Autora: Natalia Rodríguez Giraldo
En la capital antioqueña hay actualmente 806.637 personas que superan los 50 años de edad. Cifra que representa el 31.9 % del total de habitantes y convierte a Medellín en una de las primeras cuatro ciudades del país con mayor número de adultos mayores.
Desde la Administración Municipal se realiza un completo trabajo en pro de este grupo poblacional. Gracias a diferentes estrategias, como por ejemplo, los Centros Vida Gerontológicos.
Se trata de una iniciativa de la Alcaldía de Medellín, liderada por la Secretaría de Inclusión Social y Familia, que vela por el bienestar de los adultos mayores con riesgo de inseguridad alimentaria y soledad.
“Los Centros Vida ofrecen acompañamiento psicosocial, talleres educativos, estimulación cognitiva, encuentros para el desarrollo de habilidades y destrezas, actividades de mantenimiento físico y acompañamiento nutricional. Allí tenemos dos modalidades, una es la modalidad completa y, la otra, es la modalidad intermedia. En esta modalidad una persona mayor va al Centro Vida Cerca de Vos toda la semana de lunes a viernes y, entre las 11 y la 1, recibe su almuerzo, pero dos o tres veces a la semana debe comprometerse con recibir la atención biopsicosocial.
La atención completa es aquella que recibe una persona entre las 8 de la mañana y las 12 o entre la 1 y la 5. Para algunos hay un servicio de transporte, porque el lugar puede estar retirado de su vivienda. Reciben un refrigerio, un almuerzo y la atención biopsicosocial”, expresó Catalina Arboleda Góez, directora del Equipo de Personas Mayores de la Alcaldía de Medellín.
Nutricionistas, educadores físicos, gerontólogos, psicólogos y trabajadores sociales integran el equipo de profesionales con los que cuentan los adultos mayores.
Espacios que transforman vidas
Sereno, conversador y carismático, así es Ramiro Ruiz Velásquez, un adulto mayor de 64 años de edad, que arribó en 1994 a Medellín, la ciudad en la que vivió, inicialmente, por un periodo de tres años y en la cual se radicó del todo tiempo después.
Nació en Armenia, Quindío, lugar en el que se crio junto a su familia, realizó sus estudios y probó las drogas. Recuerda que consumió marihuana por primera vez cuando tenía 16 años y, que a partir de ese momento, empezó a explorar otras sustancias psicoactivas, sin imaginarse el alcance y los estragos que harían en su vida más adelante.
“Caí en la droga y el alcoholismo. De allí fue donde se partió en dos mi vida. Comencé una vida ingobernable, intolerante, desajustada, desadaptada. Llegué a estar en condición de habitante de calle”, afirmó.
Llegó a vender dulces, con el fin de obtener algo de dinero para poder comprar drogas, aquellas sustancias que lo llevaron a deambular con un costal en su espalda, a comer de lo que encontraba en las bolsas de basura e incluso a estar 17 días sin bañarse.
Regresó a Medellín en el 2004. Con el paso de los años comenzó a cuestionarse sobre el rumbo de su existencia y a añorar una serie de cambios que le permitieran desintoxicarse, como él mismo dice: física, mental y espiritualmente.
Ramiro llegó el 17 de marzo de 2017 al dormitorio social La Paz. Estando allí le hablaron acerca del proyecto Centro Vida Gerontológico, del cual terminó haciendo parte.
“Es un lugar donde vengo a seguir preparándome para la vida. Aquí tengo la oportunidad de ser proactivo. Estoy en todas las actividades, me gusta mucho participar. Es un programa muy bonito que nos da la oportunidad de tener un espacio agradable, unos profesores fantásticos. Le doy gracias a Dios, a la Alcaldía y a todas las entidades que han hecho posible que yo haya restablecido mi vida”, puntualizó.
Ramiro es uno de los 160 adultos mayores que disfrutan del servicio diurno ofrecido por el Centro Vida Gerontológico La Candelaria, ubicado en la Comuna 10 de Medellín. 68 de ellos, incluido él, también hacen parte del núcleo nocturno, es decir, cuentan con dormitorio.
Él y sus compañeros participan en diversas actividades, en donde el ejercicio y el arte son protagonistas. De hecho, por estos días, elaboran la producción navideña con la cual decorarán el lugar. Estrellas y arbolitos, son algunos de los objetos que están haciendo con elementos reciclables.
En estos espacios también hay lugar para la música, la danza y la oración. Quienes los integran terminan convirtiéndose como en una familia, en la cual prima el respeto por el otro. Gracias a los talleres y al acompañamiento que reciben por parte de los profesionales, anteriormente mencionados, estos adultos mayores están mejorando sus destrezas, pero también su calidad de vida.
Ramiro logró ganarle la batalla a la adicción, pues desde el 2018 está en estado de sobriedad, lo cual lo colma de una inmensa satisfacción. Además, se convirtió en un referente de cambio y liderazgo entre sus compañeros.
Como la de él hay muchas historias que se tejen en Medellín, la ciudad que pasó de tener 3 a 35 Centros Vida Gerontológicos, a través de los cuales se benefician 3.761 adultos mayores, quienes reciben una completa atención integral.
Foto cortesía de: Alcaldía de Medellín