Pocas sorpresas pero muchos sorprendidos traerá la jornada electoral de este domingo en Colombia donde se eligen 107 senadores y 171 representantes a la Cámara en 32 departamentos y varios consulados de Colombia en diferentes latitudes del mundo.
Los sorprendidos que siguen confiando ciegamente en sus instinto y no investigaron al menos un poco del país que precedió el 2 de octubre de 2016. Ese país donde una gran mayoría de personas votaron por el No a los Acuerdos con las Farc, pero quienes nunca se vieron reflejados en las encuestas, clima de opinión o los cálculos de nosotros los que nos dedicamos a estudiar y profundizar sobre los temas de la política y la opinión colectiva.
El voto vergonzante que emerge del hastío frente al país actual e incluso frente a las encuestas, es el gran desconocido en las campañas electorales. Es como un fantasma despreciado que es invisible pero asusta en forma de masas de ciudadanos sin partido, sin filiación e incluso sin empleo, sin oportunidades, cansados de ser manipulados por la clase política; estos se decidirán a dar un voto castigo, lo percibo en la calle, en los barrios, en las universidades. Se percibe en los rincones de varios estudios, allí en la meta data que pocos analizan.
Emergerá este domingo un voto castigo a la política tradicional, a los congresistas que persisten en hacerse elegir con lánguidas y pálidas campañas de maquina, sin mayor esfuerzo por las propuestas o la discusión de políticas publicas decisivas para un país debilitado en lo económico y social.
Serán castigados en las urnas los políticos que siguen evadiendo los canales de comunicación horizontal con los ciudadanos, esos varones electorales que tradicionalmente han logrado un espacio en el Congreso, ocultos de sus electores, en el pedestal de su “negocio personal”, repartiendo dinero con tula en mano; serán castigados los políticos oportunistas que solo pisaron el polvo de los pueblos o las redes sociales de manera pre electoral, para dárselas de conversadores o de cálidos con el ciudadano, cuando su arrogancia en el ejercicio los puso en evidencia.
Y no quiero decir con esto que muchos de esos políticos no llegarán al Congreso, no señor, quizá lo hagan pero no con la fuerza de antes y además se verán acompañados por nuevos y frescos congresistas que serán su piedra en el zapato, pues realmente han salido a las campañas con poco que perder y han ganado mucho y hacen que nos llenemos de esperanza en lideres que realmente se ponen al nivel de las personas, que conversan, que se pueden tocar, que estudian, que conocen las problemáticas que tiene esta Colombia y además tienen propuestas claras sin populismo ni efecto caza tontos.
Adenda: Vencerá con más de 23 senadores y 7 representantes en Antioquia el Centro Democrático, seguido por Cambio Radical. El Liberalismo se mantiene. El Partido conservador pierde curules y se inicia el principio del fin del Partido de la U.