Las tecnologías de la información y la comunicación hacen parte de nuestra vida desde hace varios años, desplazando a medios tradicionales y creando nuevas maneras de comunicarnos con mayor rapidez a menor costo, aumentando también la eficiencia y la productividad.
Las TICs han contribuido a mejorar la cobertura educativa y a disminuir la impunidad, entre otros; pero con ellas también ha llegado nuevos desafíos para la sociedad, pues estas tecnologías creadas con fines positivos, son también utilizadas para generar miedo y terror.
Se han creado grupos organizados de hackers, pedófilos, estafadores, secuestradores, acosadores y terroristas, que abusan, roban, intimidan y atemorizan a los usuarios.
No se enfocan únicamente en personas, también atacan empresas, universidades, bancos, organizaciones y gobiernos, cualquiera puede ser una víctima potencial.
Algunos piensan que por no tener una cuenta en alguna red social, ni una página web personal o empresarial están exentos de ser atacados, pero no es así: si tienes un smartphone, éste puede ser infectado, tus datos robados o secuestrados, espiadas tus conversaciones, otros conocen tu ubicación en tiempo real y usan tu cámara para vigilarte.
Ante estos retos se han venido tomando precauciones, aunque siguen persistiendo algunas fisuras por las que se ejecuta un terrorismo sistemático y oculto, desprovisto de armas convencionales, pero no por eso menos letal y efectivo, que pasa desapercibido y lo tomamos a la ligera.
Ese terrorismo que a través de sofismas, noticias falsas y mentiras infunde miedo y terror en la comunidad.
¿Es terrorismo el uso de redes sociales para intimidar a la población?
Sí, es terrorismo.
Algo que deben tener muy en cuenta los políticos e influencers es la delgada línea entre la libertad de expresión y el terrorismo digital.
Quienes utilizan estrategias para incitar al odio, promover el miedo y el terror en un territorio, pueden ser considerados también terroristas.
Hemos visto como incitaciones a asesinatos ya han sido penadas, y las leyes están avanzando en castigar a quienes hacen uso indebido, con fines terroristas de las redes sociales, y en general de internet.
Estamos en un momento de la historia en el que el terrorismo ha migrado con inusitada rapidez y violencia a la era digital, y es practicado tanto por grupos extremistas que difunden su propaganda y hechos abominables, como por personas sin escrúpulos que mienten para infundir miedo y terror en el país buscando fines políticos
El terrorismo y la violencia deben ser rechazados sin importar su origen, sin importar si son reconocidos grupos terroristas o personas quienes la promueven, porque la violencia que no es rechazada, genera más violencia y se convierte en una cadena de odio difícil de romper.
¿De qué se aprovecha el terrorismo digital? Del desconocimiento de las personas que reciben la información que ellos propagan, del racismo, del complejo de superioridad e inferioridad, del odio y el rencor, entre otros.
¿Cómo prevenir y defendernos del terrorismo digital? Con educación, verificando la fuente de la información y su credibilidad, dejando la pereza mental a un lado, reflexionando antes de hablar o escribir, antes de repetir falsas verdades o pensamientos de otros sin analizarlos.
Cerrarle la puerta al terrorismo digital es necesario para lograr un mejor país, dejar en el pasado la violencia que nos ha envenenado por décadas, y que algunos pretenden continuar vertiendo en nuestros corazones por el canal y medio que puedan.
Un líder que se precie de ser positivo para su país y el futuro de sus habitantes debe promover el respeto, nunca la violencia.