Autor:
Juanita G. Pérez
Aída Merlano, excongresista del Partido Conservador, narra desde Venezuela cómo Julio Gerlein ha estado en su vida desde los 10 años, aprovechándose de la pobreza y la humildad de su familia entera, la cual terminó dependiendo económicamente de él, situación que marcó su ingreso a la política nacional.
En una narración que demuestra la profunda normalización que se tiene socialmente de la corrupción política y electoral, Merlano cuenta que creció viendo a Julio Gerlein comprando cédulas de muertos que se traducían en votos para él.
Según Aída, desde muy pequeña giró su vida en torno a dicho empresario, pero fue a los 16 años que sostuvieron una relación (momento en el cual Merlano era menor de edad), y luego, cuando se intentaba distanciar de él, sus familiares eran despedidos como motivo de presión para obligarla a volver.
La excongresista narró hechos desde su infancia para así mostrar cómo podía conocer tanto sobre los movimientos de Julio Gerlein y sus amigos más cercanos, como el expresidente Vargas Lleras. Así mismo, deja claro en todo momento que las carreras políticas de los Gerlein y los Char están cimentadas en la corrupción y en la compra de votos.
Merlano aseguró que tanto Arturo, Fuad y Álex o Alejandro Char, como Julio Gerlein e hijo, deberían estar en la cárcel con ella por corrupción electoral en el departamento del Atlántico. Lanzando graves señalamientos, incluso, sobre el Gobierno actual al decir que tanto Gerlein como la familia Char compraron votos para elegir al hoy presidente Iván Duque.
No menos grave fueron sus declaraciones contra el Gobierno anterior, pues hizo hincapié en que Vargas Lleras recibió en un maletín 15 mil millones de pesos para la reelección presidencial de Juan Manuel Santos, mitad de Odebrecht y mitad de Julio Gerlein. Sobre el expresidente también asegura que la Fiscalía es manejada por la familia Char y por él, quien daba órdenes a Martínez Neira sobre algunas investigaciones que debían ser engavetadas, como las que cursaran contra Álex Char.
Precisamente sobre la Fiscalía de Martínez, la excongresista aseguró que Sarmiento Ángulo, Julio Gerlein y el propio Néstor Humberto Martínez cuadraron, en un yate, que sería ternado y elegido. Para tal fin, el presidente Santos habría repartido mermelada por medio del entonces ministro Cárdenas, garantizando así, el apoyo mayoritario de los partidos al abogado de Sarmiento.
Cuando Vicky le preguntó por el expresidente Uribe, ella respondió: «Yo no voy a hablar nada de Uribe». Y ante la pregunta insistente para que ahondara y su negativa, Vicky le preguntó si era por miedo o porque antes fue uribista, a lo que dijo que también se reservaba la respuesta.
Finalmente, Aída Merlano sostuvo la versión de que al Gobierno Duque no le interesa su verdad, puesto que «si ellos realmente me quisieran en Colombia, me hubieran pedido en extradición ante el Gobierno de Nicolás Maduro, no ante Guaidó, que quién es, no es nadie».
En lo que respecta a las pruebas, Merlano aseguró que las tiene todas y se las remitirá a Dávila vía correo electrónico. Además, le entregó una lista con las 10 mentiras que el exfiscal Martínez habría dicho sobre ella.
Resta esperar si para el fiscal general estas siguen siendo declaraciones sin fundamento, como si por ser prófuga la verdad de la excongresista no debiera ser sometida a procesos investigativos rigurosos para determinar si, como ella afirma, son muchos más los políticos destacados que deberían estar en prisión con ella.
La mozita de Julio Gerlein esta aprovechando su captura en Venezuela, donde la apoyan con tal de desacreditar a nuestro gobierno, para desquitarse de la perdida de los beneficios politicos que perdio ahora que se destapo su relacion de concubinato con este empresario Barranquillero, Tener moza es un problema bravo. Y ser moza y ser rechazada es veneno seguro, la moza daña lo que sea para desquitarse.