Señor expresidente y actual jefe único del Partido Liberal, Doctor César Gaviria,
El 18 de agosto de 1989 truncaron el ideal de la renovación Liberal. Las banderas del liberalismo, ondeantes, dignas y orgullosas de haber enarbolado las mayores luchas sociales del país hasta la fecha, languidecían ante el asesinato de Luis Carlos Galán y el de cientos de hombres y mujeres del Nuevo Liberalismo que fueron asesinados sistemáticamente por el paramilitarismo, el narcotráfico y fuerzas políticas enemigas de la libertad.
El liberalismo afligido le entregó estas banderas creyendo que sería usted el garante del proyecto de renovación política del partido. Hoy, 30 años después, usted no solo ha terminado por darle la estocada final a las tesis de Galán, sino que ha cedido a los cantos de sirena de las clientelas y las maquinarias.
En un acto de mezquindad y aritmética electoral abandonó a su suerte la candidatura de Humberto de la Calle, quien lideró el proceso de paz que hoy trae tranquilidad al pueblo colombiano. Negocia usted a estas horas, como un mercader, con los votos de los parlamentarios del liberalismo, quienes en complicidad y ávidos de puestos y erario están dispuestos a dar las volteretas necesarias para acomodarse con el mejor postor.
Pasan los años y el liberalismo no hace sino perder liderazgo en la escena política del país. La colectividad ha soportado de todo: llevó al poder un presidente financiado por el cartel de Cali, resistió las calumnias e interceptaciones ilegales del gobierno Uribe, con quien usted hoy paradójicamente negocia apoyos para la segunda vuelta.
Por otro lado, bajo su auspicio y complicidad, las maquinarias han secuestrado el partido, el nepotismo y los candidatos cuestionados. Su hijo Simón, el hijo de Horacio Serpa, María Victoria Vargas con su sobrino Losada y cuñado Ricaurte Losada; Armando Gutiérrez en reemplazo de Jorge Salamanca, Luz Marina Gordillo y su esposo; El clan López de Córdoba, Álvaro Ashton y la última cabeza de lista del Senado: Mauricio Amín, íntimo de los Char de Cambio Radical.
Sufrimos una crisis de liderazgo. las opciones reales de renovación no son sus otros detractores políticos: ni Juan Fernando Cristo, tampoco el exviceministro Luis Gómez, que no ofrece sino arengas en redes sociales; menos en el senador Luis Fernando Velasco, todos ellos representantes de la política tradicional, y quienes apenas alzan voces contra los males del liberalismo, cuando muchos venimos haciéndolo desde hace años.
Corto se quedó Juan Manuel Galán, en quienes muchos vimos una opción, pero que le costó asumir con vigor y valentía una posición clara frente a la terrible situación del liberalismo y prefirió evadir la contienda electoral del pasado noviembre, distraído por tener en mente la refundación del Nuevo Liberalismo, cuando en casa no hemos librado aún la primera batalla.
Señor expresidente, es una tonta ilusión pedir su renuncia, ya que no queda nada de la solvencia moral e intelectual de la dirigencia liberal que preside.
Lo único que le pido son garantías para quienes estamos dispuestos a izar las banderas liberales en las elecciones locales del próximo año, prestos a dar la batalla para rescatar algo del ideal de libertad y tolerancia que usted le vendió al Uribismo a semanas de la segunda vuelta electoral.
Fotografía cortesía de Caracol Radio.
Si señor, totalmente de acuerdo, algo así como: por plata baila el perro.
Dios los cría y ellos, Oscar Sanchez Jefe Conservador en Utic ahora Jefe del Partido Liberal en Cundinamarca es un despropósito enorme en fin, convirtieron el glorioso Partido Liberal en una colcha de retazos.