Matilda González, ¡Tú sí me representas como mujer!

Ser mujer es habitar un cuerpo, hacerlo propio, darlo a conocer al mundo, con la idea de que se está a gusto allí. Y eso incluye a Matilda.

Opina - Sexualidad

2020-01-20

Matilda González, ¡Tú sí me representas como mujer!

Columnista: Moni Toledo

 

Los hombres me explican cosas… por ejemplo: Samuel, explica porqué Matilda González no puede ser secretaria de la Mujer y Equidad de Género en Manizales. ¡Ni en Marte pues!

Así es, el mansplaining ha llegado a niveles exorbitantes dentro de nuestra sociedad, a veces desbordan nuestra paciencia y ponen a prueba nuestra atención frente a esas explicaciones banales que abundan en el debate público y que siempre quieren acallar las voces y la forma de ver el mundo por parte de nosotras, las mujeres.

Que porque es una trans, Matilda no puede representar a la caldense de a pie, porque se ve distinta, porque camina distinto. Que porque la caldense «de cepa», según un hombre que no es de allá, no es diversa.

Que no tiene derecho a verse, sentirse y pensar distinto a lo que tradicionalmente él, Samuel, percibe como «natural», como la noción ortodoxa que tiene sobre la mujer y se lo hace saber a sus seguidores y firmantes de una petición que anda circulando por ahí y que no prosperará porque existe una ley contra la discriminación y el odio.

La gente ha viralizado su apoyo a Matilda por medio de una petición similar en redes, en medios y en la calle, que ya hasta trascendió a nivel nacional.

Un amigo me preguntaba por WhatsApp que si creía que ella nos representaba como mujer, —en una instancia que debe velar por los derechos de las mujeres y que las políticas públicas cobijen a toda la diversidad humana, que en un municipio puede caber dentro de la noción de «género» o diversidad sexual— obviamente le dije que sí, ser mujer va más allá de tener una vagina, senos naturales (o de silicona), tener la menstruación y parir para el gusto de los providas como Samuel.

Ser mujer es habitar un cuerpo, hacerlo propio, darlo a conocer al mundo, con la idea de que se está a gusto allí, con la idea intrínseca que se tiene de «ser» y «estar» en sociedad de forma individual y colectiva. Y eso incluye a Matilda.

Ella moldeó su cuerpo, su idea de sí misma y su vida para sentirse libre en esta sociedad y hasta en Júpiter. Aceptarse como realmente quería ser y que la viéramos.

¿Quiénes somos nosotros para cohibirla de ser mujer y representarnos? A mí me representa, no sólo por el hecho de autodenominarse «mujer» sino por sus capacidades profesionales, su trayectoria profesional en favor de las poblaciones que han padecido la discriminación y por su objetivo de llegar a Manizales a trabajar en las desaprehensión del machismo que está disparando los índices de violencia de género en el municipio.

Samuel, gracias por despertar la solidaridad de muchos a favor de Matilda, eso es un buen indicio de que nuestra sociedad está lista para lo realmente importante: gobernar en la diferencia. Sea por la diferencia sexual, la ideológica, la cultural, la que tú quieras o no, Samuel.

Estamos listas para ver a una mujer trans liderando la agenda de las mujeres en una sociedad que históricamente ha sido conservadora (goda), pero que al atraer a estudiantes de otros rincones del país por su oferta universitaria y de calidad de vida, se ha visto en la importante tarea de albergar la diversidad humana, la empatía y ha entablado una conversación pública sobre la igualdad.

Qué en lo público nos juzguen por la gestión y no por la ausencia, o no, de ovarios.

 

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Moni Toledo
Politóloga de la UAM. Activista por la defensa de los derechos de la mujer y la población LGTBI. Amante de la literatura erótica y transgresora. Columnista esporádica.