Al Acuerdo ya lo están haciendo trizas

Al acuerdo lo están desgarrando de a pocos para que lleguen los buitres por las sobras.

Opina - Política

2017-10-27

Al Acuerdo ya lo están haciendo trizas

La ultraderecha no ha tenido necesidad de esperar hasta las elecciones para ver su más grande anhelo hacerse realidad. Hacer trizas el Acuerdo Final está siendo una realidad y lo más irónico -y triste- es que es a manos de uno de sus artífices.

El gobierno de Juan Manuel Santos está fallando en forma en la única cosa que se rescataba de su gestión. Al parecer, al laureado Nobel de Paz no le basta con tener una pésima administración en lo referente a la salud, la educación y la garantía de derechos; sino que parece que creyera que la paz es firmar un papel y posar para la foto.

Al gobierno lo cojieron con los pantalones abajo con la implementación de la paz, y aunque es lógico que el proceso pueda ser largo, parece que no estaba preparado para lo que representaba en materia de territorio, seguridad y trabajo social, desmovilizar a las Farc.

Pero no solo es el gobierno, los honorables Senadores y Representantes están dando cátedra de la decadencia de la política en el país en época de elecciones, donde cada quien está tratando de asegurarse otros cuatro años más de sueldo por ir a dormir o no ir al Congreso, o donde el hijo de un hombre que murió por perseguir a los bandidos hoy comparte filas con ellos.

Estos aires de ir haciendo alianzas para las próximas votaciones han hecho que la falta de qourum en el Senado para la discusión sobre la Ley estatutaria de la Jurisdicción Especial para la Paz sea un constante en el recinto. A los Senadores del Centro Democratico se le sumaron los del Partido Conservador y los de Cambio Radical (estos últimos saben que necesitan captar votos uribistas para seguir con «vida» en la contienda política) lo que significaría que casi la mitad de los senadores estarían ausentes para votar. La falta de consenso está poniendo en terreno delicado una de los motivos por los que las Farc se sentaron en la mesa: su participación política.

Por otro lado, la intervención tardía del Estado en los territorios y la lucha por el control del narcotráfico entre diferentes actores (ELN, disidencias, paramilitarismo, bacrim y delincuencia común) está desencadenando un nuevo conflicto en las zonas dejadas por las Farc, dificultando las labores de sustitución de cultivos ilícitos y creando tensión entre el gobierno y los campesinos que denuncian incumplimientos en los programas. Como quien dice el punto 4 del Acuerdo sobre el problema de las Drogas también anda cojeando.

Sumando el asesinato de líderes sociales, la ausencia estatal en las comunidades y la incapacidad del Gobierno para comunicar efectivamente el tema de la paz en los colombianos, a quienes dicen querer hacer trizas los Acuerdos no les va a quedar tan difícil si llegan a ganar en las elecciones.

Y mientras Santos actúa como si no viera la hora de terminar su mandato para irse a dar charlas en cualquier universidad incauta de Estados Unidos, al acuerdo lo están desgarrando de a pocos para que lleguen los buitres por las sobras.

El salvavidas que le queda a la paz es que, por primera vez en nuestras últimas décadas de existencia, votemos por el candidato adecuado que demanda un momento clave de la historia como este, y dejemos por fuera a quienes han desangrado no con armas pero si con prácticas corruptas el país.

Esta claro que las Farc como organización armada no existen más, pero hay muchos grupos con ansías de tomar el botín que ellos dejaron y comenzar otro conflicto, y siendo realistas, Colombia como Estado y como Nación no resistirían otra guerra más.

Ha sido mucho el dolor causado y el daño al tejido social como para permitirse volver a caer en el oscurantismo de la violencia.

Las nuevas generaciones, los niños y niñas que apenas están creciendo y los que están por nacer, no deben seguir cargando el peso de un conflicto. Es nuestro compromiso con ellos, el hacer los cambios necesarios en nuestra sociedad, en tomar las riendas de la participación ciudadana en la política y en defender la paz y el respeto de los derechos y de nuestra Constitución por sobre las posturas políticas.

Si ellos no tuvieron que esperar hasta las elecciones para comenzar a hacer trizas el Acuerdo, pues no esperemos nosotros hasta las elecciones para provocar un cambio. Los momentos claves de la historia los definen los pequeños actos. Inscriba su cédula, motive a su familia y amigos a hacer lo mismo, participe, infórmese adecuadamente, vote y castigue a quien se lo merece. Dese cuenta que somos una parte importante dentro de la generación que decidirá entre escribir una nueva historia para el país o hacerlo trizas.

 

( 5 ) Comentarios

  1. Muy buen articulo ….Lastima que de verdad no hagamos nada YA (y me incluyo) por cambiar este país y exigirles a nuestros gobernantes que el derecho a la paz no nos lo pueden quitar , que hacemos, que nos inventamos???

  2. Es cogiendo*

  3. Muy bien, pero si no encontramos por quien votar, podríamos hacerlo en blanco. Alguien nos podría explicar que pasaría si ganara el voto en blanco?.
    Porque razones hay de derecha y de izquierda para pedirnos el voto, pero en sentir de muchos, además de las razones expuestas por la autora del artículo, es la corrupción de los políticos y de los funcionarios públicos lo que nos tiene en la ruina y es lo que cada vez aumenta la brecha entre pobres y ricos y por ende la sesigualdad social que nos martiriza. Y otra razón mas, la corrupción en la administración de justicia. Y para que seguir enumerando situaciones que nos agobian y no nos deja ser felices.

  4. ReplyRosa Helena Acevedo

    Promover la no abstención para que no tengamos presudente elegido por un bajo porcentaje de votos y muy importante no seguir eligiendo a los senadores y diputados de siempre que solo van a dormir y a cobrar sus altos honorarios los cuales no les bastan porque roban a manos llenas….pobre Colombiano si no despertamos!!!

  5. Muy bonito. Muy bonito. Pero como en todo hay peros y hay peros, yo pongo el mío.
    Digamos que La Paz, es una farza, y en realidad, es una farza. Y esta farza esta hecha para la historia, no de Colombia, sino del engañador, mentiroso, bellaco y anima perversa que se pasea por el Palacio de Nariño, dizque como el presidente de La Paz, cargando una hoja de olivo y con La Corona de laureles del famoso premio Nobel,
    Una hoja de pringamosa es la que debe de llevar en su miserable trasero, y detrás para que lo asee el tal Timochenko del engranaje diabolico , con su prontuario de maldad en su mano izquierda de asesino, violador, secuestrador, y de muy ilustre sangre, pero NEGRA , y ayudado por el tal Márquez, cosita parida por el ombligo de Satanas, y los demás apéndices nauseabundos que le acompañan.
    Hay mucho de que hablar, pero al final pondré solo una coma, y hablaré a mi corazón para que me diga si la justicia se resuelve echando una palomita blanca a volar, para que regrese con una bala explosiva en el piquito,
    En cuanto a mi opinión, Yo subiré hasta el pico más alto de nuestra Patria, y le pediré a nuestro imponente Cóndor, que levante el vuelo, y vuele y vuele, y tome entre sus garras y apriete apriete a esa palomita hasta hacerla tragar esa bala para que explote en sus entrañas.
    Paz, si, pero con dignidad. Paz, si, pero el engaño, sin la mentira y la trampa. Paz, si, pero para El Progreso y el desarrollo de nuestro pueblo.
    Perdón, si, pero con la Justicia en la balanza.
    La Justicia no es el perdón, sin que se ponga antes el delito en su balanza.
    Yo perdono, y olvido, pero no puedo justificar el perdón por el crimen de los crímenes, sin haber sido el crimen puesto en la balanza,
    Ustedes dirán,

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Deisy Villalba
Periodista || Productora audiovisual || Fundadora de LaOrejaRoja || Defensora de la libertad de expresión.