Columnista:
Miguel Cárdenas
El cantado retiro de Álvaro Uribe Vélez de la política nacional —a menos a nombre propio— ha suscitado todo tipo de reacciones, tanto dentro como fuera del partido Centro Democrático, quien aún hoy se declara unido bajo el liderazgo del senador, pese a tener presidente de la República en ejercicio; no obstante, el propio Ernesto Macías reconoció que sí hay división en el movimiento. Y el panorama no es exclusivo de su departamento.
En Antioquia las cosas no han sido fáciles para el uribismo, luego de que Alfredo Ramos perdiera la carrera por la Alcaldía de Medellín, en parte, por el apoyo de la senadora Paola Holguín y «Los Paolos», que fue a parar a la campaña de Santiago Gómez, «El —quemado— de Fico». Si bien Ramos aceptó el premio de consolación y ha tratado de congregar a los demás concejales en torno a su pensamiento, el alcalde Daniel Quintero, elegido bajo el Movimiento Independientes, contaría con el beneplácito de al menos tres concejales jóvenes del Centro Democrático.
Andrés Guerra —que se ha quemado 2 veces en las elecciones por la Gobernación de Antioquia— dice que ahora va por la Alcaldía de Medellín, pero también está causando divisiones en el partido con solo empezar. Para nadie es un secreto que él, quien es hermano del eterno concejal Bernardo Alejandro Guerra, lleva más de 8 años dedicado a las dos jornadas electorales de las que ha salido perdedor, así que podría estar tomando grandes riesgos al emprender su tercer intento por un cargo principal en la región; pero parece que esto no ha sido impedimento para iniciar acciones de ‘oposición’, así sea a las trancas.
Guerra, quizá en su intento por visibilizarse, convocó a una marcha en contra de las marchas. Tal vez, lo hizo sin meditar de fondo la propuesta, porque para el partido es absurda —bueno, y para cualquiera—, pues no se entiende que un miembro del partido de Gobierno, que vive en oposición a la protesta y a las marchas, ahora salga a convocar a una marcha en contra de esas otras marchas. Sí, es tan incoherente como suena.
De inmediato la petición del partido fue retirar todo logo del Centro Democrático del supuesto desfile pacífico —que evidentemente es una marcha con otro nombre—, a fin de no ver afectada más su ya cuestionada imagen; pero algo es claro, la gente sabe que quienes marcharán con Andrés Guerra serán miembros del colectivo uribista. Es una marcha uribista que, dada la división, puede que no convoque a muchas personas.
El partido puede negar oficialmente la división, eso es claro; pero aún más claras son las acciones y los caminos que están emprendiendo los políticos del Centro Democrático en Antioquia. Al parecer, Ramos está muy solo tras su derrota, pues no pudo probarle al expresidente Uribe que tiene la casta electoral de su padre —hoy pendiente de fallo en un proceso por parapolítica e investigado por el descalabro de Hidroituango—. «Los Paolos», por su parte, van donde diga Paola Holguín; hay 3 concejales que apoyarían al alcalde que le ganó al candidato uribista y Guerra no sabe por dónde tirar.
Y eso que aún no se ha retirado Uribe Vélez.
Fotografías Holguín y Guerra: cortesía de los perfiles de redes de cada político.
Fotografía Ramos: cortesía de El Espectador.