Frente Unido contra la oligarquía del Frente Nacional

Tenemos que salir de las prácticas guiadas por la inmediatez de la coyuntura electoral y comenzar a trazar horizontes de largo alcance. El Frente Unido tendrá que disputarse el gobierno a 20 años y en adelante.

Opina - Sociedad

2019-08-08

Frente Unido contra la oligarquía del Frente Nacional

Autor: Héctor Valencia Salamanca

 

 

En las últimas semanas Colombia ha tenido una gran efervescencia política y social debido al cierre de inscripciones para elecciones regionales1. Lo que está en juego en estas elecciones regionales es la continuación de la relación de fuerza, contradicción, prolongación y profundización de lucha contra la oligarquía que se ha venido gestando durante varias décadas.

Gustavo Petro y Ángela María Robledo obtuvieron los mejores resultados electorales de un movimiento alternativo que desafía los tentáculos del aun existente Frente Nacional y, por ello, es necesario, que despleguemos la lucha del plano nacional al local

En el plano nacional, los partidos y fuerzas del establecimiento se agruparon bajo la figura de Iván Duque y Marta Lucía Ramírez, creando un bloque o falange de extrema derecha para vencer las fuerzas de los sectores alternativos liderados por Colombia Humana.

En dicha falange, el Partido Conservador, Partido Liberal, Cambio Radical, Partido de la U, Centro Democrático, MIRA, Colombia Justa Libres, Iglesias evangélicas, cristianas y pentecostales, medios de comunicación, reservistas y fuerzas militares, burguesía financiera continental y nacional, terratenientes y sectores de la pequeña burguesía se aliaron para contener las fuerzas vivas que levantaron su grito contra décadas de precarización, engaño y pérdida de esperanza.

En el plano local, en Bogotá, las mismas fuerzas que constituyeron la falange en las elecciones presidenciales del año pasado despliegan sus fuerzas políticas, sociales y económicas para fortalecer su poder en la capital.

Si bien el comportamiento político en la capital es bastante impredecible, es claro que en los últimos 15 años Bogotá había representado un centro de resistencia frente al poder del Gobierno Nacional.

Sin embargo, con la elección de Enrique Peñalosa, el poder distrital y el poder nacional se alinearon creando una continuidad en relación con sus intereses y proyectos políticos.

Por la importancia de Bogotá, la falange de extrema derecha va a aceitar toda su maquinaria para continuar con dicho poder. Así pues, vemos que existe una continuación de la estrategia elaborada en las elecciones presidenciales.

No obstante, esta estrategia de la extrema derecha no es una estrategia ofensiva, sino una estrategia defensiva que busca contener a la ciudadanía y la masa popular colombiana que despertó la conciencia y voluntad de recuperar los espacios institucionales de participación democrática.

Su debilidad se ve en aquellos municipios en donde la extrema derecha está dividida teniendo varias candidaturas, mientras los sectores alternativos están unidos en un frente como es el caso de Ibagué: 

 

 

Así pues, las fuerzas de la derecha pueden llegar juntas, caso Bogotá, o pueden llegar divididas, caso Ibagué.  Vimos que la unión o desunión de dichas fuerzas de derecha responden, por un lado, a una reacción defensiva ante la unión de las fuerzas alternativas (elecciones presidenciales 2018) y, por otro lado, a una contradicción de sus intereses debido a que el clientelismo está dejando de operar como clave del éxito electoral, provocando un vaciamiento en su discurso (elecciones municipales Ibagué).

La única forma de ganarle a la extrema derecha es a través de un Frente Unido que pueda contener la propaganda, las mentiras y el clientelismo. Esto, sin duda, genera muchos conflictos que voy a tratar de señalar:

1. Un Frente Unido busca respetar la autonomía de los movimientos que lo conforman, pero, a su vez, trazar una ruta de acción colectiva bajo la instauración de unas tesis fundamentales que funcionen de eje articulador de todas las demandas. Por ejemplo, fortalecimiento de lo público a través de la gratuidad de la educación superior.

2. Los movimientos que conforman el Frente Unido tienen una historicidad y acumulados organizativos distintos que puede facilitar o dificultar el trabajo conjunto. Por ejemplo, el MOIR tiene una estructura organizacional muy sólida que obedece a la lógica del centralismo democrático, mientras que Colombia Humana tiene una organización más horizontal que, al tener un año de creación, todavía no tiene una materialización clara. Eso dificulta el diálogo, los referentes políticos e ideológicos.

3. Los movimientos que conforman el Frente Unido deben trabajar sobre las tesis principales que conforman la hoja de ruta del Frente en su totalidad. Sin embargo, en la tesis que encuentran difícil conciliación, las alianzas pueden ser confundidas como traiciones o amenazas. Por ejemplo, las FARC defienden la implantación del socialismo del siglo XXI en Colombia, mientras que la Alianza Verde considera que el capitalismo bajo su versión de Estado de bienestar puede ser la solución. En este caso, sin renunciar a su identidad política las organizaciones tendrán que ceñirse a las tesis fundamentales.

4. El conflicto armado ha degradado la política y ha hecho que esta se haya reducido a la relación de supervivencia de los movimientos alternativos. Adicionalmente, la lógica del neoliberalismo ha marginalizado a grandes capas de la sociedad y las ha conducido a una lucha de todos contra todos. El desempleo, la falta de acceso a la salud y a los servicios públicos, la inseguridad y la falta de acceso a la educación, entre otros factores, ha provocado que exista un sentimiento de competencia constante cuyo desplazamiento se ha extendido al campo de la contienda electoral y política. Desechar la competencia y cosechar la unión es un cambio de paradigma indispensable.

En la coyuntura política, vemos que se está conformando un Frente Unido a lo largo y ancho del país, el cual tiene que consolidarse, estructurarse y, sobre todo, racionalizarse.

Tenemos que salir de las prácticas guiadas por la inmediatez de la coyuntura electoral y comenzar a trazar horizontes de largo alcance. El Frente Unido tendrá que disputarse el gobierno a 20 años y en adelante.

Reconocer las dificultades, los conflictos, las contradicciones y las luchas, es fundamental para entender las soluciones, los consensos, las uniones y, sobre todo, ¡para transmitir la esperanza que el pueblo aclama impaciente! ¡El pueblo clama unión! ¡El pueblo clama estrategia conjunta! ¡El pueblo clama empatía! El pueblo clama UNIDAD, UNIDAD, ¡UNIDAD!


 

  1. En estas elecciones se elegirán alcaldías, gobernaciones, asambleas departamentales, concejos municipales, juntas de administración local y comunal.

 

 

Foto cortesía de: Publimetro

 

 

( 3 ) Comentarios

  1. Unificar fin anteponer intereses personales en política tradicional es utópico. El frente nacional nació cómo respuesta a esa violencia bipartidista que desangró al país por años, que nos llevó en una carrera desenfrenada de odio y venganza que aún no superamos, tantos años de retaliaciones han dividido éste país donde no podemos unirnos alrededor de un buen proyecto para sacar adelante a nuestros pueblos y ciudades. Al total de los ciudadanos colombianos.
    Los nuevos partidos políticos son un reciclaje de las mismas banderas rojas y azules de aquella época, causantes de la nueva violencia que hoy vivimos, unidas ellas sí, en contra de la toma de conciencia de los problemas de Colombia. Usando el mismo miedo de antaño, miedo que entorpece y causa ceguera para que se busque el cobijo de politiqueros que venden mentiras a costa de la misma vida, anulando la conciencia que solo despierta con educación y oportunidades que ellos han arrebatado .

  2. Las proyecciones de pelear el poder en 20 años no tienen sentido hoy. La pelea es ya

  3. La Unidad es un discurso que atrae, seduce, pero también nos puede llevar a nuevas desiluciones. La historia está marcada por diversos frentes unidos, populares, con distintos nombres, pero al fin frentes. En esos frentes se infiltraron los profesionales de la politiquería burguesa bajo la etiqueta de «progresistas», «demócratas» que, finalmente, torcieron los principios sobre los cuales estos nacieron. La pregunta es con quién se hace ese frente, y en el Ej que Uds traen a coloción no es el único, hay otros sectores políticos que no le marcharían a esas uniones pegadas con babas, y muy pronto vamos a ver cómo se deshacen esas aspiracione unitarias. Hay que partir de un programa único de propuestas de cada una de las organizaciones sociales y políticas, y luego ser sometida a la deliberación y análisis y decisión colectivas. La democracia directa debe resolver estos asuntos de la unidad y no las cúpulas y burocracias de las organizaciones y partidos políticos. No son los «jefes», los que van a dictar a las gentes cúal es programa del frente unido es, al contrario, el pueblo desde sus organizaciones de base el que dictará a ésros jefes y sus partidos lo que se debe adelantar.

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Héctor Valencia