Autor: Santiago Carrascal
El deporte es la actividad del ser humano que más cautiva y moviliza multitudes, por tanto, es prácticamente imposible que pueda estar por fuera de la política.
Los Juegos Olímpicos siempre han sido dominados por los países más poderosos del mundo, que son los que más recursos económicos, planes de desarrollo deportivo y calidad de vida le brindan a sus habitantes, quienes, además, nacionalizan nuevos talentos logrando así desarrollar deportistas de alta competición, buscando demostrar su supremacía.
Sin embargo, un país pobre como Cuba, a pesar de soportar un incesante y criminal bloqueo económico, aporta un alto porcentaje de su PIB para el deporte, lo cual permite que sus ciudadanos con talento dediquen el 100% de su tiempo a esa actividad.
Como resultado, esta isla ostenta deportistas de alto rendimiento que compiten a nivel mundial. Cuba ganó su primera medalla en unos Juegos Olímpicos tras el triunfo de la Revolución.
En el ranking histórico mundial de medallas olímpicas los cubanos ocupan el puesto 16, mientras Brasil se ubica 30, Jamaica 32, Argentina 34, México 41, Bahamas 55 y Colombia 56.
Es momento de retrotraernos para tratar de comprender la evolución del deporte y cómo a través del tiempo ha tratado de ser coartado por emperadores, reyes, políticos, politiqueros corruptos y dictadores para tratar de limpiar su imagen y ganar adeptos.
“Al pueblo, pan y circo”, en tiempos del Imperio Romano ponían en la arena de un coliseo a esclavos convertidos en gladiadores para que se enfrentaran con tigres o leones, mientras el emperador, sus sequitos y una multitud enardecida por la sangre y la muerte festejaba en las tribunas, muy parecido a lo que después se llamaría “fiesta brava” o toreo.
Los Juegos Olímpicos modernos se inspiraron en los Juegos de la Antigüedad de la ciudad de Olimpia, Grecia. En 1894, el barón de Coubertin fundó el Comité Olímpico Internacional (COI), quien desde entonces se convirtió en el órgano coordinador del Movimiento Olímpico. La primera edición de los Juegos Olímpicos de la era moderna se llevó a cabo en Atenas, Grecia, a partir del 6 de abril de 1896.
La Maratón Olímpica se inspiró en relatos de la Batalla de Maratón, que tuvo lugar en el año 490 a. C. Cuenta la historia que Filípides, en una formidable hazaña, recorrió más de 40 kilómetros para avisar a los espartanos del desembarco persa en Maratón y gracias a eso los griegos derrotaron a los persas.
En 1936, los Juegos Olímpicos se celebraron en la Alemania nazi del dictador Adolf Hitler. En este caso el deporte sirvió para aplicar la estética e ideología nazi y fue usado como vehículo de propaganda por el régimen hitleriano. Durante los juegos Alemania redujo la represión antisemita. Al mismo tiempo, la dictadura llevó a cabo una campaña diplomática intentando captar la simpatía de dignatarios extranjeros que visitaron el país durante las justas deportivas. El encargado de desarrollar el elaborado programa de difusión fue el ministro de Propaganda Joseph Goebbels.
Uno de los atletas más destacados de los juegos fue Jesse Owens, ganador de las pruebas de 100m, 200m, 4×100m y salto largo, a quien Hitler rehusó dar la mano por ser negro, debido a que él, Adolf Hitler, habría intentado utilizar los juegos para demostrar sus teorías sobre la superioridad racial aria.
En 1978, entre la gloria y el horror se celebró el XI Campeonato Mundial de Fútbol en Argentina, dominada por la dictadura que había impuesto un régimen terrorista de Estado. El Estadio Monumental de Buenos Aires, donde se realizaron las ceremonias de apertura y cierre del torneo, se encuentra a pocos metros de la Escuela Militar de la Armada (ESMA), uno de los principales centros clandestinos de detención y tortura de la corrupta y sangrienta dictadura, donde, literalmente, los gritos de las personas que eran brutalmente torturadas eran tapados por las celebración de los goles en el estadio.
No obstante, la decisión de realizar el torneo en la Argentina, las relaciones entre la dictadura militar del país con la FIFA, los resultados deportivos y los actos de corrupción han sido materia de investigación y debate a través del tiempo.
En un país que muere y vive por el fútbol, Mauricio Macri, quien será recordado por su desgobierno y corrupción, ganó el apoyo para ser presidente de la Argentina gracias a sus años en la dirección del Club Atlético Boca Juniors, el equipo más popular de ese país.
Macri, con sus políticas de recorte del gasto público, el aumento desmedido de la deuda y los tarifazos incluidos en el paquetazo del Fondo Monetario Internacional (FMI), ha llevado a su país a una crisis social, ha aumentado significativamente la desigualdad y la pobreza de quienes paradójicamente lo llevaron al poder en un país donde las barras bravas tienen gran poder de movilización en barrios pobres y villas, donde mueven votos y ejercen presión sobre los fanáticos futboleros.
En Italia, Silvio Berlusconi, propietario y presidente del equipo de fútbol AC Milan, desde 1986 hasta el 2017, aprovechó esa condición para ir ascendiendo políticamente hasta llegar a ejercer como presidente del Consejo de Ministros en tres ocasiones en un país apasionado por el fútbol.
En junio de 2013, Berlusconi fue condenado a 7 años de prisión e inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos por constricción a la prostitución de menores y abuso de autoridad en el Proceso Ruby. En agosto de 2013, la Corte Suprema de Casación lo condenó en forma definitiva a 4 años de prisión por fraude fiscal en el Proceso Mediaset. En julio de 2015, el tribunal de Nápoles lo condenó a tres años de prisión por soborno al senador Sergio De Gregorio.
Dentro de los distintos gobiernos totalitarios y fascistas que se instauraron en Europa, el deporte fue una de las herramientas más usadas para generar propaganda política. Solo basta con ver cómo Hitler y Mussolini apoyaron distintas ramas físicas para impulsar un discurso de poder. El fútbol fungió como uno de los factores más importantes en este ámbito. Incluso la dictadura de Francisco Franco en España se sirvió del balompié para llevar el nacionalismo hasta los extremos. La Selección española fue punto clave para llevar la política del régimen a través del deporte de manera internacional, junto con el Real Madrid, el cual se convirtió en el equipo de Franco, la bandera de una supuesta nueva España exitosa, sus ideas políticas se vieron reflejadas en sus conquistas.
Durante el franquismo el Real Madrid logró ganar catorce títulos de liga, consolidándose como el pilar del gobierno en el fútbol. Detrás de esto, Barcelona, que fue identificado como un equipo antifranquista, solo pudo conquistar seis campeonatos de liga.
Los regionalismos dentro de comunidades como Cataluña o País Vasco también se trasladaron a la cancha con el Barcelona y el Athletic Club. Durante el franquismo, el uso del catalán y el euskera se prohibió, incluso el conjunto vasco tuvo que cambiar su nombre a Atlético de Bilbao, ya que un equipo español debía tener su nombre en esta misma lengua.
El Real Madrid Foot-Ball Club tiene derecho a portar la corona real en su escudo, a partir del 29 de junio de 1920, según misiva procedente del rey de España Alfonso XIII de Borbón dirigida al presidente del club1, quien recíprocamente nombró al primogénito Alfonso de Borbón y Battenberg presidente honorario del club.
El actual presidente del Real Madrid, Florentino Pérez, ha sabido aprovechar las influencias de su equipo y su amistad personal con los presidentes para conseguir contratos en construcción de carreteras y autopistas, a través del lucrativo negocio de los peajes y concesiones para proveer electricidad y gas natural en varios países de la región, como es el caso de México, Colombia y Argentina, donde tiene negocios de peajes, que fueron beneficiados durante el Gobierno de su amigo Macri.
Por otro lado, es conocida la presión de Florentino para que la final de la libertadores pasada, entre River y Boca, fuese sacada del Monumental para, en una polémica decisión, fuese llevada al estadio de Real Madrid, donde además del beneficio económico que generó, fue vistosa la cantidad de reuniones en el palco con invitados amigos y sus intereses en la región.
En 2014, el Real Madrid fichó al mexicano Javier Hernández “Chicharito” y al mismo tiempo crecieron sus contratos con el Gobierno de Enrique Peña Nieto. El mismo año Florentino Pérez contrató a James Rodríguez y comenzó la campaña mediática de la cual hizo parte el embajador de Colombia en España, de ese entonces, Fernando Carrillo, para tapar el pésimo servicio de Electricaribe que estaba causando descontento popular en la Costa Atlántica.
Meses antes, Fernando Carrillo había sido ministro del Interior del Gobierno de Juan Manuel Santos, el cual presionado por las protestas de los afectados por el mal servicio, las altas tarifas y la corrupción en Electricaribe había amenazado con liquidar la empresa, donde el máximo accionista es el presidente del Real Madrid Florentino Pérez.
Después de la contratación de James Rodríguez, el presidente del Real Madrid tuvo un respiro y sus contratos y concesiones con el Estado Colombiano le siguieron produciendo riqueza mientras a los habitantes de la Costa Atlántica colombiana les siguió causando pobreza y desesperanza, todo esto se afianzó con la llegada de Iván Duque al poder.
En mayo de 2018, el candidato presidencial Iván Duque ofreció cambiar el operador eléctrico de la Costa Atlántica. En julio, en calidad de presidente electo de Colombia, Duque, visitó el estadio Santiago Bernabéu, donde fue recibido por el presidente del Real Madrid Florentino Pérez, dueño de Electricaribe, quien le hizo entrega de una camiseta del equipo con su nombre. Sobre esta inesperada visita al Bernabéu se hizo viral este video donde el exgoleador del Madrid y la Selección de España, Butragueño, ridiculizó a Duque. En agosto, después de posesionado como presidente, Iván Duque propuso como solución subir las tarifas de la energía en el Caribe colombiano.
No contento con lo anterior, el presidente Iván Duque ha seguido insistiendo en solucionar los problemas de la empresa de Florentino Pérez y, para tal fin, su Gobierno incluyó en el Plan Nacional de Desarrollo (PND) 2018-2022 una sobretasa de $4 por kilovatio para los estratos 4, 5 y 6 de todo el país para salvar a Electricaribe.
Cuando entramos a revisar cómo se ha manejado el deporte en Colombia el panorama es muy desesperanzador. La corrupción, la politiquería y las mafias que tienen secuestrado el Estado tienen puestas su garras en el deporte de nuestro sufrido país, donde las instituciones, cuya función es fomentar, organizar y regir la actividad deportiva, son utilizadas como fortín político para la burocracia y la corrupción.
El proyecto del Presupuesto General de la Nación presentado por el Gobierno al Congreso, destina $553.000 millones para el deporte en 2020, con un aumento aproximado del 10%, respecto a los $500.000 que fueron asignados para el 2019. A simple vista, los recursos tendrían que ser más amplios cuando, por primera vez, Colombia tendrá un Ministerio del Deporte, lo cual implica más burocracia.
El presidente de Coldeportes, Ernesto Lucena, quien será el primer ministro del Deporte colombiano, comenzó a derrochar el paupérrimo presupuesto con burocracia, ejemplo palpable de lo anterior es el contrato millonario de Faryd Mondragón con Coldeportes, el cual salió a la luz pública después de conocerce las declaraciones de Mondragón, donde exaltó a la vicepresidenta Marta Lucía Ramírez como responsable del logro de la Selección Colombia Femenina de Fútbol en los Juegos Panamericanos. Esta lambonería de Faryd, es por demás, irrespetuosa con las jugadoras de la Selección y los esfuerzos que hacen a diario.
La Federación Colombiana de Fútbol ha sido manchada por varios casos de corrupción, entre ellos, el penoso caso por el cual la FIFA abrió una investigación por el escándalo de reventa de boletas de la Eliminatoria.
Las empresas vinculadas al proceso son Ticket Shop y Ticket Ya, y los miembros del comité ejecutivo de la FCF: Ramón Jesurún, Álvaro González, Jorge Perdomo, Alejandro Hernández, Claudio Cogollo, Elkin Arce y Luis Bedoya, exmiembro de la Federación, involucrado en el escándalo de corrupción conocido como Fifa Gate, donde Bedoya aceptó cargos por fraude en transferencia bancaria, conspiración, soborno y entregó bienes y dinero a la justicia estadounidense.
Con la llegada de Jorge Enrique Vélez, presidente de Cambio Radical, quien venía de ser superintendente de Notariado y Registro, nombrado por su mentor y amigo personal Germán Vargas, entra el partido político más corrupto de Colombia a manejar el fútbol profesional. Ante la negativa de iniciar la negociación de las peticiones, Acolfutpro está a punto de entrar a paro, mientras el Ministerio del Trabajo y la Comisión Especial de Tratamiento de Conflictos de la OIT afirman que con su mediación se podría resolver el conflicto laboral colectivo que existe entre los futbolistas profesionales la FCF y la Dimayor.
Pese al desarrollo deportivo de los últimos años en Colombia, gracias a los logros de los atletas en las diferentes disciplinas, y debido al deficiente apoyo del Estado, seguimos asistiendo a casos lamentables donde los deportistas se ven obligados a pedir dinero en los semáforos para costear sus gastos.
En 2014, Egan Bernal el flamante campeón del Tour de Francia, quien se vislumbra como el nuevo monstruo del ciclismo mundial, tuvo que hacer una colecta para conseguir viajar a Noruega a representar a Colombia en el Mundial de Ciclismo de Montaña.
Sin embargo, es lamentable que varios deportistas que les tocó, metafóricamente, comer mierda para poder salir adelante, defiendan a la clase politiquera corrupta que no ha permitido el pleno desarrollo del gran potencial deportivo de nuestro país.
Otros como Egan Bernal, al no prestarse para que los gobernantes de turno hicieran su acostumbrado show montándose al tren de la victoria y, por el contrario, pidiendo más presupuesto para el deporte al Presidente Iván Duque, muestran el camino digno que deben seguir los grandes deportistas como abanderados de las causas sociales.
En definitiva, Colombia necesita menos burocracia y corrupción en los entes deportivos y más deportistas como Egan Bernal empeñados en alzar su voz contra la injusticia y la desigualdad a la que se ven expuestos los atletas y, además, comprometidos en ayudar a las escuelas de formación deportiva de muchos niños y niñas cuya situación socioeconómica los lleva, literalmente, a comer de la basura.
- “Su Majestad el Rey (q. D. g.) se ha servido conceder con la mayor complacencia el Título de «Real» a ese Club de Football, del que V. es digno presidente, el cual, en lo sucesivo, podrá anteponerse a su denominación. Lo que de Real orden participo a V. para su conocimiento y efectos consiguientes. Dios guarde a V. muchos años.” Alfonso XIII de Borbón. 29 de junio de 1920. Madrid.)
Foto cortesía de: Luis Bernardo Cano
Muy buena reseña, deportiva Chago. Felicitaciones