 9 años caminaba de su mano. Por mí que estuve sola en esa calle sacudiendo su cuerpo gritándole que se despertara. Hoy miro al cielo y me abrazo contigo, papá”.

Por último, dejo el mensaje de la usuaria Juliana que tuiteó en conmemoración a su familiar lo siguiente:

“Por mi hermano John Jairo, 18 años. Asesinado por los paramilitares en el año 1997 (cuando Uribe Vélez era gobernador de Antioquia), justo a tres cuadras de nuestra casa en el barrio Alfonso López de Apartadó, Urabá. Por mi mamá y mi hermana, que les tocó ir a levantar el cuerpo”.

Como era de esperarse en un “país de cafres”, no faltaron los desadaptados de teclado justificando el asesinato de los familiares de quienes se tomaron la noticia de la detención del expresidente como un motivo con el fin de rendir tributo a sus muertos.

Pero no importa. Habla más el odio de estos miserables de ellos mismos —que los impulsa a escribir semejantes barbaridades—  que de los asesinados y sus familias.

Considero que lo estipulado por la Corte Suprema es una pequeña victoria en una larga batalla, pero no el fin de la guerra. En un país tan corrupto y tan amigo de la manguala judicial y de los “torcidos en los juzgados”, la prudencia me aguza. No estamos hablando del juicio de un matoncillo de poca monta, sino del “capo di tutti capi”.

Por ello, esperaré la condena en firme para unirme completamente a la celebración y a estos pequeños pero sentidos homenajes de las familias de las víctimas de quien muchos llaman “Matarife”.

La encima: más que vomitivo el “aporte” del director Juan Roberto Vargas a la entrevista que Noticias Caracol le hizo al “presidente” Duque.

No entiendo porque este señor se ve tan sumiso, tan tartamudo, tan alelado cuando debe entrevistar a un alto cargo político. ¿Será que le da pena hacerle preguntas incómodas al tipo que lo invitó a almorzar en el tiempo en el que era candidato?

Pero lo peor fue cuando Vargas —viendo como Vanessa de la Torre (más recordada por sus pifias y su actitud meliflua con Uribe Vélez que por su talante periodístico) ponía en aprietos a Duque—, trató de callar a su compañera y llevó la conversación a otros temas “más amigables”.

 

Fotografía: cortesía de Carlos Saavedra.

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Álvarez Cristian
Periodista de la Universidad de Antioquia. ¿Quis custodiet ipsos custodes?