Mucho alboroto todavía tras la explosión en el Centro Comercial Andino de Bogotá: estudiantes de universidades públicas implicados, órdenes de captura por aquí y por allá; dudosas pruebas; una Fiscalía General poniendo todo su empeño (en esto sí) para dar con los responsables; un país como siempre confundido y entre todo esto, me llama mucho la atención un trino del abogado Jaime Restrepo en Twitter en donde se refería a la ciudadana extranjera que pereció ese día en el centro comercial.
Ya había leído antes sobre Restrepo, motivado tal vez por esa manera de despacharse en redes sociales contra sucesos que tienen que ver con el proceso de paz y las FARC, personajes políticos de izquierda, de centro y en general con hechos políticos que tienen mucha relevancia en el ámbito nacional.
Muy desafortunado el trino sobre la ciudadana extranjera, como desafortunado todo lo que cosas de este tipo pueden desatar en un país como el nuestro, en donde los politiqueros de turno escarban en los aconteceres nacionales muy al estilo de perritos hambrientos esculcando en bolsas de basura, para agarrarse de cualquier suceso,maquillarlo de mentiras, infamias y calumnias con la única intención de generar confusión entre los incautos, advertir el apocalipsis, alimentar el odio y convertir a la fuerza sus patrañas en verdades absolutas.
Jaime Restrepo o El Patriota, como es conocido en redes sociales, es además el presidente de la Asociación de Víctimas de la Guerrilla Terrorista. Un distinguido caballero de la clase alta tradicional de Medellín, un amante de las armas con un ego que pareciera darle la gracia divina de estar sentado a la derecha de Dios Padre y un sin pelos en la lengua capaz de desatar borrascas con tal de poder llevarse a su paso todo lo que le huele a comunismo o a guerrilla. Es conocido incluso como alias “Samuel”, nombramiento que se presume le hicieron los paramilitares del suroccidente antioqueño en un momento que tuvo aspiraciones políticas.
A juzgar por sus trinos en Twitter, este patriota parece tener un fanatismo enfermizo que da cuenta de su estado mental.
Lo paradójico del asunto es que alguien con su formación académica e intelectual, debería procurar ser más prudente y menos impulsivo antes de dar sus veredictos en redes sociales; por qué no, consultarlo primero con su yo interior, asesorarse mejor, dimensionar sus consecuencias y medir mejor sus términos.
Y es que el tonito con el que enciende las redes sociales rebosa de violencia verbal. Básicamente no le tiene miedo a nada ni a nadie, excepto a que el país sea entregado a las FARC, pero de ese cuento ya hemos tenido suficiente tela cortada, los hechos son cada vez más claros y desvirtúan cualquier afirmación de ese calibre.
Es un conservador desde su cuna, se declara “ultragodo” y según ha mencionado, estar en el centro, como el Centro Democrático no es de su agrado toda vez que afirma que: “un movimiento de centro es un costal en el que caben todas las ideologías y yo no soy de centro”. Dice ser de la línea política Fernando Londoño Hoyos, Álvaro Gómez Hurtado y el ex Procurador Ordóñez, lo cual siempre ha altamente peligroso, pues estas militancias tan fervientes son las que están conduciendo al país a ese abismo social en donde solo reina la hecatombe.
Este emergente demagogo reúne todas las características para asociarlo con traquetos criollos de la talla de John Jairo Velásquez, alias “Popeye”, tal vez porque tienen filiaciones políticas similares, no les gusta la izquierda, son admirados por esa masa ordinaria que como ellos, cree que todo tiene que solucionarse a plomo; además, un gusto exquisito por la violencia, les encanta estar dando lora y sobre todo, porque tienen el acento paisa tan marcado que le parece a uno estar oyendo a algún culebrero.
Tras sus cuestionados vínculos con los paramilitares del suroeste antioqueño y por esa excelsa aspiración que tiene de derrotar a bala a las FARC si llegase a ser ministro de defensa –como él mismo lo ha mencionado- le queda a uno una irrefutable sensación de que a esta figura nefasta le gustara más el bajo mundo del crimen organizado para defender causas políticas.
Así, bien podría dejar de ser El Patriota para salir de una vez por todas a dar la cara y decir que verdaderamente es alias “Samuel” y ganarse su lugar en la parte más vergonzosa de la historia de este país. Por qué no, lograr que algún canal de televisión de los ya conocidos le haga un homenaje a través de una telenovela y quedar para la historia como el héroe nacional que pretende ser.
Todas las asociaciones de víctimas creen que sus victimarios son lo peor del mundo y si tienen una pluma se van con toda. En resumen los guerrilleros creen que nos hacen un favor matando campesinos y al que se les atraviese y los paracos creen que les debemos agradecer que maten a todo el que les parece guerrilla.todo el que mata irracionalmente mata buenos y supuestos malos e inocentes y no dejan de ser matones
excelente articulo