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Columnista:

Juan David Ramos Sierra

Desde su origen el 1 de diciembre de 2019 en Wuhan, China y hasta la confirmación de la Organización Mundial de la Salud (OMS) el 11 de marzo de 2020 de una pandemia, el COVID-19 conocido como coronavirus se ha expandido y la humanidad ha visto paso a paso de este brote que deja, hasta el momento, 243 000 infectados y 10 000 muertos en 171 países.

A pesar de no haberse encontrado aún un tratamiento médico efectivo o un tratamiento antiviral específico, los síntomas del nuevo virus nombrado SARS-CoV-2 y la enfermedad que lo causa COVID-19 son indispensables de determinar. Para el epidemiólogo Guillermo Prada esto no se trata de una gripa convencional. Afirma que casi nunca da mocos o dolor de garganta ni estornudadera, pero aclara que, por lo general, las sospechas son por fiebre, malestar con dolores musculares y tos seca frecuente.

Según explica el epidemiólogo, en caso de presentarse estas sospechas y, que se pueden caracterizar como síntomas moderados, es indispensable tomar precauciones como ponerse tapabocas y resguardarse en casa, además de aplicar recomendaciones como lavarse las manos con frecuencia y no saludar de mano ni de beso. De persistir y aumentar la sintomatología recomienda acudir al servicio de urgencias.

Las autoridades sanitarias reiteran la importancia de la consulta precoz, para eso recomiendan que las personas no se automediquen, no subestimen los síntomas, eviten el contacto con otras personas y hagan mención a la situación para la atención inmediata y la implementación de las medidas de control en los centros de salud.

Para el experto, la facilidad de contagio es absolutamente “aterradora”. Se refiere a lo que pueden causar las gotas de saliva en organismos y en las superficies como el metal, el plástico o la madera, lo que denomina “un vehículo de contaminación”. Precisamente un trabajo científico concluyó que el coronavirus puede sobrevivir en el ambiente de 2 a 9 horas, según la temperatura y la superficie, por eso, hace énfasis en lavarse con mucha frecuencia las manos a riesgo de evitar contagiarse.

El estudio que analizó 22 trabajos científicos, concluyó que el virus sobrevive más días a una temperatura fría, pero que al ser caliente, por ejemplo, a una temperatura de 40 grados, apenas dura de 4 a 96 horas en el ambiente. Entre las superficies analizadas están el aluminio y el papel, que parecen vivir de 2 a 8 horas; la madera con 4 días; el vidrio con 4 a 5 días; el plástico varía de 8 horas a 9 días; los guantes quirúrgicos menos de 8 horas; bata desechable de hospital hasta 2 días; entre otros.

Entre los estudios analizados, recomiendan desinfectarse las manos con antibacteriales basados en alcohol, además de lavarse las manos con agua y jabón; para ellos, el tiempo adecuado de limpieza es efectivo. Para las superficies indican la potencialidad de la lavandina para limpiar superficies en una dilución al 0,1 por ciento por 10 litros de agua.

Para el médico microbiólogo y líder del grupo especializado de coronavirus para Caldas, Sebastián Hernández Botero, “al coronavirus hay que tomárselo en serio” y lo catalogó como una “pandemia desastre natural”. Es enfático en afirmar que no es suficiente lavarse las manos bien, porque es una enfermedad asintomática, es decir, su portador no experimenta síntomas y recomienda no usar fármacos como Ibuprofeno, Diclofenaco o Naproxeno porque está asociado al aumento de mortandad en China y, según él, muestra más efectividad tomar bebidas caseras y Acetaminofén.

El epidemiólogo Prada hace referencia también al tiempo que puede estar el virus entre los seres humanos y, a su vez concluye, que llegó para quedarse. Para él, las experiencias de epidemias o de pandemias así lo confirman, y además ayudan a dar luces a interrogantes como es el caso del H1N1 que dejó cantidades de muertes en el 2009 y, que en su mayoría, para su curiosidad, eran jóvenes. En contraste con el actual virus afirma la gravedad de su sistema de comportamiento, ya que “el sistema inmunológico no lo reconoce como un agresor y eso le da vía libre para que nos agreda a su antojo” y que fatídicamente advierte que “este nos va a matar a los mayores de 60 años”.

Ante la situación de crisis, y preocupación en la ciudadanía recomienda el distanciamiento social como una medida preventiva, además de evitar aglomeraciones de personas y viajar en avión en estos momentos. También delega las responsabilidades de la conducta individual de cada ser humano, recalca la aptitud de cómo comportarse y el relacionamiento con las personas, a fin, de superar la contingencia y de evitar contagiados.

Referencias: