Columnista:
Ancízar Villada Vergara
El pasado fin de semana se encendió el debate entre la opinión pública antioqueña y colombiana debido a la carta enviada por el alcalde de Medellín, Daniel Quintero Calle, ante el embajador de Cuba en Colombia, el señor José Luis Ponce.
El alcalde le solicitó al embajador cubano apoyo de una brigada de 600 médicos especialistas del país caribeño para atender la pandemia del coronavirus en la ciudad de Medellín, que según Quintero, cuenta con 1000 Unidades de Cuidado Intensivo (UCI), pero la ciudad cuenta tan solo con 118 especialistas en cuidados intensivos.
En la carta a Ponce, Quintero escribe sobre la experiencia cubana en Italia y España:
“Conocedores del trabajo de cooperación que realizaron en otros países como Italia y España, proporcionando personal especializado para atender esta emergencia y con el ánimo de anticipar los momentos difíciles una vez nos aproximamos al pico, quiero solicitarle formalmente al Gobierno de la República de Cuba su ayuda y solidaridad con una brigada médica para Medellín, con la capacidad de atender 600 Unidades de Cuidados Intensivos; La Alcaldía de Medellín dispondrá de todos los recursos que sean necesarios para el traslado y estancia en la ciudad, con todas las garantías de seguridad que se requieran”.
En el país político donde se acuñó el famoso concepto del “castrochavismo”, naturalmente, la reacción conservadora no se hizo esperar, y los detractores de todo lo que huela a Cuba o Venezuela, rechazaron la propuesta del Alcalde de Medellín para impedir que la brigada medica cubana pisara el suelo colombiano.
Entre los personajes políticos del conservadurismo reaccionario, se encuentran Alfredo Ramos y María Fernanda Cabal, quienes insinuaron que esta iniciativa era una “ofensa a la democracia” y “un capricho comunista” por parte del actual alcalde.
Lo cierto es que la pandemia en el departamento de Antioquia sigue aumentando exponencialmente, los datos del Instituto Nacional de Salud, indican que han muerto más de 300 personas por el virus y el porcentaje ocupacional en UCI destinadas para COVID-19 se encuentran en el 75 %. El colapso del actual sistema de salud defectuoso es inminente.
La tendencia de propagación del coronavirus en el departamento continúa a la alza con alrededor de 1000 y 2000 casos diarios reportados por las instituciones de salud. Por lo tanto, recurrir a las brigadas medicas cubanas resulta ser lo más razonable, al tener experiencias exitosas tanto en Italia y en España, como en Alemania.
Sin embargo, también hay que matizar este debate político, debido a que la Sociedad Antioqueña de Anestesiología y Reanimación se pronunció frente a la solicitud de Daniel Quintero; aunque no rechazaron el posible advenimiento del personal medico extranjero, si le hicieron un llamado de atención a la administración:
“No podemos dejar de señalar la preocupación en el sentido que, existiendo acreencias pendientes de pago con los especialistas de la ciudad, se manifiesta que para personal extranjero se brindarán otras muchas más garantías. Solicitamos se revisen las acreencias existentes en la ciudad y se salen las deudas pendientes con el talento humano en salud local antes de realizar una destinación diferente de los recursos”.
La carta de la Sociedad Antioqueña de Antestesiología y Reanimación pide a la Alcaldía y a la Secretaría de Salud mayor coordinación en las propuestas de construcción de planes de atención y capacitación al personal médico que ya tiene la ciudad, además del pago de las deudas con el personal de salud de Medellín.
Este punto de vista tampoco se puede desechar del debate público, la primera línea de atención hoy por hoy es el talento humano local, los cuales, siguen trabajando a pesar de que les deben los pagos que les corresponden. Por eso el llamado a la administración municipal es a concertar con el personal de salud local, porque en la televisión y redes sociales se les tilda de “héroes” mientras no se les respetan los derechos fundamentales.
Por otro lado, el debate de fondo que surge tras esta solicitud, considero que es el déficit de hombres y mujeres enfermeros, especialistas y médicos que tenemos en toda Colombia. El mismo ministro de Salud, Fernando Ruiz, tuvo que admitir que en el país hay déficit de médicos en cuidado crítico:
“Sí hay déficit evidentemente. Tenemos en Colombia 1100 médicos de cuidado crítico aproximadamente, aunque es un número grande de médicos, se necesita personal de enfermería entrenado para cuidado crítico y personal auxiliar”, aseveró el Ministro.
Esto evidencia la falta de compromiso de la política colombiana frente a la salud pública, debido a que las universidades públicas siguen aplicando el examen de admisión excluyendo a miles de mujeres y hombres de todo el país estudien para ser médicos, porque los cupos para acceder a la educación pública y de calidad son muy limitados.
En el año 2019, la Universidad de Antioquia tuvo más de 50 000 aspirantes para estudiar en la universidad pública, sin embargo, tan solo había cupo para 5644 personas, dejando a más de 40 000 jóvenes en la intemperie sin poder cumplir su sueño de estudiar Medicina y otras profesiones dedicadas a salvar vidas. A pesar de obtener el puntaje solicitado, por lo general los jóvenes son rechazados por la falta de cupos.
El fortalecimiento de las facultades de Medicina en las universidades públicas tiene que ser un asunto de seguridad nacional, destinando recursos del Estado con el fin de dignificar del sistema de salud y el personal médico en Colombia, la pandemia nos ha enseñado eso.
Mientras tanto, el debate sobre las brigadas médicas cubanas seguirá vivo durante los próximos días y semanas, no creo que el Ministerio de Salud y la Cancillería de Colombia permitan la llegada de los médicos cubanos por el pleito que tienen con el ELN y el régimen de dicho país.
Para finalizar, solo cabe decir lo siguiente: la solidaridad entre los pueblos para preservar el derecho a la vida no es una afrenta contra la soberanía y la democracia de Colombia, la llegada de tropas extranjeras a nuestro país, sí lo es.