Autora:
Juanita G. Pérez
No ha pasado ni una semana y un nuevo escándalo sacude a la “Locombia” de Duque. Esta vez, la ya dura situación de gobernabilidad del presidente se complica aún más por cuenta de un polémico contrato suscrito con la empresa Du Brand S.A.S. disponible en el portal Secop II.
De acuerdo al Contrato De Prestación De Servicios Número FP – 290 -2020 (fechado el 30 de abril), Juan Carlos Vargas Morales director Del Fondo De Programas Especiales Para La Paz Del Departamento Administrativo De La Presidencia De La República –FONDO PAZ— suscribió un acuerdo con Pedro Javier Sarmiento Charry, representante legal de la empresa Du Brand S.A.S.
Dicho acuerdo buscaría que Du Brand S.A.S. preste servicios profesionales especializados de apoyo a la gestión de la Consejería Presidencial para las Comunicaciones “en la elaboración, implementación y seguimiento de estrategias digitales integrales, así como la producción de contenidos y la administración de los canales digitales de comunicación del Presidente y de la Presidencia de la República, sobre las diferentes iniciativas y temáticas tendientes al mantenimiento de la Paz, en el marco de la Equidad, Legalidad y Emprendimiento”.
De ahí que el supervisor del contrato por 3.350 millones de pesos —que se efectuará entre el 1º de mayo y el 15 de diciembre de 2020— sea el Consejero Presidencial para las Comunicaciones (y en sus ratos libres gemólogo y pitoniso) Hassan Nassar.
Las curiosidades del contrato
El contrato causa curiosidad porque es pagado con la plata de FONDO PAZ, entidad cuyas principales funciones —según la Ley 368 de 1997— son: diseñar y desarrollar los planes, programas y estrategias dirigidas a la generación de condiciones y al logro y mantenimiento de la paz de conformidad con las directrices que señale el Presidente de la República; financiar y coordinar los planes, programas estrategias e iniciativas de paz; y diseñar y desarrollar planes que conlleven a la habilitación y rehabilitación de los discapacitados víctimas de la violencia.
Ninguna de las opciones se ajusta a lo solicitado a Du Brand S.A.S.
Sin embargo, en las consideraciones del contrato se lee un galimatías mal escrito —que, en aras de la veracidad para con nuestros lectores reproducimos— que aparte de hacer aburrir a quien ose leerlo busca justificar el contrato aduciendo que:
“La contratación del servicio descrito tiene su justificación para su financiación a través del Fondo de Programas Especiales para la Paz, en las siguientes razones: Colombia atraviesa un momento importante en su proceso de consolidación de la Paz. Por un lado, el desarrollo de actividades necesarias que generen la consolidación y mantenimiento de la paz, identificando condiciones de riesgo con el fin de implementar acciones para la mitigación de los mismos, teniendo en cuenta la coyuntura nacional y las actividades en materia de movilizaciones sociales iniciadas el 21 de noviembre de 2019, a partir del cual se declararon diversos toques de queda en el país, surge la necesidad de conocer la percepción de la sociedad acerca del estado actual de las políticas públicas, los avances y logros del Gobierno para identificar las acciones a seguir, con el fin de facilitar la interacción entre el ciudadano y la administración pública y dotar de herramientas institucionales la Conversación Nacional propuesta por el Gobierno como un espacio para dialogar de forma directa, abierta, incluyente y participativa con los diferentes actores y sectores sociales, económicos y políticos de todas las regiones del país, escuchar sus preocupaciones y propuestas y crear una ruta que contribuya al cierre de las brechas sociales y al logro de mayor equidad para todos los colombianos”.
En síntesis, Duque —con plata para la paz— busca herramientas para alzar su maltrecha imagen publicitando un tal diálogo social inexistente hasta ahora para conversar con sectores sociales que, en últimas (como todos sabemos) nos serán impuestos por quienes realmente mandan en el país.
Sin embargo, en su página número seis, el contrato trae la siguiente “perla”:
“El Consejero Presidencial para las Comunicaciones de la Presidencia de la República (o sea el pitoniso Nassar) solicitó al Director del Fondo de Programas Especiales, la celebración del presente contrato, allegando el estudio de análisis y condiciones del contrato, los antecedentes y los documentos del contratista. En sesión del 28 de abril de 2020, el Comité Asesor de Contratación del Fondo de Programas Especiales para la Paz, recomendó al Director del Fondo la celebración del contrato solicitado”.
Palabras más, palabras menos, Hassan Nassar pidió que se contratara con Du Brand S.A.S. directamente y a los “duros” de FONDO PAZ no les pareció rara la solicitud del consejero por lo que finalmente accedió a celebrar el multimillonario contrato.
Iván Duque, la mejor inversión de Du Brand S.A.S.
Cabe señalar que Du Brand S.A.S. es una sociedad comercial constituida mediante Escritura Pública No. 353 de la Notaría 69 de Bogotá del 27 de febrero de 2009. La firma a la que le fue adjudicado el millonario contrato trabajó en la campaña presidencial del 2018 del entonces candidato Iván Duque, en estrategias de posicionamiento en redes sociales.
Para ese mismo año, tras el triunfo de Duque, Du Brand S.A.S celebró el 30 de agosto su primer contrato con el Estado —el contrato FP-227 de 2018 por valor de 999 992 125 de pesos, hasta el 20 de diciembre de 2018— para brindar los servicios especializados de apoyo en la elaboración e implementación de estrategias digitales integrales, “tendientes a la construcción y el sostenimiento de la Paz en el marco de la Equidad y la Legalidad a la Presidencia de la República”, el cual fue pagado por FONDO PAZ.
Entre 2018 y 2019, Du Brand S.A.S tuvo otros dos contratos con el Ministerio del Trabajo realizando funciones de asesoría en comunicación digital. Sin embargo, el monto de estos no superó los 114 millones de pesos.
Este año, entre el 17 de enero y el 29 de febrero, Du Brand S.A.S. ya se había visto beneficiada con otro contrato (el FP-099 de 2020) emitido nuevamente desde FONDO PAZ por 780 millones de pesos por la prestación de sus servicios profesionales para la “elaboración, implementación y seguimiento de estrategias digitales integrales, así como la producción de contenidos y la administración de los canales digitales de comunicación del Presidente tendientes a la construcción y el sostenimiento de la Paz con Legalidad en el marco de la Equidad”.
En esa ocasión, fue el Comité Asesor de Contratación de FONDO PAZ el que le recomendó al director de FONDO PAZ la celebración del contrato. De este, Du Brand S.A.S. recibió un monto adicional de más de 58 millones de pesos autorizados por un otrosí avalado por el director Vargas.
Posteriormente su vínculo con el Estado quedó renovado a través del contrato que mencionamos al inicio del artículo y que hoy está alzando polémica.
Se podría decir que la seguidilla de acuerdos económicos con el Estado, gracias su participación en la campaña presidencial, innegablemente se han convertido en la mejor inversión económica que pudo haber hecho Du Brand S.A.S.. Quién de la mesa directiva de esa empresa diría que haber apoyado a un desconocido —todo un lastre para una empresa de publicidad— podría haber traído semejantes réditos.
Saltándose sus propias normas
Jaime Sanín explica que lo ocurrido con estos contratos entre la presidencia y Du Brand es, por lo menos, “curioso”.
De acuerdo con Sanín, en 2017 el entonces senador Iván Duque radicó el proyecto de ley que regulaba el uso “adecuado y eficiente de recursos públicos destinados a publicidad de naturaleza estatal”.
Con esta se buscaba poner fin al desmedido uso de recursos en publicidad estatal pues se consideraba que el gobierno Santos se estaba pasando de “derrochón”. Con ponencia del senador Fernando Nicolás Araujo —al que muchos de sus contradictores en Twitter llaman “Chambacú”— la iniciativa fue aprobada en primer debate en la Comisión Tercera del Senado.
“Lo sorprendente es que una vez se posesionó Duque como presidente, el proyecto de ley 104 de 2017 quedó perdido entre los últimos lugares del orden del día en la Plenaria del Senado”, escribió Sanín.
Es decir, que Duque buscó crear una norma para evitar el derroche publicitario, sin embargo, una vez elegido presidente se hizo “el loco” con la misma norma para que no le cayera encima.
Y uno puede hablar mucho de esto, y a la finan no va a pasar nada. Pero no habrá nada tan preciso como la profecía del “pitoniso” Hassan Nassar quien para esta ocasión dijo —el 29 de septiembre de 2014—: “Es bella esa costumbre de hablar de austeridad cuando se gastaron la plata en otras cosas, por ejemplo: publicidad”.
Excelente investigación, estos corrupto quieren acabsr con polombia.
Desafortunadamente, al cura se le olvida cuando fue sacristán, el señor en mención siempre ha recibido mis mayores aprecios y admiración, pero esta situación es bastante curiosa como dice Jaime Sanin.