Columnista:
Patty Suescún
La semana pasada al conocerse la noticia sobre la orden de captura emitida por la Fiscalía General de la Nación contra el gobernador de Antioquia, de inmediato, representantes de sectores económicos, académicos y sociales del departamento salieron en férrea defensa de Aníbal Gaviria Correa, acusado de irregularidades en contrataciones en el 2005, tildando el hecho de vil jugarreta política.
Sin embargo, pese a que todos los representantes de dichos sectores se explayaron en dechados de cualidades para con el hoy acusado, —y prácticamente señalaron que meterían las manos a la candela por él—, al revisar varios asuntos del pasado de Gaviria no queda claro si sus defensores seguirían con tan irrestricta defensa.
Varios de los sucesos de los que hablaremos se supone que están siendo investigados desde hace años, sin embargo, es poco o nada lo que han avanzado. Este hecho que causa bastante curiosidad y genera más suspicacias sobre la decisión del fiscal Barbosa de proceder con el caso que, en teoría, menos sustento legal ostenta en contra del gobernador.
¿Será acaso que se viene una andanada de investigaciones que buscarán dejar por fuera definitivamente a Gaviria? Solo el tiempo lo dirá. Mientras tanto revisemos algunos de esos sucesos que en su tiempo pusieron en el ojo del huracán a Aníbal Gaviria Correa.
Aníbal, el doble heredero
Aníbal Gaviria Correa nació en Medellín en 1966, es hijo del empresario y político antioqueño Guillermo Gaviria Echeverry, quien alcanzó su curul en el Congreso de la República en 1974, durante el gobierno de Alfonso López Michelsen.
Guillermo Gaviria Echeverri, no solo es una figura fundamental para Antioquia sino también para la vida de su hijo Aníbal, quien por cosas de la vida terminó siendo su heredero mayor.
Gaviria padre fundó en 1979 El Mundo, periódico liberal que se convirtió en la competencia del conservador El Colombiano de la familia Gómez. Gaviria Echeverri también fue uno de los fundadores de Unibán, entidad encargada de impulsar al Urabá antioqueño como región de vocación productora de banano.
El patriarca también fue uno de los fundadores de Colanta y a su vez uno de los líderes más prominentes del liberalismo antioqueño de finales del siglo pasado.
Por eso, no sorprende que después de estudiar Administración de Negocios en la Universidad EAFIT, de donde obtuvo su título en 1988, Aníbal se inclinara hacia las empresas del sector privado donde su padre tuvo influencia.
Y es que no es sorpresa que en la hoja de vida que publica La Silla Vacía aparezca que tuvo relaciones laborales con el Banco Ganadero, Colanta y como no, el periódico El Mundo, entre otros.
Analizando la historia de tan prominente familia, todo indica que el patriarca Correa Echeverry —como dicen los arrieros— gracias a sus influencias “distribuyó muy bien las cargas”.
Por ello, durante los noventa, Aníbal se quedó trabajando y aumentando la influencia de dicha familia en el sector privado, mientras que su hermano mayor Guillermo Gaviria Correa se dedicó a recibir los “beneficios” del ejercicio político, gracias a su padre.
Fue así como Guillermo fue secretario de Obras Públicas y de Minas de Antioquia, entre 1990 y 1994, y luego director de INVÍAS hasta 1997. Con la experiencia ganada, Guillermo decidió ensayarse en la política electoral por lo alto. Por ello, resulto elegido Gobernador de Antioquia por el partido Liberal en el año 2000.
No obstante, todo se truncó cuando Guillermo Gaviria Correa fue secuestrado por las FARC en 2002 —durante una de las Caminatas por la Paz que realizaba en el municipio antioqueño de Caicedo— y posteriormente fue asesinado por ese grupo guerrillero por órdenes de alias “El Paisa” en 2003, tras una fallida operación de rescate ordenada por el gobierno de Álvaro Uribe Vélez.
Según el mismo Aníbal Gaviria en declaraciones para El Colombiano, en una carta enviada días antes de su asesinato, su hermano Guillermo le encomendaba que en caso de pasarle algo durante su cautiverio él tomara sus banderas, el legado e ideales políticos.
Y fue así como Aníbal Gaviria Correa, convertido en el doble heredero de su padre y de su hermano, decidiendo lanzarse a las elecciones de gobernador de 2003 donde se midió con Rubén Darío Quintero, de Cambio Radical, venciéndolo por cerca de 4 mil votos.
Posteriormente se lanzaría a la Alcaldía de Medellín durante el periodo 2012-2015 donde venció, y luego repetiría Gobernación en 2020.
Puerto Antioquia, un negocio familiar.
De acuerdo al estudio de la Misión de Observación Electoral MOE titulado «Democracias Empeñadas» y publicado por el portal Contagio Radio en enero de 2020, en la campaña electoral de Aníbal Gaviria, el 33% del dinero que entró a ella está relacionado con el proyecto portuario Puerto Antioquia.
Esta es una megaobra de origen privado que tendrá un costo estimado de 700 millones de dólares y en la cual la familia del gobernador Gaviria, personas cercanas a él y aliados empresariales participan de manera directa e indirecta a través de grandes inversiones.
De acuerdo a Contagio Radio, el tema es complejo para el nuevo mandatario porque según la Ley de Contratación Estatal, las personas que hayan aportado más del 2.5% de las sumas máximas de las campañas políticas tienen inhabilidades e incompatibilidades para contratar, e incluye a sociedades existentes o que vayan a constituirse. Hechos que podrían estarse presentando en el proyecto Puerto Antioquia, donde cuatro de los siete socios pueden tener conflicto de interés, sea porque aportaron dineros a la campaña directamente o son controlados por familiares o personas cercanas a la familia Gaviria Correa.
Las empresas que hace mención el aparte anterior son UNIBAN, C.I Tropical, C.I Banafrut S.A y Agrícola Santamaría, las cuales aparte de ser financiadoras de la obra portuaria también hicieron aportes a la campaña de Gaviria Correa y por si fuera poco poseen en sus juntas directivas a familiares directos del político.
También, acorde a la información del portal Cuentas Claras, la campaña de Aníbal Gaviria reportó el ingreso de $3.409.177.000 de pesos. De estos, $768.913.000, fueron aportados por particulares y a su vez, de estos últimos, 130 millones corresponden a los aportes de las empresas AUGURA con 60 millones, La Promotora Bananera –PROBAN- y la Bananera Génesis, cada una con 35 millones, que también tienen en sus juntas directivas allegados a Gaviria Correa.
Lo anterior permite inferir que la familia Gaviria Correa aportó el 33% del dinero que ingresó a la campaña de Aníbal Gaviria empleando varios mecanismos con el fin de reportar fuentes distintas al Consejo Nacional Electoral. Por un lado, el formato de financiación directa de familiares y por el otro, por medio de las empresas donde participan o tienen control, señala el portal Contagio Radio.
Mencionado por los «paras»
De acuerdo al informe Financiadores, colaboradores y socios del paramilitarismo en Antioquia, Córdoba y Chocó elaborado por la Fiscalía General de la Nación (FGN) en octubre de 2017 y al cual el portal Verdad Abierta tuvo acceso, el gobernador Gaviria Correa aparece mencionado en el capítulo “La parapolítica y las relaciones de los paramilitares con funcionarios públicos en Antioquia, Córdoba y Chocó”.
El texto, basado en las versiones entregadas por los desmovilizados del Bloque Elmer Cárdenas BEC que tuvo injerencia en Urabá antioqueño y chocoano, señala que en su primera campaña a la Gobernación de Antioquia para el periodo 2004-2007, Gaviria Correa se habría beneficiado del apoyo recibido por el movimiento Urabá Grande, Unida y en Paz, creado por esta estructura paramilitar para incidir en la política regional y nacional.
En el documento de la Fiscalía se indica que el 11 de junio de 2010, el comandante Freddy Rendón Herrera, alias “El Alemán” afirmó que el proyecto político Urabá Grande, Unido y en Paz apoyó al candidato Aníbal Gaviria y se refirió a unas presuntas grabaciones que probarían la afirmación.
Verdad Abierta dice que lo anterior fue ratificado por Jorge Isaac Mosquera Caicedo, exalcalde del municipio de Riosucio, Chocó, quien explicó en una versión rendida el 14 de septiembre de 2011 que hay un video en el que se evidencia cómo Aníbal Gaviria obtuvo la victoria gracias al apoyo del movimiento político paramilitar de Urabá.
Y sobre ese mismo apoyo atestiguaron Manuel Morales Peña, Lucelly Orjuela y Lucy Cardozo Alvarado el 13 y 14 de septiembre de 2011. Los tres, según el informe de la Fiscalía, “sustentan la supuesta asociación de Aníbal Gaviria con el BEC”.
Y, por si fuera poco, el texto indica que la Dirección Nacional Contra el Terrorismo aportó mediante informe de policía judicial un comunicado de 13 de diciembre de 2003 enviado por el proyecto Por una Urabá, Unida, Grande y en Paz y dirigido a Aníbal Gaviria Correa, donde ratifican su interés de apoyarlo y de contribuir en el programa de gobierno.
Por estas graves acusaciones, Gaviria Correa se presentó ante la fiscal delegada ante la Corte Suprema de la Corte de Justicia, Marta Lucía Zamora, para rendir su versión sobre los hechos en febrero de 2013. Allí, el señalado mandatario rechazó las acusaciones, hizo todas las aclaraciones del caso y aportó las pruebas que soportan sus manifestaciones.
No obstante, Verdad Abierta indica que, para octubre de 2017, el proceso contra Gaviria Correa, bajo el Radicado 11425, se encuentra activo, en estado de instrucción, y lo adelanta la Fiscalía 8 Delegada ante la Corte Suprema de Justicia.
En defensa de Gaviria salta el hecho de que el proceso no se encuentra en etapa de instrucción, y después de más de 16 años de sucedido el hecho en materia de investigación se mantiene en etapa de investigación preliminar.
Los tentáculos de “el Cebollero”
Alirio de Jesús Rendón Hurtado, alias “el Cebollero” es un reconocido comerciante de la Plaza Mayorista de Antioquia. Sin embargo, su fachada de próspero vendedor de hortalizas ocultaba al jefe de la banda de La Unión-Calatrava adscrita a La Oficina de Envigado.
Según Verdad Abierta, al “El Cebollero” se le buscaba por su presunta participación en varios crímenes cometidos por sicarios de su banda entre los años 2000 y 2007 en los que perdieron la vida nueve personas, entre ellas el dirigente deportivo Gustavo Upegui López, dueño del Envigado Fútbol Club, presunto paramilitar y narcotraficante, quien estaba al frente de la llamada ‘Oficina de Envigado’.
Para Verdad Abierta, la figuración de Rendón Hurtado a comienza con las excelentes relaciones que el primero tenía con algunos líderes políticos antioqueños, hecho que lo convirtió en el mayor distribuidor de licores de la Fábrica de Licores y Alcoholes de Antioquia (FLA) desde el año 2001, justo cuando empezó su periodo como gobernador Guillermo Gaviria Correa.
La distribuidora de Rendón se llamaba SUMERCA, esta fue contratada por la Oficina del Alto Comisionado para la Paz Luis Carlos Restrepo para suministrar alimentos y elementos de aseo para los 864 paramilitares del Bloque Cacique Nutibara desmovilizados el 25 de noviembre de 2003 en Medellín concentrados en La Ceja, Antioquia.
Ya en 2004, A través de SUMERCA, Rendón recibió descuentos especiales por sus compras al por mayor y de alguna manera se constituyó en uno de los más grandes distribuidores de los productos de la licorera antioqueña. Alcanzó cifras de ventas anuales que sobrepasaban los 180 mil millones de pesos. Pero el intento de monopolizar ese mercado se frustró al año siguiente cuando los escándalos por los privilegios dados a esta empresa fueron acallados con decisiones del gobierno departamental que atacaron la concentración de la comercialización de los licores de la FLA, dice Verdad Abierta.
A Aníbal Gaviria Correa se le reprocha el hecho de que en su gobierno se le diera semejantes beneficios para la compra de licor a “el Cebollero” y que solo terminaron cuando los rumores sobre la actuación de este en bandas criminales eran insostenibles, y ya se veía venir la acción de las autoridades sobre el jefe criminal.
Pero el asunto no paró ahí, ya que, según el periódico El Espectador, en publicación del 13 de octubre de 2011, una vez desenmascarado, “el Cebollero”, señaló que él tenía una relación muy estrecha con Aníbal Gaviria. De acuerdo con su versión, Rendón había hecho aportes económicos a la campaña de Gaviria desde la Central Mayorista de Abastos de Medellín donde él era amo y señor.
Gaviria, en ese tiempo, nuevamente señaló que Todo hace parte de una campaña sucia que busca desprestigiarme, muchas de estas infamias no las había respondido por respeto a mis conciudadanos, pero nos cansamos de tanta mentira. Sin embargo, una “prueba reina” sobre la relación entre “el Cebollero” y Aníbal Gaviria surgió. Era una fotografía que mostraba a ambos personajes en un evento realizado en la Plaza Mayorista de Antioquia.
Aníbal Gaviria (izquierda) junto a alias «El Cebollero» (derecha). Foto tomada del portal Minuto 30
«Se trata de fotografías tomadas en la Plaza Mayorista, en los años 2005 y 2006, en el evento llamado Arrieros Somos… El señor Rendón era miembro de la Junta Directiva de la Central Mayorista y él asistió a los actos protocolarios en tal condición. Fue un acto público, con la presencia de muchas personalidades. En ese momento no se tenía conocimiento de que el señor Rendón tuviera requerimientos judiciales«, zanjó Gaviria la discusión sobre las fotos en El Colombiano en 2011.
