Autor: Cristian F. Álvarez
El 29 de enero el senador de la coalición MAIS-Decentes, Gustavo Bolívar, lanzó una serie de trinos sobre su percepción personal de las consecuencias que ha tenido el cierre de la frontera venezolana con Colombia, que ya ajusta 4 años.
Desde La Oreja Roja nos dimos a la tarea de realizar un análisis sobre lo escrito por el senador Bolívar, para ver qué tanto sustento hay en sus palabras.
Sobre las exportaciones
El escritor y político comenzó su hilo escribiendo que Venezuela y la torpeza de Duque/Uribe. En primer término, decir que acabaron con un comercio bilateral cuya balanza favorecía en 5.000 millones de dólares a Colombia. O sea, el gobierno de los empresarios les quitó 16.5 billones en ventas al año.
Lo primero a resaltar es que el cierre de la frontera no es una decisión que haya tomado el gobierno colombiano, sino que dicha acción fue tomada por el régimen de Nicolás Maduro el 21 de agosto de 2015.
Es de aclarar que Colombia sí ha cerrado la frontera, pero en situaciones excepcionales y atípicas como son, por el ejemplo, las jornadas electorales.
El segundo punto es que el senador no ofrece ninguna fuente que dé veracidad de un comercio bilateral que le reportara a Colombia 5.000 millones de dólares, así como tampoco aporta pruebas de que “el gobierno de los empresarios les quitó 16.5 billones en ventas al año”.
No obstante, consultamos la documentación que pudiera hablar del tema y encontramos que para 2015, las exportaciones nacionales fueron cercanas a los 35.690 millones de dólares, en 2016 rondaron los 31.831 millones de dólares (una reducción del 13%), en 2017 el rubro llegó a los cerca de 37.800 millones de dólares (un incremento del 19%), en 2018 se alcanzaron los 41.831 millones de dólares (incrementaron un 10.4%) y en el primer semestre de 2019 las exportaciones ya marcaban 20.246 millones (se redujeron en 1.5% respecto al primer semestre de 2018); según cifras del DANE publicadas por Portafolio.
En síntesis, sobre este punto, si bien el senador Bolívar denuncia que las exportaciones hacia Venezuela se redujeron por el bloqueo, el mercado —entre otros factores como el precio del dólar— se diversificó y consiguió nuevos puertos como India, Turquía y Gabón, a los cuales llevar su oferta; lo que hizo que repuntaran las exportaciones, según los datos disponibles.
¿Culpa del Cerco Diplomático?
En su segundo trino, Bolívar señala que Hoy Colombia arrastra un déficit de 10.000 millones en la ecuación Exportaciones Vs Importaciones (Balanza C.) Como van a decir que tocaba debilitar a Maduro contribuyendo al bloqueo, les diré lo que lograron: Un desabastecimiento que ha empujado a 1.6 millones de venezolanos a Colombia.
En esta parte el senador omitió algunos detalles que vale la pena rescatar. El primero de ellos es que el déficit de la ecuación importaciones versus exportaciones que él expone viene de tiempo atrás del mandato “uriduquista”.
Para 2014 Venezuela le adeudaba a la industria colombiana cerca 200 millones de dólares, situación que hizo que muchas empresas nacionales, viendo lo incierto de que la República Bolivariana asumiera dichas deudas y las cancelara, decidieran cerrar tratos comerciales con dicha nación, tal como hicieron otros varios países.
De otro lado, los propios problemas de desabastecimiento en Venezuela, producto de la nacionalización de su industria y los malos manejos realizados por parte de los dirigentes chavistas puestos a cargo de la producción nacional, ya afectaban a la población del país vecino desde 2015, mucho antes de la implementación del “Cerco diplomático” y del “bloqueo comercial” impuesto por Donald Trump.
Consecuencias de la migración
En la tercera parte el representante por MAIS-Decentes, tuiteó: Acrecentando nuestros problemas de desempleo, inseguridad, cobertura en salud y pauperrización laboral. Aquí dirán que con comunistas ni el saludo. Olvidan que China es el principal socio de USA. Gobiernos inteligentes no trasladan diferencias ideológicas al plano comercial.
Sobre este apartado, Bolívar tiene razón en el sentido de que muchas problemáticas se acrecentaron con la llegada masiva de los 1.4 millones de ciudadanos venezolanos. según Migración Colombia (sumando los cerca de 400.000 colombianos retornados según ACNUR, muchos de ellos deportados), que desesperados por la situación de su país huyeron al nuestro.
Según información suministrada por el Observatorio del Delito de la Policía Nacional, (recopilada por el informe “4 años Cierre de la Frontera” de la Cámara de Comercio de Cúcuta, una de las ciudades con mayor cantidad de venezolanos), en Cucuta, por ejemplo, se evidencia un aumento desde el 2015 en el hurto a personas en las diferentes modalidades principalmente con armas de fuego.
El 2015 reportó el hurto de 2.096 personas; el 2016 reportó 2.845; el 2017, 3.066; el 2018, 3.178 y para mediados de 2019 iban 1.856 reportes en dicha ciudad. En materia de homicidios, según el mismo reporte se tiene que en el 2015 se produjeron 369; en 2016 fueron 511; en 2017 se registraron 513; en 2018 423 y a mediados de 2019 iban 271.
Además, gran parte de los habitantes de la ciudad consultados en la encuesta de Cúcuta Cómo Vamos afirman que se sienten más inseguros en las calles y en sus barrios.
También para nadie es un misterio que los grupos criminales del país están encontrando en los inmigrantes “mano de obra” con la que expandir sus dominios y operaciones, tal como lo denuncia el canal noticioso DW en su artículo “Frontera colombo-venezolana: el imperio de la violencia”.
De otro lado, de acuerdo al estudio “Efectos en el mercado laboral colombiano de la reciente migración desde Venezuela” — realizado por el Banco de la Republica — se evidencia que la migración tiene una correlación en el comportamiento del empleo y la informalidad.
En el corto plazo la teoría indica que un incremento exógeno de la oferta laboral presiona a la baja los salarios promedios de los trabajadores locales. Los migrantes ingresan a su vez con un nivel de empleo y de ingresos menor y pueden ocupar por menor salarios los empleos ofertados por la economía local, traduciéndose en un aumento del desempleo para los nativos, así como el aumento continuo del subempleo y de la informalidad.
El senador también se refiere en su hilo a otros apartados como El fallido cerco humanitario, las fotos falsas en la ONU, el concierto en la frontera, el robo de recursos de ayuda humanitaria, el apoyo al pelele Guaidó como Pte. en el aire, y el episodio de Aida Merlano, ¡la tapa del ridículo!, hechos con total veracidad que no vale la pena analizar.
La salida de Maduro
Finalmente, Bolívar muestra su perspectiva sobre las salidas que hay al régimen de Nicolás Maduro. Primero, la democrática, con un problema. Si quieren tumbar a Maduro vía electoral van a perder: 4 millones de inconformes emigraron. Les toca permitir que Colombia venda alimentos a Vzla. para que regrese al menos la mitad de los inmigrantes. ¿O quién va a votar por la oposición?
De un lado ya descartamos la posibilidad del retorno de la industria colombiana debido a que el gobierno venezolano no tiene con qué pagar las deudas actuales ni tampoco las futuras.
Por el otro, los medios vienen registrando un retorno de venezolanos a sus países, que, según la propia cancillería venezolana, en diciembre de 2019 alcanzó la cifra de 15.000 retornados.
No es descabellado pensar que, para unas futuras elecciones, el movimiento migratorio hacia Venezuela repunte como sucedió en diciembre por motivo de las festividades navideñas.
Además, de acuerdo con Félix Seijas, director de la encuestadora Delphos, en una encuesta realizada en diciembre de 2019, solo el 14,3% de los consultados se define como maduristas, mientras que el opositor Guaidó cuenta con el respaldo del 45% de los indagados.
Aunque también vale la pena rescatar que la misma encuesta señala que el 14% de los preguntados siente predilección por los partidos de oposición, mientras que 18% lo hacen por el partido gobiernista del PSUV, aunque de ese 18%, el 9.1% se califican como chavistas descontentos con Maduro.
Como pudimos ver con este análisis, si bien el senador Bolívar se destaca por la seriedad y por lo bien “dateado” que es en sus opiniones; al menos en este caso, como tanto se lo han recordado sus detractores de Twitter, erró en varias de sus apreciaciones. En síntesis, con este hilo, Bolívar juntó unas de cal y otras de arena.