Columnista:
Wendy López
La violencia sexual está en todas partes y se ha convertido en una ‘pandemia’ mundial. Pero ¿no la vemos o no la queremos ver?
Mientras pasan los años queda en evidencia que en Colombia solo hay decretos que “dicen” castigar a personas que cometen una violación a un menor, aun así, en la mayoría de los casos no se cumplen; mientras que alrededor del mundo tienen pasos más grandes en torno a esto. Por ejemplo:
- En España, la condena para un abusador va más allá de los 40 años, además se incluye la vigilancia policial del pedófilo durante los siguientes 10 años de su salida y su inclusión en una base de datos policial para su monitoreo.
- Alemania cuenta con un programa de encarcelamiento que permite a los depredadores sexuales someterse a terapia y al suministro de inhibidores sexuales químicos.
- Bélgica contempla penas de más de 10 años y la prohibición de trabajar en cualquier institución pública o privada de educación en los siguientes 20 años al cumplimiento de la condena.
- Indonesia incluye la pena de muerte y la castración química obligatoria para los abusadores de niños.
- En Argentina los pedófilos pueden pagar hasta 20 años de prisión y ser condenados a cadena perpetua en caso de reincidencia.
- En algunos estados africanos y del Medio Oriente, como Irak y Siria; y de estados asiáticos como Sri Lanka, Vietnam, Tailandia y Bangladésh, tienen estipulado pagar con la propia vida cuando se viola a un niño.
Con base en esto, el maltrato y la violación a menores son de los delitos con mayor reproche de la sociedad. Sin embargo, no han sido erradicados en Colombia y solo aumentan.
Las autoridades de Bogotá dieron a conocer en marzo de este año que, por cada 10 casos registrados en la capital, 8 de ellos responden a abusos contra niñas. También, comentaron que, durante los primeros tres meses del año han sido detenidos 45 abusadores. Según el secretario de Seguridad de Bogotá, en la ciudad se registran más de 10 000 casos de abuso al año y, lo más preocupante, es que la mayoría de estos permanecen en la impunidad.
Diariamente ocurren estos flagelos que dañan la vida de niños inocentes; Así que, por este hecho, estudios han revelado que estos abusos dejan huellas dolorosas difíciles de borrar destruyendo toda su formación física y moral. Aun así, para estos abusadores no les importa hacer estos actos desastrosos, donde se ha dado a conocer que se pueden presentar desde su círculo familiar hasta con un vecino u amigos cercanos. En algunos casos, la víctima denuncia; pero, como si fuera poco en la mayoría de sucesos la justicia solo defiende al violador rebajándoles años de condena y favoreciendo así a estos individuos.
Pese a esto, antecedentes de este tipo siguen pasando y aún no se aprueba una norma que pueda penalizar definitivamente a estos violadores. Aquí en Colombia, las instituciones que imparten justicia aprueban más una condena para un ladrón de supermercado que para un abusador sexual de menores, y así se da la impresión de que dichas propuestas solo están a favor de estos infractores.
Desde el 2007, se demostró que el Congreso de la República ha hundido este tipo de normas en 11 oportunidades. Hoy por fin se ve un poco de esperanza para el país, ya que en un séptimo debate del Congreso se impuso la prisión perpetua para los violadores de niños, la cual quedó a la espera de su última prueba, pasando a la plenaria del Senado. Este proyecto fue aprobado en la Comisión Primera del Senado con 13 votos por el sí y 0 por el no. Así que, de acuerdo con lo aprobado en la Comisión Primera de Senado, el Gobierno Nacional deberá reglamentar este decreto en el año posterior a la entrada en vigencia de esta reforma constitucional.
En esta discusión varios congresistas argumentaron que esto no ayuda a prevenir el abuso de menores. Entre esos está la representante Juanita Goebertus, “No se necesitan penas más altas, sino educación y mejor investigación judicial”. Desde este mismo esquema, el representante Germán Navas, comentó que “en Colombia se condena a cerca del 5 % de abusadores, violadores y homicidas de menores. De nada servirá una cadena perpetua mientras exista un 95 % de impunidad. Lo que se debe hacer es fortalecer a la Fiscalía”.
Así que, con la propuesta de esta norma se indica que la condena será revisable a 25 años. Es decir, que cuando esta persona cumpla 25 años en prisión se le revisará la pena impuesta, donde se revisa la posibilidad de cambiar la pena de cadena perpetua a una condena de las que ya se contemplan en el país.
Es oportuno repetir en cada instancia que los padres deben estar más pendientes de sus hijos por lo que están en un constante peligro, y no solo de violadores, sino de drogadicciones y comportamientos negativos que causarán tristeza, dolor y distanciamiento en su futuro; sin embargo, dónde queda la ética, la moral, EL AMOR y el no hacer daño al otro. Se necesita visibilizar el abuso sexual infantil para así concientizar de sus consecuencias y educar al rol fundamental que cumplen los adultos al momento de proteger a los niños.
El silencio y los prejuicios solo están a favor del abusador, por eso se requiere el compromiso de todos para detener el abuso a menores, para prevenir su ocurrencia y ayudar a los sobrevivientes. Las violaciones a niños son los peores abusos.
Analizando el documento doy mi sencilla opinión. El presente documento no cuenta con los requisitos adecuados para informar. de hecho cuenta con información no verídica y sus fuentes carecen de soporte alguno.
Desde mi perspectiva, hablar de derecho sin fuentes normativas, es una barbaridad y mas aun cuando se atreven a referenciarse de noticias, de las cuales no se tiene certeza.