El nombramiento

Esta semana se conoció la noticia de la renuncia de Alfredo Ramón Bula Dumar a la gerencia general de la Empresa de Desarrollo Urbano de Bolívar, Edurbe S.A . En general, Bula Dumar es un personaje desconocido. Pero en las altas esferas del gobierno y de la política es un empresario que no pasa desapercibido con una carrera interesante en el sector público.

Veamos.

Bula fue el representante legal de una unión temporal llamada Berakah, que fue la encargada de construir el estadio de Sahagún, en Córdoba. Un millonario proyecto por el que se le pagó al ingeniero cerca de doce mil millones de pesos, cuando el alcalde del municipio era el primo del exsenador Bernardo Miguel Elías, hoy preso por el escándalo de Odebrecht. (Ver contrato)

Luego de esa contratación, el 17 de abril de 2015 Bula fue nombrado como el gerente general del Fondo Financiero de Proyectos de Desarrollo, Fonade, por el presidente Santos. (Ver decreto) Antes de su nombramiento, se rumoraba que quien iba a ser finalmente electo en el cargo, era el empresario Gabriel Dumar Lora, hoy preso también por utilizar una empresa fachada para recibir los supuestos sobornos de la empresa brasileña de construcciones. Dumar Lora era ficha clave del ñoño y, de hecho, iba a ser su fórmula a la Cámara en el 2018, según le dijo el propio Elías al periodista Camilo Acosta en una entrevista inédita.

Todo esto resulta curioso, cuando se entiende que el encargado de determinar quién llega a dirigir la gerencia de esa entidad que maneja millonarios recursos, es el propio presidente de la República. Pero de eso, poco se ha hablado.

Cuando Bula renunció al Fonade, el 19 de julio de 2016, inmediatamente el presidente Santos nombró a Ariel Aduén Ángel en su remplazo. Ariel Aduén es nada más y nada menos que un amigo muy cercano a Erik Morris, suegro del exsenador Elías Vidal. (Ver decreto)

¿Por qué durante dos años seguidos el presidente Santos decidió nombrar a personas del primer círculo del excongresista Elías, como gerentes del Fonade?

Desde hace un año cuando el periodista Acosta y yo, encontramos todo esto, venimos realizando la misma pregunta. Sigue sin responderse.

Ahora se conoció que el expresidente de la Corte Suprema, Francisco Ricaurte, un preso más, tuvo contratos de asesoría por casi mil millones de pesos con el Fonade, durante la administración de Bula Dumar y la siguiente.

La estrategia siempre ha sido negar que esa entidad fue entregada al Ñoño en contraprestación a su maquinaria en Córdoba para la reelección de Santos. Sin embargo, hay fotografías que prueban la relación de amistad de la familia del senador con Bula Dumar.

Julio Elías Vidal, hermano del Ñoño, es amigo íntimo de Armando Bula, quien es primo hermano de Alfredo Bula. (Ver fotos al final) Esto comprobaría que, por lo menos, los dos últimos gerentes del Fonade sí pudieron ser nombrados allí  para complacer al Ñoño. ¿Por qué?

Votos.

En la reelección de Santos, ya para la segunda vuelta en el 2014, el candidato presidente sacó casi 400.000 votos en Córdoba, consolidando así la mayor votación de la región Caribe. Y eso fue gracias al curpulento brazo político de la Ñoñomanía. Un favor muy importante para la paz, pero que no resultaría gratuito.

Un año después se conoció el primero de los nombramientos.

Ahora, el presidente Santos se rasga las vestiduras con la corrupción dentro del Estado. Lo cierto es que eso es igual que taparse los ojos y firmar decretos utilizando la tinta de la mermelada, y la pluma del nepotismo.

Y la pregunta sigue planteada.

Adenda: Que el gobierno le ofrezca un trato de sometimiento a la justicia a las bandas criminales, para que estas se queden con los millones de sus crímenes, es una prueba fehaciente de la incapacidad del Estado para garantizar la seguridad y la justicia en el territorio nacional. Muy triste para el país.

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