En memoria a todos los caídos,
A Luis Meza Almanza en el 16 aniversario de su asesinato.
Son escasos los momentos en que el ser humano se desprende verdaderamente de sus pequeñas miserias para regocijarse entre sus similares ante una victoria colectiva, un triunfo que no le signifique a él como unidad un sonrojo, sino un asomarse a la ventana y mirar en el firmamento la posibilidad de un sueño hacerse realidad y decir “ombe sí, valió la pena el sacrificio”. Así es éste momento que vivimos.
Con la rúbrica de este Acuerdo Final, se dan por terminados los Diálogos de La Habana tras casi 4 años de negociaciones, faltarían dos pasos: La Conferencia Nacional Guerrillera y la refrendación popular de lo acordado mediante el Plebiscito este 2 de Octubre.
Las bases guerrilleras han sido hasta el momento coherentes con los principios organizativos de la insurgencia, con la excepción del Frente 1ero. Deseo para ellos en tamaño evento, la mayor de las sabidurías para ratificar lo pactado y venir a la legalidad a continuar la lucha política por las transformaciones que demanda el país.
A los colombianos de a pie que están con el Sí, redoblar esfuerzos y hablar con todo el que podamos para obtener una votación abrumadora.
A los compatriotas que están con el No, los invito de corazón a que lean los acuerdos y expresen cuáles son los puntos que afectan a la nación, estoy seguro que no los encontrarán si se aborda desde un análisis sereno y responsable.
A los actores políticos, a los que ya son candidatos a algo, les pido que actúen con la madurez y altura que requiere el momento, convencer al pueblo desde las ideas y la discusión, sobre las bondades de ratificar lo acordado en La Habana.
A la derecha que está con el Sí, muevan sus maquinarias, está bien, pero también salgan a la calle a hablar con la gente, que se note que están convencidos de la necesidad de construir la Paz, no todo es mermelada, el pueblo es sabio aunque ustedes no lo crean de a mucho.
A la derecha que está con el No, sólo les pido dos cosas, dejen de mentir, hablen desde su posición de privilegio y vindicta, asuman su postura con la verdad y no maten a nadie, en serio, ya está bueno de tanta sangre, piénsenlo un ratico.
A los medios, una cosa elemental, sean imparciales por primera vez en su vida, difundan integralmente los acuerdos y que el público desde su racionalidad y sindéresis tome partido.
A la izquierda, por primera vez, así sea la última, unámonos en un solo Comité Nacional por el Sí, de pronto nos queda gustando el asunto y vamos juntos en un nuevo proyecto político que dispute el poder más adelante.
A los artistas y deportistas famosos y queridos, hagan una gira nacional por la Paz de Colombia, cobren entradas si es preciso, pero háganla, depronto les sale un nuevo álbum.
A la Iglesia, orar está bien, pero hacer la Paz es mejor, ustedes influyen poderosamente sobre un amplio margen de la población, pónganse la sotana de la Paz y sobre todo, votos.
Al poderoso y selecto grupo del 0.1% de la población, que acumula inmensas riquezas y tierras, tengan misericordia del pueblo, ya lo han exprimido mucho y ustedes han gozado demasiado, dejen que este país haga la Paz como debe, con reformas estructurales que solucionen los conflictos sociales, económicos, políticos y ambientales que tanto sufrimiento han causado.
Esta campaña necesita agilidad, alegría, amplitud, desprendimiento, solidaridad, creatividad, unidad y fuerza para que el 2 de Octubre se escriba en la historia de Colombia la primera página de un nuevo capítulo, el de la Paz. No hay otra oportunidad como ésta, la victoria se consigue con votos.
Con el tiempo nos haremos más humanos y más civilizados.