Columnista: Magnolia Londoño
Los Parques Biblioteca poco a poco se convirtieron en un referente de renovación educativa y cultural de la ciudad de Medellín y de del departamento de Antioquia. Se podría decir que su creación estuvo justificada en la necesidad de darle a un nuevo aire de modernidad –en la que se integrara mejor a la sociedad– a espacios tan acartonados como las bibliotecas municipales.
La «catapulta» de Fajardo Valderrama
De acuerdo con la Empresa de Desarrollo Urbano, EDU, los Parques Bibliotecas son complejos urbanísticos de arquitectura moderna y amplios espacios públicos que poseen una edificación central dotada de una biblioteca con moderno equipo computacional, justificando así el nombre de Parque Biblioteca.
Según se puede leer en el portal de la administración municipal, Los Parques Bibliotecas son centros culturales para el desarrollo social y el encuentro ciudadano. Las actividades educativas y lúdicas allí realizadas propenden por la construcción de colectivos y la prestación de servicios culturales para el fortalecimiento de las organizaciones barriales.
Sin embargo, todo hay que decirlo, tan loable fin no ha estado exento de otros menos nobles como son los políticos.
Para nadie es un secreto que la estrategia de los Parques Biblioteca fue uno de los pilares con los que el político “mitadista” Sergio Fajardo cimentó su carrera a la alcaldía de Medellín entre el 2004 y el 2007 y la gobernación de Antioquia entre 2012 y 2015; e incluso la candidatura presidencial de Colombia en el 2010 y en el 2018.
A través de su paso por la alcaldía –y de las sucedáneas que han compartido esa visión de una “Medellín más educada”– los parques biblioteca se volvieron referentes de ciudad, lo que ayudo a que pasaran de cuatro en 2006 a nueve en 2018. Incluso dicho modelo se replicó en varios municipios del Área Metropolitana como Sabaneta y Envigado.
La fórmula que tantos éxitos le trajo en la alcaldía a Fajardo Valderrama, fue replicada en la administración departamental del “político profesor” quien prometió 80 Parques Educativos para todo el departamento.
Sin embargo, de los prometidos solo alcanzó a entregar 62, muchos de ellos –valga decirlo– con el cemento aún húmedo y con graves problemas estructurales solo para cumplir con el cuatrienio de Fajardo incluso si eso implicaba dejarlos con su futuro económico incierto.
Luis Pérez: sí, pero no
Con la llegada del chabacano de Luis Pérez, el futuro de los demás parques sufrió graves retrasos. Aunque en medios de comunicación se mostraba amigo del proyecto, sus acciones daban a entender lo contrario.
El secretario de Educación de Gutiérrez, Néstor David Restrepo Bonnet, comentó para El Tiempo –en marzo de 2019– que el departamento solo contaba con 40 parques educativos en funcionamiento.
Además, señaló que, de los 80 parques educativos propuestos por Fajardo, 21 fueron terminados en el mandato de Pérez, y aún seguían en mora de rebasar a la administración anterior, pues faltaba entregar las obras en Buriticá, Yali y Santo Domingo.
Según El Tiempo, en el 2016 la Secretaría de Educación recibió un presupuesto de 40.000 millones de pesos para el mantenimiento de 80 Parques Educativos y 10 Ciudadelas Educativas.
Sin embargo, para el secretario Restrepo la preocupación de la gobernación de Pérez Gutiérrez no estaba centrada únicamente en el mantenimiento de los parques, pues esta consideró que era un error enfocar la política educativa del departamento en ese tipo de edificaciones.
En esta administración, el objetivo no es construir grandes mega colegios, sino responderles a las comunidades con instituciones tradicionales con adecuación y mejoras estructurales. No buscamos construir figuras faraónicas a la persona, dijo Restrepo, sin sonrojarse.
Y aquí, permítame amable lector que se me salga una risotada burlesca.
Por otro lado, en la misma nota, Jessica Stephenson, subsecretaria de Parques Educativos en la gobernación de Fajardo, alegó que era absolutamente falso que los problemas de funcionamiento de los parques fueran por fallas en las obras, ya que según ella la cifra dejada por la administración anterior para el cuidado de los Parques Educativos superaba por 10 veces la comentada por Restrepo.
El problema principal es que la gobernación de Luis Pérez le quitó toda la financiación a los parques educativos. Nosotros habíamos dejado unos recursos de regalías para programas educativos y de dotación. Ellos no han pagado la programación educativa ni el funcionamiento de los parques, denunció Stephenson al diario nacional.
Incluso, en marzo de 2019, la administración de Luis Pérez tuvo que enfrentar dos decisiones judiciales emanadas por el Tribunal Administrativo de Antioquia quien falló a favor de las comunidades de Argelia y Maceo para que los Parques Educativos de esas localidades fueran terminados y dotados por la administración departamental.
He ahí la buena voluntad que tenía con el proyecto el hombre al que muchos llaman en voz baja con el mismo nombre de un monarca francés.
De otro lado, en Medellín, la administración del otro Gutiérrez, tampoco hizo mucho por expandir este modelo de bibliotecas a otros espacios de ciudad que todavía las necesitan desesperadamente. En la pasada administración no se inauguró uno solo de estos espacios.
Como sería de diferente la situación actual de la ciudad si en otros sectores populares existieran estas alternativas culturales y educativas.
Pero no, “Fico” decidió gastarse 130.000 millones en embellecer su imagen y en tratar de endosarle votos a su amigo Santiago, “El de Fico”, quien resultó más que chamuscado en las últimas elecciones locales.
Una nueva esperanza
Sin embargo, dos nuevas noticias podrían devolverle la esperanza a estos espacios de ciudad y región, tan golpeados por los egos y la desidia de nuestros ilustres políticos.
La primera es la llegada del nuevo gobernador Aníbal Gaviria a la dirección del departamento. Gaviria es uno de aquellos alcaldes que comulgó con la tesis de una ciudad “más educada”, y en campaña se comprometió a mantener los Parques Educativos y su óptimo funcionamiento.
Aunque esta promesa hay que tomarla con pinzas pues, pese a que Gaviria considera estos espacios referentes del departamento, en su Plan de Gobierno es poco lo que habla de ellos.
De otro lado, en estos primeros días de enero, el alcalde Quintero sorprendió al darle fin a aquel juego de papa caliente entre los constructores de la Biblioteca España –cerrada desde mediados de 2015– y la Alcaldía.
De acuerdo con Noticias Telemedellín, el mandatario local prometió que la Biblioteca España será reconstruida a como dé lugar por lo que ya dio la orden para destrabar los problemas jurídicos que siguen sin decidir quién debe responder por semejante desfalco que rondaría los 15.000 millones de pesos de la obra y los 20.000 millones de pesos de su reconstrucción.
Cabe recordar que la Biblioteca España fue hecha de afán en un terreno inestable y con graves problemas estructurales, todo porque Fajardo –que ya le hizo el feo a esta polémica– invitó a su inauguración a nada más y nada menos que a los reyes católicos de España en una muestra de servil colonialismo decimonónico en pleno siglo XXI.
Y como del afán solo queda el cansancio, ahí están las consecuencias de la visita real: detrimento patrimonial, un edificio en ruinas y una comunidad necesitada de este espacio muy afectada con su ausencia.
Sin embargo, con la decisión de Quintero se recobra la esperanza de reapertura de este espacio y se espera que se consolide un plan de expansión para que por fin al menos alcancemos aquel mantra de “Medellín la más educada”.
Fotografía cortesía Onix.