Autor: Gustavo Enrique Mestre Cubillos
Este 20 de julio de 2019 se escuchó el ¡GRITO! en Colombia, pero no precisamente el «grito de la Independencia», sino el grito desgarrador de la impotencia, la rabia y el dolor de familiares, amigos y vecinos de la defensora de derechos humanos y lideresa social, ambiental y política Yamile Guerra Suárez, de 42 años de edad y de los líderes sociales Arbey Ramón Vargas, de 37 años de edad y Humberto Díaz Tierradentro, de 55 años de edad.
La lideresa Yamile Guerra Suárez, era una abogada oriunda del municipio de Rionegro, Santander, que alternaba su carrera de abogada con la de comunicadora social y periodista. Su activismo político y su trabajo social y ambiental la llevaron a integrar varias organizaciones sociales, ambientales y de derechos humanos desde las que venía ejerciendo un fuerte liderazgo por la defensa del Páramo de Santurbán.
Además, brindaba asesorías, defensas técnicas y acompañamiento jurídico a víctimas del conflicto armado en procesos de restitución de tierras y de reclamación de los componentes de ayuda alimentaria y alojamiento humanitario.
Aunque en los últimos meses se venía desempeñando como asesora de la Quinta Brigada del Ejército Nacional de Colombia, en el ejercicio de sus dos carreras profesionales ella había ocupado cargos importantes a nivel nacional y regional; fue directora de la Casa Santander en Bogotá, secretaria general de la Personería de Bogotá, contralora del municipio de Rionegro, Santander, y personera del municipio de Matanza, Santander. Además, se desempeñó como periodista para periódicos y cadenas radiales tanto a nivel regional como nacional.
Ella fue asesinada por dos hombres armados vestidos de negro, quienes de manera vil y cobarde, le asesinaron con dos disparos de arma de fuego, cuando ella se encontraba en una vivienda que está ubicada en un punto conocido como el mirador de la Hacienda Zapamanga, zona rural del Municipio de Floridablanca, Santander.
Los hechos ocurrieron sobre las 4:45 y 5.00 p.m., al tiempo en que en todo el territorio nacional colombiano se celebraba el día de una independencia inexistente, con desfiles militares.
Sucedía, bajo el mismo marco de tiempo, ese momento en que el presidente Iván Duque instalaba el nuevo período legislativo del Congreso de la República, y el saliente presidente del Senado, Ernesto Macías revelaba, sin darse cuenta de que el micrófono seguía encendido, el plan que tenía para sabotear la réplica de la oposición; quienes, además, protestaban por el asesinato selectivo y sistemático de líderes sociales en Colombia.
Con respecto a este crimen, las autoridades competentes manejan la hipótesis de que puede estar relacionado con un terreno que, supuestamente, ella había ido a negociar con unas personas que, al parecer, lo estaban invadiendo ilegalmente y por el que, aparentemente, años atrás asesinaron a su padre Hernando Guerra, en ese mismo municipio. No obstante, no podemos descartar que su asesinato sea una retaliación a los procesos judiciales que adelantaba en defensa del Páramo de Santurbán.
Por otro lado, a eso de las 10:05 a.m., hombres armados asesinaron al líder social Arbey Ramón Vargas, quien se desempeñaba como tesorero del comité Pro-Carretera del corregimiento de Miramar, del municipio de La Montañita, Caquetá, cuando se dirigía en su motocicleta hacia la vereda Tailandia de ese mismo, en donde dicho comité tenía prevista una reunión con la comunidad.
Este líder social, junto a sus demás compañeros del comité, venía impulsando la construcción y acondicionamiento de las vías secundarias y terciarias de la zona, con el fin de que la comunidad campesina pudiera transportar sus productos de pancoger a un menor costo, facilitando con esto, la sustitución de cultivos ilícitos en las veredas.
Por último, sobre las 7:00 p.m., hombres armados llegaron hasta la vereda Guadalupe, ubicada cerca de donde limitan municipios de Gigante y Hobo, Huila. Sin mediar palabras, en su propia vivienda y delante de su familia, asesinaron al líder social Humberto Díaz Tierradentro, presidente de la Junta de Acción Comunal de la vereda Guadalupe del municipio de Gigante, Huila.
Por todo esto, el grito de este 20 de julio no fue por ninguna independencia, sino por el asesinato de estos tres líderes sociales que completan las cifras de 196 líderes asesinados en el Gobierno de Iván Duque, y 85 en lo que va corrido del 2019.
Este 26 de julio nuestro grito de rabia y dolor se debe hacer sentir en las calles y en todos los rincones del mundo donde haya presencia de colombianos, nuestras gargantas deben estar dispuestas a desgarrarse en un solo grito de rechazo contra este genocidio político y social.
Caricatura cortesía de: Don Barbarias