Autor: Germán Ayala Osorio
El 8 de octubre será un día especial para la Justicia y para el país político y mediático. Ese día, el ciudadano y expresidente de la República, Álvaro Uribe Vélez, comparecerá en calidad de investigado, ante los magistrados de una Sala especial de la Corte Suprema de Justicia que lo requieren por los delitos de fraude procesal, manipulación de testigos y soborno.
No haré un recuento de los hechos y, mucho menos, a las pruebas que tienen los magistrados de dicha corporación con las que vincularon al senador Uribe al señalado proceso judicial. Por el contrario, esta columna está dedicada a una reflexión alrededor de la dignidad presidencial que, en cabeza del señor Uribe Vélez, parece degradarse por las circunstancias, razones o delitos que hacen parte de sendas investigaciones abiertas contra él en la Fiscalía, la propia Corte Suprema de Justicia y en la inoperante Comisión de Acusaciones de la Cámara de Representantes y, por su supuesto, por su lenguaje soez, vulgar, temerario y su carácter montaraz y camorrero, que le valió el calificativo de “rufián de esquina” por parte del entonces presidente Santos.
Más allá de los procesos penales que hay abiertos en contra del “combativo” político, y de la confrontación de las pruebas que en el marco del debido proceso se debe dar, es preciso que los magistrados consideren todo el acervo probatorio para fallar en contra del señor Uribe, no por responsable directo o indirecto de los delitos que se le imputan, sino por indigno.
Al hacerlo así, la Corte Suprema de Justicia daría un golpe de autoridad, no solo en el campo penal, sino en el ámbito de la moral y la ética. Declarar a Uribe como indigno es reconocer que, en sus ocho años de mandato, mancilló el decoro y la prestancia de ese cargo y, de esa manera, afectó el ejercicio de la política y la confianza de los ciudadanos en el Estado. Baste con recordar los episodios de los “Falsos Positivos” para comprobar la pérdida de confianza en las autoridades y en el propio Estado de las familias de los jóvenes asesinados por agentes de las fuerzas militares.
Un pronunciamiento en ese sentido podría servir para que esa parte de la sociedad que aplaude la chabacanería, la vulgaridad, la informalidad en la toma de decisiones y los procesos desinstitucionalizantes vividos entre 2002 y 2010, entienda que esas circunstancias, anacrónicas por demás, nos atan a ese estadio del que parece que jamás saldremos como nación: de la premodernidad. Y lo que es peor, de la aparente imposibilidad de abandonar esas actitudes y acciones propias de salvajes.
Que la historia oficial diga que Uribe fungió como jefe de Estado entre 2002 y 2010, y que niegue las escabrosas y sucias maniobras con las que se logró reelegir, es apenas lógico. No se está pidiendo que se borre de la historia política el paso del hijo de Salgar por el Solio de Bolívar.
La declaratoria de indignidad no busca eso. Sus alcances son mayores: es, en primer lugar, darle un fuerte pinchazo al megaego de un individuo que cree poder estar por encima de la justicia, de las instituciones. Un ciudadano megalómano y mesiánico que, elevado por sus aúlicos a la condición de líder, jamás puso al servicio de los más altos intereses del país y de la nación ese liderazgo. Por el contrario, lo usó para concentrar poder y formar un ejército de seguidores, ciegos, sordos y con una enorme capacidad para fungir como palaciegos.
En segundo lugar, la declaratoria de indignidad deberá servir para que esa parte de la sociedad que se dejó llevar o guiar por ese ethos sobre el que recaen todo tipo de dudas y señalamientos, logre salir de esa caverna en la que sobrevive en medio de una inconmensurable confusión moral. Baste con aludir a las actuaciones de este ciudadano cuando fungió como director de la Aerocivil, gobernador de Antioquia, como presidente de la República y ahora en su condición de senador, para entender la gravedad de ese estado de desconcierto en el que devienen millones de colombianos.
En tercer lugar, declarar a Uribe como indigno o en condición de indignidad le daría a la justicia colombiana un respiro, un segundo aire, para recuperar la legitimidad perdida por todos los años que han pasado, sin que se hubiese llamado a indagatoria al expresidente por algunos de los delitos por los cuales se pidió en su momento, desde el Tribunal Superior de Medellín, compulsar copias para que fuese investigado por las masacres de El Aro y la Granja, cuando fungió como gobernador de Antioquia.
Y, por último, y en el marco de una justicia restaurativa, una vez declarada la indignidad del expresidente Uribe, y como agente involucrado en el devenir del conflicto armado interno en su calidad de gobernador y, como comandante supremo de las FFAA, cuando estuvo al frente de la República, todos los procesos llevados en su contra, su vida pública y sus actuaciones deben dar vida a una Cátedra de Ética Aplicada, para colegios y universidades. El objetivo de dicha cátedra será proscribir el ethos que guio la vida pública de Uribe. Ese mismo ethos por el que deberá responder el 8 de octubre ante los magistrados de la Corte Suprema de Justicia.
Si es cierto. Pero también deberían desaparecer todos los privilegios que daría el título de indigno como son la gran cantidad que tiene el estado en la protección de su persona y por supuesto el dinero que recibe por el cargo para lo cual ya no se merece. Y otro proceder sería el penal. Nadie debe quedar libre con el solo hecho de haber intervenido en tantas decisiones que le causaron daño a las familias que perdieron a sus familiares. La justicia debe ir a los más profundo de su objetivo. Sea quien sea !!
SOLO UNA PEQUEÑA OBSERVACION ,SI UNO DE LOS MOTIVOS DE ESTOS ARTICULOS ES TRATAR DE QUE SUS AULICOS ENTIENDAN NO DEBEN HACERLOS CON MAS DE DOS RENGLONES,PORQUE HASTA AHI LLEGA SU CAPACIDAD DE LECTURA Y LA DW ENTENDIMIENTO ES MENOR
Se sabía, que la justicia esya por ensima del crimen organizado y claro el río siempre termina desembocando en hotra fuentes y eso fue lo que pasó, la justicia ahora tiene demasiadas pruebas y muy contundentes, así que el señor Uribe Vélez está ante las Cortes y tendrá que demostrar su ignorancia que para my esta con muchas dudas , claro que con la desconfianza que existe de los colombianos del estado de derecho, esperemos que se cumpla.
Nada más cierto. Ya es hora de reordenar la república y retornar al sendero de la descencia. Se precisa que la máxima autoridad de la nación sea un ejemplo a seguir y una persona digna de respeto y admiración y no un vulgar camorrero que cree que nadie lo puede tocar haga lo que haga
Excelente artículo, me encantó. Algo diferente a los insultos de todos los días cargados de odio y resentimiento. Que bueno que se haga justicia apuntando a rescatar valores que creemos perdidos pero que muchos aún compartimos.
No alcanzo a entender éste mi país COLOMBIA dónde la justicia mezclada con la política an causado el daño mas grande que pueda sufrir una sociedad. Parecé ser que los ciudadanos de arriba andan metidos en una nube donde todas sus fachorias que todos saben que son ciertas parecen desaparecer. La dignidad de una persona no puede estar manchada por nada.
Qué horror, que artículo el de la oreja roja, respira odio, venganza, dañino para cualquier colombiano decente y grato.
Dañino para el país.
No se como crean opinion si desde esta coluna ya jusgaron y condenaron sin tener pruebas legitimas de segun ellos de cilpabilidad, periodistas camorreros,
Excelente articulo estimado profesor. El pueblo colombiano exige a los funcionarios encargados de la aplicabilidad de la justicia, logren actuar de acuerdo al rigor de la disciplina del saber ser, el conocimiento, los valores, principios éticos y morales indicadores por los cuales deberían dirigir su actuar con neutralidad, imparcialidad, haciendo respetar su soberanía, autonomía, autoestima, independencia. Esperamos que sus determinaciones se encuentren dirigidas por Listas de Chequeo y de Verificación, NO solamente con percepciones subjetivas ni juicios de valor. No queremos más Sorpresas como las del sujeto Jhonnatan Tamayo, los Malandrines Macias y Mockus.
Excelente su tesis sobre el ciudadano Uribe Vélez. Lo importante ahora es q los idiotas útiles q bien ha sabido manipular en todos los frentes, no quieran destrozarse sus vestiduras y fomentar un caos para ahondar más la polarización actual. Nunca apoyé a Santos porque todos son de la misma calaña oligarquica, pero es que el ahora senador sufre de ambición inalienable de poder político y económico. Gracias…
Es imperativo que la Corte Suprema de Justicia, aplique la la ley a este individuo, que se ha burlado de la Justicia, ha manoseado las instituciones a su antojo, ha abusado de su poder cuando fue gobernante,y, ha manipulado sin escrúpulos a la opinión pública. Ningún bandido, así sea de cuello blanco puede ser intocable para la Justicia; y la Justicia tiene la obligación moral de actuar sin dejarse doblegar por el temor o el chantaje. Mucho más grave que se deje sobornar.
Indigno el que redactó semejante columna,muy ingrato,se les olvidó quién los protegió cuando el país estaba hecho un desastre por tanta inseguridad.
Exelente por fin leo algo bonito lo que queria leer alguien que cante la verdad como en esta columna.que bien, no veo la hora que llegue el 8 de octubre para que encierren ese enjendro.no digo mas
Y la guerrilla libre para que compartan con usted?
Respetuosamente, indigno es usted señor periodista.
Parece no conocer cuando el Dr Uribe salvó a Colombia del secuestro al que estabamos sometidos más de 40 millones de colombianos.
Si hay pruebas verídicas contea El, preséntelas.
Entiendo que unperiodista informa a la opinion pública lo que sucede, veo también que usted es un comentarista, pero muy malo.
El tiempo nos dirá quien tuvo la razón.
Muy buen artículo.
Excelente y coherente escrito
Hombre Germán en definitiva ud es el man que saca relucir su odio por Uribe y como todos sus detractores solo atinan a decir y repetir como loros «falsos positivos» y nada mas,historia repetitiva para meter con presión inucitada en el cerebro hueco de aquellos que solo por referencia afirman lo que nunca vivieron y en las universidades y centros de conglomeracion son adoctrinados hasta el cansancio para tratar de derrumbar ese muro que se llama Álvaro Uribe Vélez y darle paso al comunismo en nuestra bella Colombia ahí si compatriotas nuestro país no lo podemos dejar caer en esa INDIGNIDAD sería la peor vergüenza nuestra en toda su historia
Excelente columna un medio para restaurar la dignidad en la política y es más debería instaurar se muerte política para quienes practiquen o apoyen tales prácticas. Colombia se merece una mejor suerte.
…en efecto AUV le a dado a la figura presidencial una cátegoria tan baja …que una gran masa piensa que a un expresidente
normalmente se puede estar acusando, acusando y acusando de cuanto delito criminal exista en el Código Penal, AUV
jamás debió llegar al poder máximo…claro lo permitimos todos, pero AUV lo buscó desde el principio porque
AUV sabe y sabía que es la única forma
que su actividad criminal quede impune.
Que tristeza… no por AUV… sí por toda COLOMBIA…
Ya era hora de colocar al banquillo un bandido que se valió de su investidura para masacrar al país…y un malabarista que tenía un circo muy poderoso…pues el mundo y Colombia se dió cuenta de las intenciones de éste señor que se autoproclama impoluto , diáfano ,inclito y honorable. Llegó el momento que la justicia juzgue con toda autonomía a este señor… Y lo envíen a la cárcel……
Agradesco y felicito a personas como German Ayala Osorio por escribir sobre la verdad la justicia,la etica y la moral valores q se han perdido en nuestra sociedad y asi permitirle a personajes nefastos, egoistas, soberbios y malandros como alvaro uribe velez tengan injerencia y poder sobre este bello pais. Por un pais decente y trabajador.
Excelente columna….no es apasionada….muy objetiva….
Creo que, más que ponerlo preso, sería mejor declararlo indigno. Esta sentencia no tendría apelación ante la humanidad.
Difícilmente será declarado culpable por algún delito de los que se le imputan, ya que las actuales circunstancias coyunturales que vive el país no lo permiten y más cuando tienen el sartén del poder por el mango.
Muy buena reflexión, indigno es un epíteto más que adecuado para describir el talante de este prestidigitador que como Pablo Escobar han marcado a Colombia con letras de sangre y desolación.
Aunque no leí todo el artículo, debido a que hacen señalamientos a mi juicio inadecuado en contra de el único presidente que tubo la gallardía de enfrentar y casi derrotar el flagelo más sucio que ha tenido Colombia en todo sus tiempos , y a el le han hecho de todo , mientras al que le dio legitimidad política , y permitió que de posecionaran en las selvas y ahora en el congreso , y que se han posesionado en todas las esferas públicas , tanto nacional , regional y local , a ese no le juzgan , no lo señalan , no lo presionan , con tanta maldad y daño que le causó , le causa y le causará esa actitud al pueblo colombiano. No sé qué clase de gente son mis coterráneos , afortunadamente son minoría , y pronto se estrellarse de la peor forma.
Saludos cordiales. Además de recomendarle que rrivse la ortografía y la puntuación, lo invito a que lea este otro texto: https://germanayalaosoriolaotratribuna.blogspot.com/2017/11/palaciegos.html
No es recomendable creer a pie juntillas en lo que de ÉL, dicen los medios. Uribe fue una invención mediática. Saludos
No es por odio o por que sea de izquierda una cosa no tiene que ver con la otra pero es un buen comentario ojalá la justicia haga méritos justos para que desde el más alto jerarca hasta el más bajo de los Colombianos entienda que hay una nueva etapa del poder judicial al cual hay que respetar.
El expresidente Uribe no entiende de sanciones Morales queremos es que se vaya a cuidar sus nietos, y a resguardar el inmenso patrimonio de sus sus hijitos emprendedores, que muestren al país sus verdaderas propiedades y como las obtuvieron no más Uribe
El meollo esta en la dignidad de sus jueces !!!
El meollo esta en sus jueces !!!
Los comentarios anteriores dejan ver la mezquindad, odio y resentimiento de la pobre persona que lo escribe, el Señor Álvaro Uribe fue y será el único líder que fue capaz de salvar a Colombia del terrorismo engañoso y despiadado que la asecha; solo pido a Dios bendiciones para este gran héroe la Patria.
Pensemos en avanzar hacia el bien y olvidemos los rencores y odios entre compatriotas.