En la parte alta de Bogotá, se alza Bicistema como un estudio de urbanismo y arquitectura que busca mejorar y empoderar las condiciones y garantías de los bici-ciudadanos y revalidar a la ciudad como un modelo en el uso de la bicicleta.
Un trabajo de grado basado en la consolidación de redes de ciclorutas, un sistema de movilidad (de hacinamiento) y una herramienta de reconstrucción social como la bicicleta fueron los ejes que motivaron a Laura Rojas, arquitecta de la Universidad Piloto de Colombia, para crear Bicistema y revolucionar la manera en que se reconoce al actor vial que se moviliza en bicicleta.
Su experiencia de intercambio en Argentina y su maestría en España le permitieron soñar, profundizar y especializarse en urbanismo de la bici, generando iniciativas de bici-espacios y aportando a la infraestructura y consultoría de este medio de transporte en lugares como Bogotá o Lima, donde en esta última se realizó el Foro Mundial de la Bici, evento en el cual se reúnen colectivos, instituciones y voluntarios que trabajan en pro de la bicicleta y su función de transformación social y cultural en la movilidad y, en general, en la visión de mundo.
El planteamiento urbano de construir una red de ciclorutas va acompañado, comenta Laura, de bici-estaciones y bici-parqueaderos que posean un equipamiento donde el usuario pueda estar tranquilo porque su vehículo estará bien asegurado y protegido. Además, la adhesión de talleres de mecánica mejora la experiencia del usuario y la integralidad del sistema de bicicletas en la ciudad. Junto a esto, se plantean planes complementarios con los sistemas de bicicletas públicas que suelen ser independientes y no tienen un servicio consolidado de bici-parqueadero y de mantenimiento.
La fuerza de Bicistema la imprime el espíritu de Laura: «de todas estas experiencias de ir, estudiar afuera, irse a otras ciudades, ir a foros, es ver qué es lo que pasa en otras partes del mundo, y resulta que no nos estamos inventando nada. Cuando estos países se dieron cuenta que los carros nos estaban matando dijeron: vamos a ponerle prioridad al diseño urbano enfocado en la humanidad realmente, no en el motor. Esas personas empezaron a pensar en las ciudades hechas para personas. Entendieron que ese era el camino, que ese era el presente y el futuro de la ciudad y se pusieron a trabajar en ese tema. En esas ciudades hay facultades de Arquitectura y Urbanismo que se dedican a hacer cursos enfocados en la planeación urbana en Bicicleta«
En ciudades como Bogotá, las personas empiezan a ver en la bicicleta algo más que un medio de transporte o una herramienta para salir a las populares ciclovías. Personas como Laura decidieron bajarse del transporte público y evitar los atascos para subirse a un bici donde el ritmo y el tiempo de llegada al punto del destino lo impone quien maneja el vehículo.
Muchos dirán que es fácil si todos se pasan los semáforos en rojo, si cortan paso por los andenes o si culebrean entre carros. Y aunque son acciones que se ven a diario, la labor de Bicistema está, precisamente, en levantarse desde los pedales y proponer una infraestructura que permita mejorar no solo la movilidad para los biciusuarios sino que va a generar espacios que eviten roces con los demás actores viales, pues uno de los principales problemas es que el ciclista pasó a ser el enemigo del peatón, del conductor del vehículo, del camión o de la motocicleta. Debido a ello y a todos los kilómetros recorridos por el equipo de Bicistema es que decidieron centrar sus esfuerzos, pedaleadas y estudios en generar planes para visibilizar al ciclista sin tener que reducir la importancia de los demás agentes que usan las vías públicas.
¿Cómo ha manejado la actual Alcaldía el tema de las bicis en Bogotá?
«Lo que pasa es que ya cogieron la bici de caballo político, pero sí hay un reconocimiento en que fue una persona pionera en traer ciclo-infraestructura. Yo he estado en el ejercicio de cotizarle al Ministerio de Transporte bici-estaciones y ahí es donde me doy cuenta que ese tema de la corrupción y de la rosca están muy presentes. Es bien duro ver cómo uno se desgasta días, dos semanas, tres semanas y cuando te das cuenta te utilizaron para meterte en un estudio de mercadeo pero ya tienen arreglado desde hace meses el negocio con quienes lo van a llevar a cabo«, manifiesta Laura.
Bicistema ya ha hecho presencia en foros mundiales y locales sobre la bicicleta en México, Perú y Colombia, específicamente en Medellín y Bogotá. En estos y otros lugares más buscan seguir trabajando en pro de un urbanismo de la bici que se asocie a un reconocimiento de este medio y a un desarrollo asociado a la sostenibilidad ambiental.
Abolir la industrialización, las máquinas y la contaminación es una misión que requiere un compromiso en comunidad, que vaya, precisamente, desde personas que trabajen desde la arquitectura, la ingeniería y la economía en sectores de emprendimiento para sentar unas bases y unas propuestas sólidas que sigan consolidando a la bicicleta como una solución a los temas ambientales y de movilidad.
Los foros, conferencias y espacios en los que ha participado Laura en nombre de su estudio de arquitectura y urbanismo -y en nombre de todos los que andamos pedaleando entre calles- también buscan aportar a la bicicleta como una herramienta de empoderamiento cultural y reconstrucción social, como ese canal que permite desplazarse por encima de prejuicios y que reúne colectivos que realizan actividades que van desde el apoyo al turismo hasta acciones simbólicas que empoderan al ciudadano y lo convierten en un sujeto activo.
Así, el ciudadano se muestra capaz de demostrar que es posible revolucionar la movilidad a partir de un rechazo a los malos servicios del transporte público y de las vías que no ofrecen garantías suficientes para que los recorridos sean óptimos y los vehículos no sufran daños o perjuicios por lozas fragmentadas y calles sin pavimentar.
¿Cómo se financia Bicistema?
«Actualmente se financia de la realización de esos pequeños proyectos que fueron los Biciespacios a nivel interior, hicimos diferentes diseños de apartamentos donde adecuamos espacios para poner las bicis, el stand en la alcaldía», explica Laura y añade: «Además de eso toda la línea gráfica también la hacemos aquí, tenemos proyectos aparte donde también hacemos diseño gráfico, diseño en papelería. Trabajamos en alianzas con otras oficinas donde les ayudamos con sistemas de planos, formulación y gerencia de proyectos. Para Perú nosotros hicimos una campaña de crowfunding; tenemos diferentes herramientas para decir cómo nos vamos a financiar y los bici-parqueaderos, todo eso funciona con contratos de obra, nosotros vendemos un servicio de remodelación o instalación de bici-estacionamientos. Además también un poco de recurso propio.»
Para Laura hay un vacío entre la academia y el desarrollo que estamos teniendo a nivel urbano y cultural. Justamente esos vacíos que no se cubren desde la educación son los que deben ser cerrados a plenitud por este tipo de labores que no buscan grandes licitaciones sino dejar una huella, o mejor un rastro de la fuerza con la que pasa la bici y empieza demostrar que el progreso se realiza desde y por la comunidad, generando beneficios en común y construyendo razones para creer en el bienestar y equilibrio de los lugares que habitamos desde un hábito que no solo resulta saludable y económico, sino que también revoluciona el modo en que nos desplazamos y genera una resistencia a la imposición de modelos de movilidad que, en muchas ocasiones, no satisface al usuario y sí empeora la experiencia rutinaria de movilizarse a través de una ciudad como Bogotá.
Es así que Bicistema se presenta como una apuesta que busca trastocar el modelo urbanístico en Colombia, logrando que el espacio para el ciclista no solo sea creado sino también apto para la seguridad y comodidad de los ciudadanos que le apuestan a este medio de transporte. Bici-parqueaderos con un sistema óptimo de seguridad y calles con una clara señalización que les permita a todos aceptar y reconocer derechos y deberes con un actor vial como el ciclista, son algunos aspectos por los que trabajan en el estudio para reafirmar la participación del gremio en las calles.
Ahora, si hay algo que le da un plus a la tarea que realiza Laura y su equipo de trabajo es la capacidad de trabajar teniendo como base los logros y las herramientas que han obtenido por su incesante labor y por su innovación y apuesta en un campo que ha cogido tanta fuerza a nivel mundial como lo es la bicicleta y su característica de ser una solución integral para el ambiente, la salud y la movilidad en ciudades donde los medios de transporte motorizados colapsan las vías, el aire y la paciencia de las personas.
Debido a ello, el emprendimiento de Bicistema resulta indispensable para la integración de nuevos modelos de transporte y nuevos escenarios que resalten la intencionalidad del progreso a través de la inclusión y la transformación que ofrece la bicicleta a una sociedad que busca subsanar tantos vacíos sociales, culturales y políticos.
Este texto se realizó en co-autoría con Jose León.