Las cifras reveladas en el debate de control político a Alberto Carrasquilla, ministro de Hacienda, hacen cada vez más insostenible la permanencia del funcionario en tan importante cargo para el futuro del país.
Para quién aún no ha entendido la dimensión de lo que gestó el Ministro Carrasquilla, empecemos mirándolo a través de dinero dado y adeudado como lo presentó el senador Robledo, a ver si así lo captamos mejor:
- A Buenaventura le dieron un crédito por 47.735 millones. De los cuales pagó ya 56.887 (más de lo adeudado) y aún debe 42.071 millones. Y al día de hoy no tienen agua ni saneamiento.
- A Jamundí, Valle, le prestaron 8.778 millones. Ya pagaron 6.083 millones, y deben aún 9.025 millones. Más de lo que les desembolsaron al inicio.
- A Ebéjico, Antioquia, le prestaron 2.517 millones. Pagó 2.296 millones y le quedan 2.395 por pagar.
Estos son solo algunos de los casos. Y de los 117 municipios que recibieron el préstamo a través de los bonos de agua, solo 22 hicieron las obras correspondientes.
Como lo propio es que la defensa ejerza su derecho, continuamos con lo que se planteó para dignificar la elección de Carrasquilla. El expresidente y senador Álvaro Uribe Vélez, quien fue el que lo tuvo por primera vez como MinHacienda, expresó ante las mentiras que supuestamente están lloviendo: “la empresa del Ministro Carrasquilla recibió una comisión de más o menos 0,2, equivalente a unos 8 mil millones de pesos”. Es decir, cerca de 3 millones de dólares.
Pero ¿Por qué un funcionario con un sueldo de alto calibre tiene que comisionar por negocios del Estado que supuestamente van a beneficiar al pueblo?
Lo cierto es que Alberto Carrasquilla sí ganó un importante capital posterior a su paso por MinHacienda. El cual sería importante que justificara con claridad. Según la declaración de renta que el propio Carrasquilla le envió a la congresista Katherine Miranda, a su salida del ministerio tenía un patrimonio líquido de 75 millones y, en el 2016, había aumentado a 2.700 millones, un incremento de 1700% en su patrimonio. Algo que sin duda cualquier colombiano quisiera lograr.
Entonces, si volvemos a esa enorme suma de dinero ‘ganada’, nada cuadra si el objetivo de Carrasquilla es servir a la patria en vez de irse a ganar muchos miles de dólares, como dijo en su defensa la vicepresidenta Marta Lucía Ramírez, dando a entender que poco importa que se haya lucrado a costa del sufrimiento de los departamentos, porque antes le estamos debiendo un favor por preferirnos.
Y es que la vicepresidenta es clave en el discurso ejercido por el uribismo en defensa de sus indefendibles. Aún cuando antes Marta Lucía sí hablaba con la verdad. ¿Recuerdan cuando dijo que ‘el uribismo lo que hace es manipular al país’?
Pues bueno, como la revivieron políticamente, reajustó sus cables y sentenció ayer: “el debate a Alberto Carrasquilla demuestra una vez más la ética selectiva de los citantes. Le gritan corrupto a alguien que no se ha robado un peso y guardan silencio complaciente frente a las fechorías que se hicieron con la oda al acuerdo con Farc”.
Como ven, el uribismo se limpia de sus impurezas diciendo que como las FARC son tan malas, entonces los delitos que cometen son buenos, son justificables, y los tenemos que permitir como sociedad.
Ni Marta Lucía ni Álvaro Uribe ni nadie del uribismo tienen argumentos de peso para defender a Carrasquilla. Se dedicaron, como hasta ahora, a apelar al odio que la sociedad tiene hacia las guerrillas para barrer bajo el tapete la gravedad de las denuncias.
Mucho menos los tiene Carrasquilla, que optó por decir que todo este entramado se trata de una persecución en su contra, aupada por el senador Jorge Robledo, quien para terminar su intervención le recordó al presidente Iván Duque que él se subió diciendo que el que la hace la paga, y el Ministro la hizo, y lo premiaron.
Por su parte, el senador Gustavo Petro sacó a la luz la prueba que, según él, oculta Uribe y su defensa. En ella se muestra cómo Andrés Flórez, quien fue subalterno de Carrasquilla en 2006 y con quien él impulsó el Plan Nacional de Desarrollo que dio origen a los bonos de agua, después fue su socio y gerenció la empresa que vendió los bonos de agua, aún teniendo sociedad con el Ministro.
Según las pruebas que presentó Petro, todos los recursos para los municipios sumaban 400.000 mil millones. De allí salieron los bonos, emitidos por una sola empresa: Grupo Financiero de Infraestructura, GFI. Una empresa privada, cuyo representante legal era Flórez, el socio de Carrasquilla.
Y la cereza del pastel llegó por parte de los senadores aliados al gobierno, quienes reconocieron que sí hubo un negocio leonino, pero culpan es a los alcaldes que no saben endeudarse, y no al encargado del asunto, que se ganó sus buenos millones. Todo un buen muchacho para ellos.
En un país decente Carrasquilla no tendría que renunciar a su cargo, porque para empezar jamás habría ocupado un Ministerio público. Y ni qué hablar del presidente Iván Duque, que presenta proyectos anticorrupción y mantiene en su gabinete de Ministros al señor Alberto Carrasquilla, con todo lo que esto implica.
Quizá para algunos lo que hizo Carrasquilla no está mal y es lógico que tenga ese patrimonio y más tras ser servidor público; pero en el ambiente queda el cuestionamiento a su ética profesional por haberse beneficiado de una medida que se pensó para dotar a los territorios de acueducto y saneamiento, y que aún hoy los tiene endeudados, mientras el mismo funcionario retoma el poder de tan importante ministerio.
No sobra la pregunta del senador Robledo, ¿qué otros negocios estará gestando ahora Carrasquilla teniendo de nuevo el poder?
Fotografía cortesía de El Tiempo.
Cuando un político dice que acabará con la pobreza, se refiere a la de el, es algo que muchos no han entendido aún. Jajaaajaja
Patrimonio líquido de 75 millones? O 75 mil millones? No es claro esa cifra, me parece muy poco dinero 75 millones para este señor.
La ética, no es un problema menor, en el manejo correcto de los bienes del Estado, es la línea delgada que define si un funcionario debe permanecer al frente de su cargo o renunciar, porque su mal ejemplo cunde entre todos los ciudadanos del país. RENUCIE señor ministro!!.
Es triste que a partir del gobierno de Uribe todo mundo monta sus propios negocios aprovechando su posición y con la venía del presidente de turno, Andrés Felipe Arias, los hijos de Uribe, Carrasquilla, etc. Y al final nunca pasa nada, la corrupción es tan común que todos la justifica y los que reclaman y protestan o don apatridas o guerrilleros.
Respetado Ian: la construcción gramatical ‘funcionario publico’ es un pleonasmo o redundancia, con decir funcionario es suficiente. Por lo tanto, si lo oye diciendo eso el profesor Armando López Upegui le ‘jala’ la oreja roja. Buen artículo, saludos.