Columnista: Esteban Vélez
Óscar Enrique González Peña se desempeñó como comandante del Ejército entre los años 2008-2010; fue comandante de la IX Brigada; jefe máximo del Comando Conjunto del Caribe, entre otros cargos. Durante su comandancia en la IX Brigada, los resultados en combates militares se incrementaron de tal manera que el mismísimo Mario Montoya le llamó “el mejor comandante del país”. Por tal eficiencia, Óscar González se ganó el respeto y apoyo de Montoya.
Los sorpresivos resultados de González fueron investigados por organizaciones de derechos humanos que encontraron 74 casos y 110 víctimas relacionadas con ejecuciones extrajudiciales cometidas entre el 2002 y 2006 en el oriente antioqueño, presuntamente, por miembros de la Cuarta Brigada, mientras González era comandante. José Miguel Vivanco, director de Human Rights Watch, en una entrevista concedida a la Revista Semana, manifestó que se han encontrado evidencias creíbles que demuestran que el general estuvo implicado en estos casos.
En el año 2009, el inspector general del Ejército, Carlos Suárez, dijo a diplomáticos estadounidenses que Óscar González (comandante del Ejército) le ordenó detener las investigaciones relacionadas con «falsos positivos». Según él, porque: “estaban minando la moral de los oficiales y conduciendo a menos asesinatos en combate”. Si los resultados en combate seguían como estaban —explicó Suárez a los diplomáticos—, podía retomar las investigaciones en el mes de septiembre.
Así mismo, Suárez afirmó que Óscar González sostiene un fuerte vínculo con el mayor Julio César Parga Rivas, narcotraficante extraditado y excomandante de la Unidad Antisecuestro de la 11ª Brigada Gaula Militar, quien fue acusado por la Fiscalía de más de 40 ejecuciones extrajudiciales en Córdoba. Julio César Praga paga una condena en un reclusorio militar.
También señaló que el subcomandante del Ejército, Jorge Octavio Ardila, se había negado a sus recomendaciones: que el personal implicado en «falsos positivos» fuera despedido utilizando la autoridad discrecional del Ejército. Esta autoridad estaba compuesta por un comité integrado por: Carlos Suárez, Octavio Padilla, y Javier Fernández Leal (jefe de recursos humanos del Ejército). Suárez se mostró preocupado con las directivas del Ejército que, para él, participaron en los “falsos positivos”, o los apoyaron tácitamente. Por tal razón, los altos mandos estarían decididos a limitar las investigaciones que llevaba a cabo.
Suárez comentó que Mario Montoya inició la práctica de los «falsos positivos», mientras era comandante de la Cuarta Brigada de Medellín y que luego de su renuncia, en el año 2008, visitó regularmente las instalaciones del Ejército para hablar con sus seguidores.
Pero antes de dejar la comandancia —explicó el entonces ministro de Defensa, Juan Manuel Santos—, Mario Montoya, muy cercano a Uribe, convenció al expresidente para que su reemplazo fuera Óscar González Peña, “el mejor comandante del país”. El viceministro Sergio Jaramillo, le expresó a los diplomáticos norteamericanos que González Peña era “el protegido de Montoya”, y que ese nombramiento significaba “un obstáculo para las mejoras en temas de derechos humanos”. Aun así, Álvaro Uribe lo nombró comandante del Ejército.
Defender lo indefendible
El inspector general del Ejército, Carlos Suárez, criticó las posturas de Bernardo Moreno, exsecretario presidencial de Uribe; Fernando Londoño, exministro del Interior, sobre los «falsos positivos». Para Suárez, ellos y otros cercanos a la Casa de Nariño creen que las ejecuciones extrajudiciales son un invento de organizaciones de derechos humanos.
“Ellos «defienden lo indefendible» y están detrás de una campaña constante en los medios que me atacan, y al viceministro Sergio Jaramillo”, señaló Suárez. Ellos estarían convenciendo a Uribe de que los «falsos positivos» son un invento político de izquierda para debilitarlo a él y a las Fuerzas Armadas. También manifestó su preocupación sobre un nuevo ministro de Defensa: “Si Bernardo Moreno o alguien con puntos de vista similares fuera nombrado como el próximo ministro de Defensa, el reciente progreso realizado en la investigación y castigo de los ‘falsos positivos’ se revertiría”.
Carlos Suárez ha realizado varias investigaciones con respecto a los «falsos positivos». En ellas encontró la relación entre militares y narcotraficantes: “Los narcos darían dinero, armas, y a cambio los soldados despejarían rutas para el tráfico de drogas”. Suárez aclaró que la Fiscalía no ha podido identificar a los grandes narcotraficantes, solo a pequeños reclutadores. Además agregó: “(…) los oficiales no hablarán y los soldados involucrados no tienen los detalles”.
¿Por qué, si los generales son los que conocen las operaciones militares y tienen toda la información, no hay ningún militar de soles al hombro condenado por el caso de los «falsos positivos»?
Escabroso y lo que va a salir a flote en la jep es aun mas los felicito por la investigación.
Por Dios qué esperanzas y en ellos depositamos toda nuestra confianza y seguridad, deberían de elegir a tofus por méritos y una hoja de vida intachable no a dedo sin hacer primero una investigación de sus antecedentes, fallo Uribe en su eleccion
LA IMPUNIDAD DE ÁLVARO URIBE SE HACE EVIDENTE…Ya todo está preparado en la Corte Suprema. ¡Ya no hay que seguir esperando a que asesinen los testigos para que prosperen los 28 procesos! El juicio mediático es primero para preparar el terreno de la exoneración de los cargos…y en el caso de que no se pueda exonerar, entonces «CASA POR CÁRCEL» Y LUEGO INDULTO DEL PRESIDENTE DUQUE.