Empecemos este artículo diciendo que Borges, en su poema Alguien Sueña, sintetizó y preconizó algunas de las más bellas metáforas que se hayan escrito sobre el tiempo. Pero si mi madre lee esta frase, me corregirá en el acto diciendo: “no se dice preconizar, sino precocinar”. Y quizá su comentario esté más cerca de lo que reseñamos a continuación.
Se pregunta Borges si el tiempo habrá soñado que es como todo los ahoras, el ápice. Pero resulta que ápice es para la RAE algo pequeño, extremo, arduo y delicado. Y aunque los adjetivos caracterizan a las cosas, no es casualidad que para definir al “tiempo”, no tengamos más remedio que recurrir a las apreciaciones, muchas de ellas subjetivas, que hemos juntado a lo largo de los siglos.
Y tal vez terminemos por aceptar que el mundo jamás estará acabado en cuanto definido (esto es solo un eterno decir). También es cierto y hay que decirlo: para describir una “cosa”, no queda de otra que utilizar la palabra, a la que Borges define como ese torpe y rígido símbolo.
El tiempo es este frágil espacio que habitamos, en el cual nos movemos, aún sin saber si para adelante o para atrás. Borges también habla del tiempo como aquellos números transfinitos, a los que no se podría llegar ni contando de millones en millones… El pobre tiempo parece inabarcable para sí mismo.
Pero el tiempo también tiene que ver con la dicha, la felicidad y por antonomasia con la tristeza. Es la mezcla de todos los posibles y, por supuesto, de nuestros queridos imposibles. El tiempo es una forma de pensar, aunque pensar sea un camino seguro para olvidar. El tiempo no es el retroceso, porque esa sería una forma de desdecirse.
Más que sabio, el tiempo es un niño que se asombra al tocar por vez primera una llama de fuego. El tiempo es una forma de música, de melodía, en la que sus notas tienen la increíble facultad de crear el silencio.
El tiempo tiene su orden, y más que saltos está entretejido por infinitas pausas momentáneas. Para Borges, el tiempo tiene la capacidad de soñar, y quizá esa sea su única gran virtud. En ese espacio de la intimidad reposada de la mente se construyen infinitos mundos, que una vez ya soñados quedan creados para siempre.
Al respecto podríamos decir que existen dos puntos de vista o teorías. En la primera, todo lo que ha ocurrido a lo largo de la historia sigue ocurriendo y, en la segunda, nada ha ocurrido en realidad. O sea que ni siquiera la plena conciencia (su propia conciencia) de un ser superior capaz de todo, estaría garantizada.
Mientras tratamos de definirlo, él avanza y es en últimas quién nos define. Él, el tiempo, nos intuye y, a la vez, nos sueña, nos piensa en forma de ideas, nos relaciona con el presente, con el pasado y el futuro. Al parecer esto no solo tiene que ver con la esencia del tiempo, sino con la nuestra. El tiempo también podría ser la mejor forma de humanidad; y tal vez (aunque suene pretencioso y aunque Borges no lo diga) el tiempo seamos nosotros y nada más.
Foto cortesía de: Cultura (Argentina)
Muy buen articulo!
Me parece una síntesis literaria con un lenguaje muy técnico, al punto q pareciese que no está tomando algo que ya está escrito, sino que lo narra con propiedad y elegancia. Tiene un transfondo más allá.de lo crítico y lo análitico, para dar un mensaje personaje de alto conocimiento literario……un abrazo. es un orgullo…
Buen artículo me pone a reflexionar en el tiempo, mejor en la vida. En verdad, el tiempo es un recurso no renovable.
Excelente artículo mi hermano, muchas felicidades y sigue con el mismo espíritu, ud es un duro, de verdad bravissimo..
Apreciado soñador, uno más, igual a mí, igual a los millones que ya se han ido, igual a los trillones que habrán de venir. El tiempo es sólo uno de los componentes de este gran misterio en el cuál nos creemos protagonistas.
Tal vez protagonistas de nuestra propia historia, la que a diario escribimos aferrados a las leyes naturales y a las leyes del hombre. Tal vez por eso se hace necesario morir y evolucionar a un estado más ligero, sin tantos apegos y con la capacidad de descubrir las respuestas precisas que en este plano jamás serán resueltas.
El tiempo visto por el retrovisor es infinito, visto a futuro aún más. Y es que el Bing bang no es sino una especulación lanzada por alguien bien escalafonado en las líneas de la ciencia, pero de ahí a ser una gran verdad…. IMPOSIBLE!!!, así que eso es sólo un escape a la realidad misma que nos grita desde los confines del universo (de llegar a tenerlos), lo pasajeros que somos en nuestra forma humana.
Jorge Hernando Saray Mora
3192083568
Muy querido Ajejo, eres excelente en lo que haces
En este artículo queda demostrado que has sabido administrar muy bien tu tiempo, el éxito es tuyo! Felicitaciones!!!
Grande es el tiempo que nos acoge, porque nos permite tomar sus frutos cada minuto. Aunque a veces no lo notemos.
Grande es el tiempo, el que nos permite tomar sus frutos cada instante aunque no lo notemos.