Diferentes personajes de la vida pública vienen proponiendo la idea de un nuevo plebiscito, en el que luego de un gran consenso nacional, el pueblo colombiano diga un Sí rotundo a lo acordado entre el Gobierno Nacional y las FARC. Si bien es cierto que sería ideal un escenario donde los colombianos le digamos Sí al acuerdo con un amplio margen de mayoría, no podemos arriesgar lo acordado.
Ese gran consenso nacional que se propone desde las filas del No es algo utópico, y creer que todas las fuerzas políticas del país van a apoyar el acuerdo es algo ilógico. Discursos de odio y afán de protagonismo político como los del exprocurador Ordóñez ─a quien su radicalismo le resulta muy taquillero para sus fines electorales─, van a ser un impedimento para que aflore un gran consenso en el que estén todos los sectores políticos.
Quizás Martha Lucia Ramírez, Andrés Pastrana y hasta el mismo Álvaro Uribe Vélez se terminen montando al tren de la paz, ya que seguramente lo que buscan es aparecer en esa gran foto y mostrarse a la opinión pública como los artífices de lo acordado, lo cual opaca la imagen de los negociadores que durante 6 largos años han trabajado en La Habana, Cuba. Pero a estas alturas, ya resulta trivial si aparecen o no en la foto, ahora lo que nos importa es cómo vamos a salvar lo pactado, cómo vamos a salir de esta incertidumbre y del limbo político frente a la negociación de paz.
De esta manera, arriesgar seis años de negociación y la oportunidad de salir de un conflicto de más de 50 años con esta guerrilla es inaceptable. ¿Se imaginan ustedes que en un nuevo plebiscito gane de nuevo el No?, ¿cuántos años más tendríamos que esperar para pactar un acuerdo con las FARC?, ¿cuántas más víctimas?, ¿en manos de quién estará el próximo acuerdo? No me imagino, pues, a los doctores Vargas Lleras y Ordóñez utilizando el eslogan de “una nueva negociación sin impunidad” para su campaña hacia la presidencia. Todos los candidatos con el mismo discurso, y las elecciones del 2018 dependerían de quién se venda como el mejor negociador, mientras se dejan a un lado otros temas de mayor relevancia nacional: ¡Totalmente inaceptable!
La implementación del nuevo acuerdo se debe hacer vía Congreso, ¿qué mejor escenario? Allí están representados tanto sectores del Sí como del No y se pueden dar los debates necesarios para sacar temas tan importantes como la ley de amnistía o el proyecto de participación política de los exinsurgentes.
Colombia no necesita más polarización, un nuevo plebiscito solo traería más de lo mismo y si bien en este momento la salida más viable al acuerdo es por el Legislativo, definitivamente todo va apuntando a que ese “gran consenso nacional” que encabezarán los grandes líderes políticos y la movilización social que se está gestando en las calles por iniciativas juveniles, termine desembocándose en una Asamblea Nacional Constituyente.
Publicado el: 27 Oct de 2016
