Columnista:
Kanábico Objetor
Hay palabras que matan y hay otras que construyen “realidades”. Y es por eso que resulta peligroso que un hombre que estuvo al frente de las Fuerzas Militares de todo un país, hoy dispare estos “roketazos” contra los Acuerdos de Paz y contra el Sistema Integral de Verdad, Justicia, Reparación y No Repetición.
Lo que en contra de la Comisión de la Verdad ha expresado en días pasados públicamente Juan Carlos Pinzón exministro de Defensa del Gobierno Santos, es el eco de un guión esculpido por sectores de la derecha colombiana, sectores empresariales y militares que han tenido, esos sí ampliamente demostrados, nexos con grupos armados al margen de la ley tanto, de izquierda como de ultraderecha.
Siendo la Comisión de la Verdad una institución que se crea en el marco de cualquier terminación de regímenes totalitarios o conflictos sociales armados internos, tiene por misión lograr recopilar el mayor número posible de relatos y testimonios que le permitan a la sociedad como tal interpelarse frente a las causas estructurales, simbólicas y políticas que soportan dichos momentos de violencia y, así, construir no una verdad oficial sino un conjunto de verdades donde todas las voces víctimas, financiadoras y espectadoras de los horrores que se viven en la guerra, tengan un lugar común en la memoria histórica y colectiva de un país que ha vivido sumergido en una guerra fratricida por más de medio siglo.
Los ataques que se han dirigido contra el Sistema Integral de Verdad, Justicia, Reparación y No Repetición, no solo desde las curules que ocupa en el Congreso de la República el Partido de Gobierno (Centro Democrático) sino también desde los micrófonos y las columnas de los grandes medios de comunicación del país, configuran toda una estrategia mediática que alimenta la tesis del ULTRA uribista Fernando Londoño de “hacer trizas” el Acuerdo de Paz.
No es la primera vez que alguien alineado con la derecha—y con quienes desde el Estado han orquestado esta guerra— se va lanza en ristre contra quienes hacen parte de la Comisión de la Verdad, ya antes la senadora uribista María Fernanda Cabal había dirigido sus ataques contra la Comisionada Lucia González Duque y contra el mismo Presidente de la Comisión Francisco de Roux a quien en reiteradas ocasiones han pretendido relacionar con el ELN y esto ha puesto ya en riesgo la seguridad de toda la Comisión.
¿Por qué el Exministro Pinzón hizo tal afirmación? ¿a qué sector político o militar del país le sirve que justamente quien acompaño a Germán Vargas Lleras en la carrera por la Presidencia ahora enfile sus ataques contra el proceso de paz? Son dos preguntas que surgen haciendo una retrospectiva del papel que ha asumido en los últimos 10 años el exministro sobre temas cruciales para el pueblo colombiano.
Entender el papel de la verdad, la justicia, la reparación y la no repetición como derechos innegables de quienes tuvimos afectaciones por la violencia y asumirlos como herramientas en la reconstrucción del tejido social que la guerra fragmentó, es un acto que implica preguntarse por el lugar que cada uno y cada una ha asumido en la guerra y en la decisión de terminarla o incluso, de continuarla. Y es ahí donde los mandatos de la Comisión reafirman todo su sentido ético y misional de contribuir además a la consolidación de la convivencia como pilar fundamental para la reconciliación de la toda la sociedad colombiana.
Aunque para gran parte de la sociedad colombiana el proceso que lleva a cabo la Comisión es casi que desconocido, es más que necesario reiterar que ha sido una labor territorializada a tal punto de haber podido llegar a zonas donde el Estado antes no había llegado.
En este sentido ha sido un ejercicio de voz a voz el que ha permitido dar a conocer los mandatos que tienen en aras de hacer una reconstrucción de las memorias que existen y que se han querido mantener en el olvido. Uno de esos mandatos es construir una herramienta que le sirva al país para superar los estragos, los dolores y los horrores que hemos vivido. El centro del relato que busca construir la Comisión de la Verdad es el del ¿por qué sucedieron los hechos victimizantes? Para que se logre comprender cuales fueron realmente los intereses que habían detrás de dichos hechos y de paso poder develar sus máximos responsables.
El reconocimiento de las víctimas, de los victimarios y de quienes han auspiciado la guerra en Colombia, es uno de los mandatos que más levanta ampolla entre las élites que de dicha guerra se han beneficiado.
Este mandato en particular es el que han usado como caballo de batalla desde el partido de Gobierno para justificar la descarga de ataques e infamias que casi a diario contra la paz y la verdad disparan desde sus curules, sus ministerios, sus gerencias en empresas, sus altos cargos militares y desde los micrófonos de prensa de sus aliados, esto último queda sustentado en “el control” que le hizo la periodista María Andrea Nieto de Revista Semana a la Comisión, donde no hizo otra cosa distinta a exponer las ideologías políticas de 9 de los 11 integrantes de esta corporación y mentir sobre la comisionada Marta Ruiz, de quien afirmó, sin pudor alguno, que era la esposa de León Valencia.
Quienes fungen de estafetas y escuderos del establecimiento le han mentido a la opinión pública nacional e internacional afirmando que la Comisión es de izquierda y, además, poniendo en peligro la vida de comisionados y comisionadas, al afirmar que tienen nexos con grupos armados ilegales; todo esto en un país donde no cesa el asesinato de líderes y lideresas sociales, defensores y defensoras de derechos humanos, reclamantes de tierras, dirigentes políticos y personas comprometidas con la construcción de paz. Es prácticamente una sentencia de muerte.
Le han mentido al mundo diciendo que la Comisión de la Verdad y la JEP tienen como misión “encarcelar” al expresidente–senador Álvaro Uribe Véle,z hoy investigado por la Corte Suprema de Justicia por compra de testigos, y esto lo han hecho con la intención de desacreditar la labor de quienes hacen parte del Sistema Integral de Justica y Verdad; y aunque es una falacia, hay algunos periodistas y grandes medios de comunicación que le han hecho eco y la han dejado instalada en la agenda de ataques sistemáticos y mediáticos a la paz.
Obviando los artículos 1 y 4 del Decreto 588 de 2017 que determinan la naturaleza jurídica y el régimen legal del la Comisión, intentan hacerle creer a la opinión publica que ésta judicializaría a quienes decidan comparecer de manera autónoma ante esta instancia de reconocimiento de los testimonios de quienes de una u otra manera han auspiciado la guerra en Colombia. Los artículos y los mandatos son claros respecto a los alcances que tendrá el trabajo que durante tres años debía llevarse a cabo para poder recopilar un informe que de cuenta de los impactos y sobre todo, de los retos que tiene este país para sacar adelante las posibilidades de cesar la violencia.
Una cosa si queda clara, y es el hecho de que el Gobierno de Iván Duque no tiene voluntad política mas que para torpedear el desarrollo de unos acuerdos que habían quedado firmados bajo un marco constitucional que garantizaría que ningún gobierno sucesor al firmante podría modificar lo ya acorado y, con ello, impedir a toda costa que el Sistema Integral de Verdad, Justicia, Reparación y No Repetición lograra desentrañar las verdades que comprometen a gran parte de quienes hoy lo apoyan.
El negacionismo de la perfidia, del aumento del asesinato de líderes y lideresas sociales, reclamantes de tierras y defensores de la paz son una pequeña muestra de todo un plan que no solo atenta contra la paz, sino que también atenta contra la verdad ya que el oficialismo insiste en negar lo que no se puede negar.
Finalmente es preciso decir que lo que hasta ahora han dicho sobre y en contra del Sistema Integral de Verdad, Justicia, Reparación y No Repetición, casualmente desde los sectores que, se ha demostrado, tienen altos niveles de responsabilidad en lo que como país hemos vivido, demuestra que hay un miedo que no les permite tranquilidad alguna.
Es evidente que hay quienes hoy ven el ocaso del poder y del terror ya a sus espaldas y eso los lleva a poner como objetivo de sus ataque todo lo que su status quo amenaza. Es preciso reiterar que el país necesita comprender lo que le ha pasado para que así se pueda mirar hacia adelante y se puedan además sanar parte de las heridas que aun al pasar de los años aun siguen abiertas.
Desgraciadamente para algunos pocos, es muy importante mantener a nuestra bella Colombia, en estado de conflicto. «RÍO REVUELTO GANANCIA DE PESCADORES» ya sabemos quienes son éstos.
Es triste saber q los intereses son particulares, no importa el bienestar colectivo.
Al innombrable NO LE PASA NI EL MAGNIFICAT !! XQ SERÁ ???? mmmm
contra la verdad!!!, su terjiveracion es ofensiva, si Ud quiere verdad preguntele a la guerrilla por los niños reclutados y luego asesinados para no entregarlos y ocultar su delito ante la sociedad, que digan si tenian el plan de negociar con el gobierno fingiendo un acuerdo de paz pero para lograr el poder desde las urnas y una parte continuaba armada y en la lucha si lo anterior no daba resultados. muchas otras verdades le puede preguntar a la guerrilla que han negado
sera que la guerrilla no tiene obligcion de decir las verdades que actualmente estan negando.