El país necesita un recambio urgente en la política. Eso se evidencia cada vez más con los carteles de corrupción que emanan desde las mismas raíces de los partidos tradicionales y los no tan tradicionales que manejan la movida pública (que a veces no es tan pública) en Colombia.
Como no podía ser de otra forma, nuestro amadísimo doctor Uribe Vélez ha vuelto a lanzarnos su flotador salvavidas, tal como lo hizo las pasadas elecciones con el carismático Óscar Iván Zuluaga, pretendiendo ser nuestro único líder, mesías, problema y solución para el futuro del país.
Esta vez, la misión le corresponde al más joven de los viejos, o al más viejo de los jóvenes del Centro Democrático, que de centro, nada. Un señor con pinta de tío buena gente, que sabe jugar fútbol, dicen que sabe tocar guitarra y canta y que por esto es carismático. Punto para Uribe, que esta vez no tuvo que echar mano del marketing para hacer ver a su candidato más buena papá, como sí lo tuvo que hacer la vez pasada con Óscar Iván.
Hacer ver a ese señor carismático… el marketing es una cosa poderosa. Volviendo al tema, es muy curioso que este muchacho que promete en su campaña un gobierno joven, que no va a mirar hacia atrás, que, como él mismo lo dice: «construye y no destruye» y que hace la veintiuna con un balón de fútbol cada vez que puede, pero no debate (populismo a gritos), también está acompañado de lo peorcito de la política colombiana, incluyendo a tres de los 5 expresidentes de los últimos 30 años y que además, han sido desastrosos en sus respectivos gobiernos.
Pero no solo eso, también está acompañado de los artífices de los carteles de la corrupción del país, de dos de los personajes más retrógrados de la vida política y de un excandidato a la presidencia que más parece la dama de compañía de turno de quien esté gobernando o a punto de hacerlo.
Sé que ningún amigo uribista habrá llegado hasta este punto para desmenuzar el equipazo de trabajo del muchacho elegido que no acepta debates, pero hagamos el ejercicio de reconocer el joven grupo que está detrás del gobierno de la renovación.
José Obdulio Gaviria
El gamonal antioqueño por excelencia. Primohermano de Pablo Escobar y hermano de dos investigados por tráfico de drogas. Este parentesco, en especial el de Escobar, logró ganarle el repudio de Pastrana, con quien hoy posa en la misma foto. Empezó siendo un luchador por los derechos de los menos favorecidos, aunque no se pueda creer, y la vida le cambió cuando fue presentado en los 80’s con quien hoy es su jefe. La relación entre ellos se fue fortaleciendo y en el gobierno de la «Seguridad democrática» fue nombrado asesor presidencial.
Sin ser este un cargo oficial, Gaviria tenía acceso a secretos de estado muy delicados y precisamente por la condición de su cargo, las estancias penales gubernamentales no tenían jurisdicción para abrirle investigaciones. Acérrimo defensor de la causa uribista, hoy en día es senador por el Centro Democrático (con un reconteo de votos sospechoso) y sostiene convencido que durante el gobierno de Uribe no hubo ningún conflicto interno armado y que las cifras de víctimas está maquillada para hacerlas ver más grandes.
Germán Vargas Lleras
(Y acá vamos a meter a todo su Cambio Radical): ¿Qué podemos decir sobre el hombre de las «preguntas tan chimbas»? Machista, soberbio, patán, grosero, otro que se cree el elegido salvador del pueblo, pero la característica principal de este buen muchacho es su oportunismo. Tiene olfato político, pero del malo.
Hizo campaña con el discurso de haber regalado casas por todo el país, pero de cuenta de nuestros impuestos y claro, fue un crítico del jefe de Duque, hasta que este pasó a segunda vuelta y como dice algún dicho anónimo: «No me interesa la política, mi lealtad está siempre el lado del fuerte» y como él no pudo serlo… Vargas Lleras es el líder de la bancada de Cambio Radical, partido político con el mayor número de miembros investigados y dueños de los mayores carteles de corrupción vistos últimamente en la vida política colombiana. Nada más que decir.
Sé que esto parece muy oscuro hasta aquí, pero no, se pone peor.
Alejandro Ordoñez
precandidato derrotado en la consulta de la extrema derecha. Pero esta no es su única característica; de hecho podríamos hacer un artículo entero del señor medieval, pero, resumamos. Como cosa rara en este bando, también se cree el salvador del mundo y nos habla de la familia, de la ética, la moral y de cómo deberíamos vivir los colombianos sin poder elegir cómo lo queramos hacer.
Entre sus mayores escándalos podemos contar la quema de libros (sobre la cual afirmó que lo volvería a hacer) y sus decisiones controversiales y pasionales cuando fue Procurador General de la Nación, siendo este un puesto bastante discutido para alguien como él. ¿Se imaginan a este hombre con un Ministerio de Educación o de Defensa? Nos vamos diez siglos atrás.
Discriminador profesional de las minorías y clientelista por excelencia, son «cualidades» que llevan a Ordoñez a estar en el lado perfecto para él: El gobierno «joven» de Duque.
Viviane Morales
en el mismo saco que nuestro queridísimo Ordoñez, está la candidata retirada de la contienda electoral, Viviane Morales. Limitadora de derechos si se le diera el poder para hacerlo, hace poco impulsó y lideró un referendo para que los homosexuales no pudiesen adoptar. Es un personaje que lleva las palabras religiosas en la boca, pero no las acciones (como muchos en este país). Casada con Carlos Alonso Lucio, quien fue condenado a prisión por colaborar con grupos paramilitares, Morales fue quien personalmente presentó cargos contra Andrés Felipe Arias por Agro Ingreso Seguro cuando ésta era Fiscal General de la Nación, pero hoy no tiene problemas en estar en su mismo bando.
César Gaviria
si el partido Liberal había perdido fuerza estos últimos años, César Gaviria lo terminó de hundir. Es un partido que, aunque hoy en día aún hace parte de la Internacional Socialista, ha recogido lo que ha podido en el camino, como la anterior mujer mencionada que de Liberal no tiene absolutamente nada. Fórmula vicepresidencial de Luis Carlos Galán y Presidente del país cuando este fue asesinado en una de las épocas más duras en cuanto a narcotráfico se refiere.
Primero fue socio del jefe del Centro Democrático, luego lo criticó duramente, incluso alejándose políticamente y ahora otra vez está con él. A su cabeza, el partido Liberal abandonó a Humberto de la Calle en plena campaña y lo dejó con una deuda que hoy se encuentra pagando gracias a la ayuda de los colombianos.
Andrés Pastrana
Presidente del país entre 1998 y 2002. Extrañamente no apoya el proceso de paz, luego de él mismo haberlo intentado en su gobierno y con muchas arbitrariedades. Famoso por el escándalo de la silla vacía, en el que el líder de la desaparecida guerrilla de las FARC lo dejó plantado ante el mundo.
Podríamos suponer que es un poco de envidia por no haberse ganado él, un Premio Nobel de Paz o por lo menos, haber quedado en los libros como el que logró llevar a feliz término un tratado de paz con el que era el grupo guerrillero más antiguo del mundo. Es otro de los que hace un tiempo no quería saber nada del dueño del Centro Democrático y ahora no se despega de él, cual garrapata en perrito.
Álvaro Uribe Vélez
La joya de la corona y el artífice de que alguien que tiene menos experiencia laboral que usted y yo, esté a punto de ser el nuevo inquilino de la casa presidencial. Polémico desde los inicios de su vida política. Concediendo permisos a Pablo Escobar cuando era Director de la Aeronáutica Civil, creando las Convivir, que defiende a capa y espada y que luego mutaron a AUC, que luego mutaron a Bacrim, se ha vuelto quizás el personaje político más influyente de la historia de Colombia.
Siempre aparentando un origen humilde y un hablado campesino lleno de diminutivos, fue presidente del país por dos períodos consecutivos, siendo el segundo, un polémico resultado del clientelismo (léase Yidis-política) para cambiar un «articulito» de la Constitución y poder hacerse reelegir y pretendiendo hacerlo una tercera vez, sin lograrlo.
Con 276 investigaciones en curso y sospechosamente nueve testigos en su contra asesinados, muchos no podemos entender cómo logra ser tan popular. Parece que entre más investigaciones tiene, más lo quieren. Investigaciones sobre falsos positivos, desapariciones forzadas, masacres como las del Aro y La Granja, entre otras, reposan contra él, sin tener mucho avance. Quizás porque como dijo alias Popeye: «es un ex-presidente y es el hombre más poderoso del país». Lastimosamente lo malo no para allí, aunque quisiéramos.
Una de las propuestas más polémicas de «el presidente eterno» como lo resalta su monigote de turno, es unificar las cortes; propuesta que resulta sumamente sospechosa si tenemos en cuenta que son estas cortes las que tienen sus investigaciones abiertas. ¿Qué pasaría con todo esto? Cientos de familias que aún no saben la verdad sobre los suyos, se quedarían con ese sabor de impunidad.
El discurso del candidato Duque es engañoso desde el principio. No solo porque se pinte las canas o porque mienta sobre sus títulos en su hoja de vida (lo cual es gravísimo y merece un capítulo aparte), sino porque habla de un gobierno joven que no existirá.
Un gobierno joven en el que Álvaro Uribe saldrá impune, en el que Alejandro Ordoñez tendrá el poder que siempre ha querido y en el que hacer la veintiuna con el balón, tocar guitarra horriblemente y darle vueltas en el aire a presentadoras, va a mantener entretenidos a los alienados que pintarán una equis sobre su cara el domingo.
Esta nota solo recuerda viejos adagios: … «Dios los cría y ellos se juntan» …; … «Dime con quién andas, y te diré quién eres» …; … «más vale solo que mal acompañado» …; … «El que anda entre la miel, algo se le pega» …; … «El que tiene rabo de paja, no se arrime a la candela» …; …»Son las cosas del destino, el que nace lechón, muere cochino» …; … «Algo sabe, el que no sabe, si callar sabe» …; … «Cuando el río suena, piedras lleva» …; … etc., … etc.,
Y a quedo duque. Que podemos hacer nada