Colombia, país ideal para morir ¡a la orden!

Preséntese como testigo de los actos criminales de Álvaro Uribe y, un día antes que usted sea citado al tribunal para mostrar las pruebas, usted ya estaría muerto. Aquí encuentra mil maneras de morir en un segundo.

Opina - Sociedad

2019-07-03

Colombia, país ideal para morir ¡a la orden!

Autor: Apolo Solarte

 

Vengan a morir acá hermanos suicidas, acá en Colombia. Los requisitos para que cumplan sus sueños de morir lo antes posible son: decir la verdad, ser periodista, ser un líder social o, en última instancia, ser poeta que solo sirve para hacer versos (si no mueres de penas, de desgracias, vas a morir de hambre).

Tenemos muchos suicidas poetas y escritores en este país, por ejemplo: Candelario Obeso, José Asunción Silva, Andrés Caicedo, Carlos Obregón y hasta hubo una asociación llamada “Club de suicidas en Armenia” fenomenal por cierto).

Puedes escoger cualquier disciplina, o también puedes ser detective y testigo de Uribe (con mucho mérito, junto con otros políticos y empresarios, es el cáncer de Colombia, aunque para gran parte de la población él es intachable, honorable casi un mesías, un pastor, un dios).

En realidad, Álvaro Uribe o el innombrable —así lo llamamos ahora— tiene todo un prontuario criminal, pero hay que reconocerle que él ha hecho elegir 3 presidentes incluyéndose a sí mismo como el primero; el segundo fue Santos pero se le rebeló, se le fue del nido, firmaron el divorcio porque a veces un amor tan grande lleva a un odio más grande todavía y no hay espacio para dos —el tiempo lo certificó, ganó el odio—.

Y el tercero es Iván Duque, el soquete como lo llamo yo, otros lo llaman el puerco y eso a mí me conmueve, el puerco es muy inteligente; cómo lo van a comparar con semejante soquete.

Es cierto que parece que no es humano, que es una especie no identificada, pero desgraciadamente es humano… Actualmente él es el presidente, gran parte de la sociedad no se lo cree, se está dando cuenta de que la ficción es otra cara de la realidad. El soquete sigue fielmente como perrito las órdenes de su amo.

Preséntese como testigo de sus actos criminales y, un día antes que usted sea citado al tribunal para que muestre las pruebas, usted ya estaría muerto. O también puede suceder un milagro: que usted sobreviva y meta a la cárcel al innombrable, así vería que se convierte en la persona más famosa de Colombia.

Algunos de los antecedentes en plena investigación del innombrable son: el narcotráfico, los falsos testigos, Masacres de El Aro y La Granja, el grupo paramilitar los 12 Apóstoles (parecen que son muy creyentes en la Biblia y vienen a lo mejor de parte de Dios, ¿qué tal si vinieran de parte de satanás?), entre otros.

No nos olvidemos que Uribe apareció en una lista que realizó una agencia de inteligencia de Estados unidos, llamada la Defense Intelligency Agency (DIA), de narcotraficantes más buscados o peligrosos en el mundo, quedó en el número 82.

Eso sí, tenga mucho cuidado que será severamente calumniado, le dirá guerrillero, drogadicto, delincuente, socialista, violador aunque usted sea capitalista, no tenga ninguna ideología o la única que tenga sea morirse. Será difamado con las mentiras más inconcebibles si se pone en contra del innombrable.

Acá en Colombia encuentra mil maneras de morir en un segundo, por una bala perdida, por un robo, por un grupo armado al margen de la ley, por actos del propio Gobierno, por homicidio, por decir la verdad, por ser un periodista crítico, por ser un líder social, por denunciar al innombrable, por un accidente, por negligencia médica y etc.

No se mate en su país que solo será uno más, avíspese pues ombe, no tendría importancia su muerte; venga a morir acá ejerciendo cualquier disciplina que le dije anteriormente, se convertirá en héroe, en celebridad, hará historia, morirá con gloria y eso es mejor que morir en vano en su país, sin luchar por un propósito noble por los demás…

Seguramente su país es muy aburrido, quizás casi nunca pasa nada; aquí pasa de todo, aquí tendrá acción, aquí tendrá que sobrevivir, aquí se lucha por la vida, porque la muerte camina por las calles a cada rato.

De seguro que aquí encontrará sentido a su vida y además se puede levantar a una colombiana o un colombiano. Debe saber que las colombianas son unas de las mujeres más cotizadas en el mundo, y no solo por su belleza, sino también por su alegría, su berraquera, su amabilidad y su sabor.

¿Su merced qué más le puede pedir a la vida, pues? Quizás, precisamente, preservar su vida.

Es imposible que un extranjero no se enamore de Colombia, además acá usted será prioridad del Gobierno. Le dirán a la orden, para ellos es más importante la gente de afuera que la de adentro, critican la pobreza y la crisis de otros países, pero no las de nosotros.

Le recomiendo que visite la región del Pacífico; allá bailan las penas, le sonríe el dolor y el sufrimiento le canta. Si aun así en Colombia no encuentra asidero porque su crisis existencial, su depresión y su apetito a morir avasalla con todos estos argumentos para que su vida encuentre significado, pues conquiste aquí la muerte y la gloria de ser recordado; que lo mataron por decir la verdad.

¿Acaso no le pasó lo mismo a Sócrates? (¿No le difamaron supuestamente por corromper a los jóvenes, por no creer en dioses? pero en realidad lo mataron por hacer preguntas incómodas, por cuestionar, por ser un pesado, por deparar de decir la verdad, de despertar a los ciudadanos).

Hoy es recordado como uno de los más grandes hombres de la existencia humana, usted también puede intentar ser parte de la historia, pero eso ya depende de usted.

Uno de los mejores periodistas colombianos es Daniel Coronell y, como él tiene algunas de las virtudes que tenía Sócrates, fue censurado en diversas ocasiones. La más reciente en la Revista Semana, a la que hace parte.

Fue despedido por preguntar, por cuestionar, por ser un pesado. Ahora que Semana contempló la gravedad de la injusticia que acometió, se vio obligada a volver a contratarlo.

Sé muy bien que ser suicida es ya estar muerto antes de tirarse del puente, antes de atentar con nuestra vida, pero también es cierto que solo hace falta morir físicamente porque nuestro ser ya está casi muerto.

Aun así, está a tiempo de resucitar si viene a Colombia, boga boga: termínese de matar acá pues, marica, no sea pichurria mijo; no le digo. No voy a insistir más con esto porque le voy atarugar con la misma pendejada.

 

Que se sentencie, que se publique
Que se sepa, que se divulgue
Que se modelice, que se normalice
Que los socialistas y los capitalistas
Son primos de segundo grado
Que uno es la potencia y el otro es el elevado
Que se odian por sus métodos
Pero se aman por sus resultados
¡Poder, poder y más poder!

 

 

Foto cortesía de: Udgtv

 

 

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Ary Solarte
Vivo porque escribo porque escribí sigo vivo soy una sombra invisible un desaliento alentado. Soy un intento de poeta "Sólo se vive una vez pero se muere demasiado"