Columnista:
Simón Delgado Marulanda
Es bien sabido que cuando se llega al poder una de las primeras tareas es devolver la plata invertida por empresas y personas a las campañas presidenciales, esto se hace bien sea favoreciendo con contratos, licitaciones o con subsidios. De este “gaje” del ejercicio político no ha estado exento Iván Duque y, mucho menos, lo estuvo Álvaro Uribe; ambos se han aprovechado de programas aparentemente sociales para mantener contentos a quienes han sido sus fieles inversionistas.
Álvaro Uribe, en su segundo mandato, le dio una clase magistral al país de cómo convertir un programa solidario para los campesinos en una lotería de créditos millonarios entregados a dedo. El tal Agro Ingreso Seguro (AIS), la magnificencia hecha programa, fue esa idea solidaria propuesta por el vivaracho del fisco público o, como diría Duque, la “rata de alcantarilla” de Andrés Felipe Arias, el exministro de Agricultura a quien el uribismo radical defiende a capa y espada, porque claro, en este país usted pasa de ser un corrupto a un perseguido político por mera cuestión de ideologías.
AIS fue un programa que pretendió entregar préstamos con bajas tasas de interés a los campesinos, y así propender por el desarrollo agropecuario del agricultor colombiano. Sin embargo, como en Colombia nada es de gratis, no nos demoramos mucho en darnos cuenta de que más de $75 600 000 484 millones de pesos fueron entregados a tan solo 100 proyectos de personas y empresas multimillonarias del país, muchas de ellas financiadoras de las campañas de Álvaro Uribe en 2002 y 2006.
Hace pocos días la Contraloría advirtió sobre lo que posiblemente puede ser el resurgimiento de este programa, pero esta vez, de la mano de FINAGRO y el Gobierno Nacional en cabeza de Iván Duque.
El pasado 27 de marzo, en el marco de la emergencia sanitaria, la Comisión Nacional de Crédito Agropecuario que preside el ministro de Agricultura Rodolfo Zea, aprobó mediante Resolución 001 del 2020, la creación de una línea especial de crédito denominada Colombia Agro Produce; con tasas, plazos y condiciones especiales para los campesinos del país.
Pero vaya sorpresa la que se llevó el órgano de control cuando se dio cuenta de que, tan solo cuatro días después de colarle la firma a la resolución, ya los 226 mil millones de pesos estaban repartidos. Para el martes 31 de marzo FINAGRO ya había asignado buena parte de esa línea de crédito blando. Dice la Contraloría que de esos créditos el 94 % fue para grandes empresarios, 4 % para medianos y tan solo 2 % para los verdaderos campesinos.
¡El 94% para grandes empresarios! Es decir, alrededor de 212 mil millones en subsidios para empresas que facturan al año miles de millones, mientras que al campo colombiano que está en crisis se le destina migajas.
¿Quiénes se vieron beneficiados?
ITALCOL S.A: empresa encargada de la fabricación, distribución, venta y explotación de concentrados para animales. Su presidente es Alberto Carbone Rodríguez, quien junto con su esposa María Scarletti Rodríguez de Carbone aparecen como financiadores de la campaña Duque Presidente con un aporte de 20 millones de pesos, según la “Relación de contribuciones o donaciones de los particulares” presentada por la campaña de Duque a la Registraduría. Esta empresa recibió del programa “Colombia Agro Produce” un crédito blando por 8100 millones de pesos. Es de recordar que una de las quejas recurrentes del campesinado es el desequilibrio que existe entre los precios que les pagan por sus productos y el precio que se les cobran por los insumos para el campo como germicidas, abonos o precisamente, concentrados.
Central Lechera de Manizales – Celema: junto con Industrias Normandy son dos prestigiosas firmas vinculadas a la familia de la exsenadora uribista Adriana Gutiérrez (que por cierto renunció en 2009 a su curul por acusaciones de nexos con paras). Celema fue beneficiada de AIS con $350 millones. La historia se repite y, ahora con los créditos de Duque, Celema recibió 2100 millones de pesos. Al día de hoy, según el certificado de existencia de la empresa, en la junta directiva de esta aparece Camilo Gaviria Gutiérrez, gerente de la campaña Duque Presidente en Caldas, excandidato a la Gobernación de Caldas por el Centro Democrático e hijo de la exsenadora.
Ingenio del Cauca S.A.S. e Ingenio Providencia S.A: ingenios vinculados a la organización Ardila Lülle, en cabeza de Carlos Ardila Lülle, uno de los hombres más ricos de Colombia y fiel adepto al uribismo; dueño de Postobón, RCN, Coltejer y accionista en más de 80 empresas. Tan solo el Ingenio del Cauca factura, según la Revista Dinero, ganancias anuales superiores a 1 billón de pesos ¿será que necesita tan urgentemente los subsidios del Estado? Este ingenio fue beneficiado en 2002 con Agro Ingreso Seguro con $4 224 112 500 millones de pesos. El Gobierno Duque también le supo devolver los favores y ahora le desembolsaron 2250 millones para Ingenio del Cauca; y 2500 millones para Ingenio Providencia.
ORF S.A. Arroz ROA Florhuila S.A: el gran productor de arroz del Huila que recibió $69 338 914 millones de pesos de AIS, hoy vuelve a ser beneficiada con 10 mil millones de “Colombia Agro Produce”.
Papeles Nacionales de Colombia S.A: a esta empresa que produce papel higiénico, servilletas y pañales le entregaron $5 mil millones de un programa que iba dirigido al agro.
Almagrícola S.A: es una empresa que según el Registro Único Empresarial (RUE), solo cuenta con 47 empleados, y a la cual le entregaron 2200 millones de pesos.
Impocoma S.A.S: empresa de transporte de carga en la cual figura como uno de los representantes legales Juan Carlos Carbone Rodríguez, hijo de Alberto Carbone, quien como vimos financió la campaña de Iván Duque; recibió 2200 millones de pesos.
Avidesa Mac Pollo S.A. y Avidesa de Occidente S.A: las grandes productoras de pollo, las cuales se vieron beneficiadas hace unos días por la decisión del Gobierno de suspender los aranceles a su principal producto de importación: el maíz, una decisión mortal para los pequeños agricultores del grano. Hoy también reciben 10 mil millones de pesos por cada una.
Joli Foods S.A.S: una empresa aparentemente chica, de la cual no se encuentra mucha información en Internet, recibió 2875 millones de pesos.
Otras empresas como Inversiones JV LTDA, Agroindustrial Molino Sonora S.A.S., la Federación Nacional de Arroceros, La Polar de Colombia S.A.S., Promotora de Café Colombia S.A., fueron también acreedoras de estos créditos blandos que oscilan entre los mil y cinco mil millones de pesos.
Nadie discute la legalidad de estas firmas, su trayectoria comercial o su capital. Es sabido que estas son sólidas económicamente y poseen suficiente músculo financiero para apalancar cualquier crédito. La crítica va dirigida al porqué de aprovecharse de créditos y subsidios estatales de los cuales fueron beneficiarios sabiendo que estos están destinados a pequeños productores del campo que verdaderamente necesitan de estos recursos.
“No le está llegando el crédito a quien más lo necesita, a los pequeños y medianos productores que están en los municipios más alejados”, expresó el contralor delegado del agro, Gabriel Romero.
Esta concentración de créditos subsidiados para el agro que se quedan en grandes empresas empeora el panorama del sector agrícola del país, que se sumerge cada vez más en una profunda desigualdad. Según el DANE la pobreza en el sector rural es del 40 %, el índice de concentración Gini de tierras en Colombia es de 0,91, uno de los más altos del mundo y la informalidad supera el 86 %, según Jorge Enrique Bedoya, presidente de la Sociedad de Agricultores de Colombia (SAC). Con este panorama ¿es justo que sean las grandes empresas las que reciban estos dineros?
Por si todo esto fuera poco, aún nos falta la cereza del pastel, y es que evidentemente el sector financiero de alguna forma tenía que sacar su tajada y fue muy simple: FINAGRO otorgó los créditos a través de la intermediación de los bancos Colpatria, Bancolombia, Davivienda, Itau y el Banco de Bogotá, —entidades que se ganan el 6 % en la operación con emergencia sanitaria o sin emergencia sanitaria— los cuales gracias a todas esas transferencias millonarias también ganaron su parte, pues nunca pierden. Nos salió bien cara esa donación de 80 mil millones de Sarmiento Angulo ¿no?
¿Por qué estas transferencias no las hicieron por medio del Banco Agrario? Banco que a parte de ser del Estado se encuentra en más lugares del país, especialmente en zonas alejadas, de esta forma le podríamos haber dado la posibilidad a más campesinos de acceder a estos créditos. ¿Por qué no se hizo así?
Cerramos con las palabras de la senadora uribista Paloma Valencia cuando se le preguntó sobre Agro Ingreso Seguro: “quién dijo que darle subsidios a los ricos era delito”. Tal parece que bajo esta lógica elitista funciona la ideología uribista que por un lado se rasga las vestiduras en nombre del campesino, mientras por el otro, se apodera ilegalmente de sus tierras, de sus créditos y de su progreso.
Los campesinos siempre somos los más atropellados con la corrupción. Siendo el sector que produce el alimento, al que más duro le toca trabajar, el menos beneficiado con ayudas, nos toca trabajar si o si por llevar alimento a cada hogar. Y si un día decidieramos no enviar más alimento que pasaría con los ricos, con la gente del común?
Al final no pasa nada. Los Colombianos somos muy conformistas y resignados. Nos roban los recursos y nada hacemos! Tapen , tapen! Pan y circo para el pueblo…
Simon, excelente, solo una aclaración ORF SA no produce un solo grano de arroz. Solo hace desde el gobierno Pastrana y luego reforzado en los dos gobiernos Uribe: la intermediacion de los productores, reteniendoles sus pagos, vendiendedoles sus insumos al fiado y al interes que ellos digan y jugando con el contrabando de arroz. Eso se los premiaron con el cuento del subisido al almacenamiento, lo que hacia y muy bien el antiguo IDEMA.
Definitivamente a mal que estamos. Un ministerio de agricultura y la financiera agrícola, en este tipo de maniobras como siempre favoreciendo a los grandes emporios industriales comerciales y/o de servicios: devolviendo los favores de las mal llamadas donaciones a las campañas políticas.
Igual que lo que esta sucediendo con los mercados y donaciones a los necesitados con la Pandemia. Que tal.
Para desgracia de nosotros los campesinos
Y colombianos del común, son unos tan pendejos que siguen apoyando a esta manada de RATAS DE CUELLO BLANCO, incluyendo al presidente.
Quien se ha pronunciado en contra del negociaso que hizo con los fondos privados de pensiones?
Saludos
Muy Interesante la Investigación, debería complementarse con los funcionarios de los bancos que otorgaron los prestamos y los funcionarios del gobiernos que participaron, ademas revisar si se puede hacer una denuncia por concierto para derelinquir y que reciban todos una sanción ejemplar.
Tengo una duda esta empresa La Polar Colombia sas, tiene algo que ver con la La Polar Venezolana.
Hasta Pronto
La emergencia decretada por el gobierno con decretos que aparentemente no llevan a ninguna parte o a una solución real de ninguno de los problemas ocasionados por la crisis sanitaria, sí tienen un enfoque muy particular, favorecer a sus acreedores de campaña a costa del mismo país que hoy no sabe cómo seguir adelante y un gobierno que se regocija con la danza de los millones a su disposición.