Las patrañas que movilizan la homofobia

Opina - Política

2017-05-11

Las patrañas que movilizan la homofobia

Quienes vivimos en Colombia no somos ajenos a que hoy por hoy se haga política con mentiras, estamos más bien acostumbrados. Somos testigos de cómo inventan términos absurdos como “Castrochavismo” e “ideología de género” y así logran captar votos para partidos, y un gran número de incautos comparten en sus redes sociales sus preocupaciones porque Colombia, un país godo, religioso y de modelo económico neoliberal, va camino a una “Dictadura Gay Atea Comunista Castrochavista”.

Con todo respeto: ¿Alguna vez se han detenido a pensar lo ridículos que suenan? ¿No? ¿Nunca?

Una muestra clara de lo que digo es lo que sucedió ayer en la comisión primera de la cámara en la que, con 20 votos en contra y a 12 favor, fue hundido el referendo homofóbico y discriminatorio propuesto por la senadora Viviane Morales y su combo sectario e ignorante que incluye personajes como su esposo, Carlos Alonso Lucio, pastores cristianos, Ángela Hernández, monseñor Ordóñez y Oswaldo Ortiz.

La banda comparte no solo una profunda homofobia y una forma hábil para hacer política desde la mentira y la desinformación, sino que tienen algo más en común: todos son gente lejana del rigor de la academia, no son investigadores, no son psicólogos, no trabajan con niños, no son doctores, ni especialistas en conducta humana, ni en sociología, ni en nada.

Y son, para desgracia del escaso progreso del país, los que más se empeñan en dárselas de autoridad para hablar y legislar sobre el tema.

Ayer en el debate, solo podían defender sus absurdas posturas citando la biblia y comenzando oraciones con frases como “yo creo que”, como si sus creencias personales fueran suficientes para determinar el destino de la legislación en materia de adopción en el país.

De igual manera, reniegan de evidencia científica: no hay ni una sola investigación seria o estudio en el mundo que demuestre que los niños se ven perjudicados por crecer en una familia homoparental.

También sufren de un constante delirio de persecución, como el del “youtuber” que ahora le suma a la lista de las invenciones absurdas de este país: “La dictadura gay”. Este hombre es tan mentiroso como buen orador, así ha logrado atraer cientos de seguidores a sus redes sociales en las que habla del “lobby gay” mientras él hace “lobby cristiano”, incluso hace pautas pagadas. ¿Quién nos garantiza que la propaganda a favor del referendo no se la pagaban también?

Es altamente probable, considerando incluso que para ello se formó y su perfil profesional encaja en el de un influenciador a sueldo; a sueldo para los intereses de los pastores, sus iglesias y de políticos como la Morales. ¿Por qué? Porque discriminar da muchos votos en este país. Crear miedo y caos, y beneficiarse de él, es lo único que saben hacer bien.

Yo comienzo a creer que los homofóbicos son personas enfermas, y no lo digo peyorativamente, no; algo sucede en sus cerebros, los procesos químicos no están balanceados: Son paranoicos, mitómanos, bipolares como Viviane Morales que es senadora por el Partido Liberal pero que realmente pertenece a la ultraderecha y se moriría por ser de Centro Democrático.

Parecen también sufrir de un déficit de atención que no les permite leer y entender las investigaciones académicas que hablan del tema con la propiedad que a ellos les falta, ni escuchar los testimonios de las personas que los otros congresistas llevaron a los debates de control contando sus experiencias siendo criados por homosexuales, o padres y madres solteras en hogares llenos de amor y respeto.

En consecuencia, su enfermedad y sus síntomas polarizan el país y quieren devolvernos décadas en materia legislativa y social.

No obstante, más preocupante que el comportamiento de los abanderados de estos inventos es la poca capacidad crítica de la audiencia ante tales falacias. Es necesario que la gente lea, se informe, que nos procuremos opiniones formadas, argumentadas, que son las únicas que tienen validez a diferencia de lo que muchas personas puedan creer.

Se necesita veracidad, no solo por parte de los medios de comunicación, sino de la opinión pública, y eso incluye lo que se dice y comparte en las redes sociales hoy en día.

Necesitamos menos fobia, y más estudio, más investigación; necesitamos menos argumentos pasionales y más argumentos críticos.

Imagen cortesía de: El Cerebro Habla

Necesitamos cuestionar todas las patrañas con las que pretenden movilizar la homofobia, que son básicas, pero efectivas y llevan muchos votos a las urnas; por ejemplo:

• Absurdo número uno:
Los niños se van a volver homosexuales.

A ver genios: ¿y cómo me explican los homosexuales que crecieron en familias heteronormativas? Eso no tiene nada que ver con la crianza, y bajo ninguna circunstancia la inclinación sexual o el fuero privado de las personas debería legislarse basándose en los miedos de algunos. Porque eso a lo único que nos lleva es a lo que pretendía Morales con su referendo: mayorías pasando por encima de los derechos de las minorías.

• Absurdo número dos:
Los niños van a sufrir de bullying en el colegio.

A las lumbreras jamás se les ha ocurrido que en vez de prevenir que un niño sea adoptado y se le brinde un hogar, debemos educar a los niños y a la sociedad en general para ser más respetuosos en todos los espacios, incluyendo los colegios y así evitar casos tan lamentables como el de Sergio Urrego.

• Absurdo número tres:
Los homosexuales son todos violadores promiscuos y malos padres que va a corromper los niños.

No, la maldad de una persona no está condicionada a su preferencia sexual, pueden consultar cifras de maltrato infantil, casi todo perpetrado por personas heterosexuales.

• Absurdo número cuatro:
Permitir la adopción homoparental nos lleva a la “venezolanización” –otro término ridículo- del país. Dicho ayer en el debate.

¿Qué? Nada tienen que ver las inclinaciones sexuales de los ciudadanos con la economía de sus países. ¿O cómo explican de nuevo estos genios de la mentira, que haya países no “castrochavistas” –para usar las tonterías que dicen- donde la adopción y el matrimonio de parejas del mismo sexo están permitidos?

Y así, una podría enunciar una larga lista de todas las cosas absurdas que dicen en sus campañas y en el debate que se dio ayer. Sin embargo, estas sucias estrategias ya las conocemos, como lo mencioné al inicio de la columna. Ahora nos queda combatirlas, estar atentos, trabajar por la diversidad y la inclusión.

Para ello quisiera hacer una invitación a compartir información acertada, verificada, rigurosa; a que se formen, que sea solo desde ahí que se den estos debates que son tan importantes para la sociedad.

Y es muy sencillo. A continuación, dejo un enlace en el que Colombia Diversa aporta conceptos de rigor científico sobre el debate de la adopción de parejas homoparentales. Tal vez esa sea la única forma en la que los homofóbicos aprenderán a respetar a personas que son iguales quienes somos heterosexuales, no son ciudadanos de segunda categoría y sus derechos como minoría no tienen porqué supeditarse a la voluntad de una mayoría intolerante y medieval.

Adenda: como leí por ahí, no impida la adopción de un niño que usted no piensa adoptar, y que al fin y al cabo, fue abandonado por una pareja heterosexual.

Adenda dos: ya pueden desayunar todos los que estaban haciendo ayuno y oración para ganar el debate. No vaya a ser que se enfermen más.

 

 

Andrea Olaya
Escribo por convicción y por placer. Feminista. Politóloga en formación.