Una columna sobre la marcha gay que sacó del clóset la intolerancia

Opina - Sociedad

2016-07-05

Una columna sobre la marcha gay que sacó del clóset la intolerancia

Hace un año escribí una columna sobre lo que para mí era la marcha del orgullo gay, llamada: Día del Orgullo Gay: ¿una marcha por los “derechos” o un desfile de “mariquitas”? Fue publicada en este medio plural de opinión y crítica donde todas las ideologías son bienvenidas. Ahí hablaba de mi sentir de esta, aclarando que aún siendo homosexual no comulgaba con la manera en que se vive este evento, empezando por su nombre, pues en ella no se marchaba sino que se asistía a un carnaval grotesco y hasta peligroso en muchas ocasiones.

Hasta ahí todo normal. Entendiendo normal el hecho de que, conociendo que muchos pensaban como yo y muchos más diferían de lo que yo sentía, solo sería mi sentada percepción del asunto. Lo paradójico de esto es que luego de escribir la columna y siendo esa una de las más comentadas y leídas del portal en ese momento, fue justo hasta ayer, un año después, que esta cobró tanta fuerza hasta el punto de recibir amenazas por decir lo que pensaba de la marcha en Colombia, propiamente en Medellín.

Me cuestionan muchos de los comentarios cargados de odio e improperios porque expongo mi posición. Me dijeron homófobo, enclosetado, enfermo, aberrado, indolente, retrógrado, mal columnista y hasta peligro para la sociedad. Afortunadamente eso no me lastima, me cuestiona es por qué tengo que ser homofóbico, siendo ya abiertamente gay, solo porque creo que esa no es la manera de reclamar igualdad e inclusión.

Entiendo que fueron unas “maricas encopetadas y entaconadas” que por allá en 1969 quisieron en Stonewall, Nueva York, liberarse del yugo opresor del gobierno y empezar a visibilizarse. Gracias a esos maricas estamos hoy siendo tenidos en cuenta en muchas esferas políticas y sociales y que debido a ese génesis revolucionario ya la homosexualidad no es una enfermedad para la Organización Mundial de la Salud. Entiendo también que no podemos, -ni tampoco lo pretendo, normalizar al gay y encasillarlo en médicos y abogados, refinados y cultos, no plumosos y de voz gruesa y de pelo en pecho.

Entiendo que ese día se vale todo, incluso ser quienes somos sin máscaras ni miedos. Lo que no entiendo es por qué esas marchas tienen que terminar, como han terminado muchas, en una apología a la morbosidad, los desmanes y desórdenes sociales, dándole la razón a muchos enfermos que piensan que los homosexuales somos todos y todo el tiempo una jauría de pervertidos, resultado de la forma en que se ha desdibujado y han mutado eventos como estos.

¿O es que no les ha pasado que siempre te estigmatizan porque creen que los gais son sinónimos de pedófilos, obscenos y vulgares? ¿O mentimos al afirmar que, desafortunadamente, se habla de las travestis como seres burdos, prostitutas y hasta vandálicas? ¿No han visto memes y fotos en redes sociales donde solo muestran el primer plano de una foto tomada de la marcha donde se ven a homosexuales desnudos y ridiculizándonos entre sí?

¡Eso no es malo, aclaro, malo es que solo se deje esa imagen en medios de comunicación y en las mentes miopes de muchos, fruto de la mala concepción de la marcha, porque es muy fácil decir que nos acepten, nos quieran, nos vean iguales, nos traten como “normales” y en este tipo de eventos no actuamos como normales, sino que exageramos y caricaturizamos nuestra realidad y la convertimos en una oda a la miseria de nuestras pobres humanidades, pues el día a día de un gay, por floripondio que se sea, no se equipara a ese ruidoso y mal enfocado manejo de la diversidad.

El otro tema que acá atañe es la doble moral, porque siempre nos ha gustado insultarnos y tratar mal al otro, máxime en la comunidad LGTBI, pues siempre se dice que son las mariquitas, las locas, las dañadas, entre otros calificativos, cosa que no me genera ningún tipo de estupor, pues eso sí nos hace diversos, entender que no todos quieren ser los machos clichés, sino que se permiten quebrantarse y vivir desde otras ópticas donde caben los maniquebrados, camioneras, delicados, libres y floripondios, pero lo que no me agrada ni cinco es que lo que vivimos en el día a día como normal, lo queramos agrandar al verlo en los medios de comunicación y ahí sí ofendernos y hacernos los más santos y refinados posibles, ¡mojigatos!

Imagen cortesía de: chacosintesis.com.ar

Imagen cortesía de: chacosintesis.com.ar

Sigo pensando que la marcha no me llena de orgullo, sigo pensando que, aún como marchante en años anteriores y gay vitalicio, esa marcha no me representa, pues para sentirme plumoso, diverso, normativo, pusilánime, amado, amoroso, homosexual dañino, homófobo o simplemente un hombre que ama alguien de su mismo sexo, no tengo que ir allá a sacar lo más bajo de mi comunidad, para que al otro día, después de que miles de niños ven eso literal como un circo andante por las calles, donde todos están casi desnudos, se insultan muchas veces y otras tantas se van a los golpes, mientras se desfila con drogas y alcohol durante horas, pretendamos darnos golpes de pecho e ir a una corte a decir que queremos adoptar, a ufanarnos de poder ser mejor ejemplo para los niños y pidiendo que nos tengan en cuenta en todo, como si el hecho de ser diverso y gay sea necesariamente una premisa para vivir una marcha con escarcha, lentejuelas y mariquitas, eso sí es excluyente, porque no congregan todas las miradas de los homosexuales, así, pues, la marcha no es del orgullo gay, sino de unos gay que se enorgullecen de vivir y marchar así, porque no confluyen todas las ideologías y pensamiento de los que aman a iguales, aún pensando diferente.

La idea no es acabar la marcha, la idea es volverla el espacio para exigir con respeto y dignidad desde lo colorido y diverso del mundo, pero no pretendiendo que a la luz del día y con todo tipo de públicos se muestren y permitan espectáculos no solo coloridos, artísticos y plumosos, sino todo eso sumado a la obscenidad y vulgaridad que ahí se muestra.

Lógicamente, y como en todo, hay excepciones y justamente por esas es que se debe trabajar, transformar y convertirla en algo que sí nos enorgullezca a todos los LGTBI, y no me refiero a sacrificar el arcoíris del que tanto nos ufanamos en estos días, sino volviendo este un espacio cultural, educativo y diverso, donde quepan los mariquitas peluqueros y travestis; los mariquitas prepagos, los mariquitas abogados y periodistas, los mariquitas alborotados y callados, y así se vuelva un espacio de construcción, de debate y de reclamo de derechos.

Para finalizar, pienso que cuando las locas alborotadas empezaron a marchar en la Nueva York de los setenta, lo hacían con un fin educativo, con objetivos más constitucionales y legales y no como la fiesta para salir a sacar del clóset todo lo que debería vivir afuera de él. ¡Sea un gay de tiempo completo, no hay que esconderse, es claro, pero tampoco hay que mostrarse y exhibirse como obligando al mundo a que nos miren y reforzando una idea falsa de lo que ser gay significa, así no logramos sino la burla, el estigma y la proliferación de odio!

No soy homófobo, pero no hay nada más excluyente que una marcha del orgullo gay de la que todos no nos enorgullecemos.

Publicada el: 5 Jul de 2016

( 13 ) Comentarios

  1. Germán, ud no es quien para definir el comportamiento moral que debe tener la marcha. Si la marcha no es más diversa y no lo representa, no es por el desfile en sí, es por que ud y un grupo de homosexuales machitos se niegan a participar y ud no debería denigrar de quienes se atreven a marchar mostrando la expresión de su forma de ser, ya sea que a ud eso le parezca grotesco. ¿que hay desmanes en la marcha? decime vos en qué espectaculo tan multitudinario no lo hay, salvo que me hablés del desfile de silleteros o cualquier otro evento que por su caracter oficial no representa ninguna transgresión ni cuestionamiento social.

    De los calificativos que recibió, los de retrógrado y mal columnista o mejor columnista que escribió dos muy malas columnas (esta y la de hace un año) los tiene bien merecidos. Creo que debería cuestionarse por qué las voces de apoyo que recibió provinieron precisamente de personas que ven con muchas reservas por no decir con franca hostilidad la expresión de las diversidades sexuales y encontraban en su columna una reafirmación de sus prejuicios y la justificación de su asco.

    • Martín, lei tu comentario, es interesante como tenés que un integrante de la comunidad LGBT debe ser,pensar y sentir con respecto al resto de la comunidad. Como bien sabrás, este es un medio con pluralidad de opiniones, en la que se aceptan los distintos puntos de vista, o eso es lo que se propone.
      Tal vez deberias repensar el hecho de que homosexuales o no, somos personas primero, con personalidades y actitudes distintas. Considero escencial que surjan puntos de vista diferentes como en el caso de este columnista, que se manifiesta en desacuerdo a una «marcha de orgullo» que excluye a todo aquel que no desee vestirse de plumas y lentejuelas a danzar semidesnudo en la via pública. Marcha la cual, luego en medios y en la opinión publica es la referencia por excelencia de que como se demuestra estar orgulloso de su sexualidad, encasillando a todo integrante de la comunidad como «gay orgulloso» o «homofobo enclosetado».
      La idea de la marcha no es la aceptación, es la expresión de la excentricidad y el desmadre a flor de piel. Lo cual esta perfecto para el que desee participar, pero que excluye a los que no se sienten identificados.
      Esto tiene una relación muy estrecha con la mirada que el mundo tiene sobre la comunidad LGBT, algunas personas, como este columnista, creen que en un ambito serio estas marchas tienen un peso negativo que conlleva al pensamiento del homosexual como un chiste, algo que solo desfila drogado disfrazado de mariposa, y no induce a la igualdad. Lejos de integrar,marcan completamente a la comunidad LGBT como un chiste.
      Vuelvo a reiterar que este es un medio de pluralidad de opiniones, en el cual si la unica imagen viable que tenés en mente de un homosexual es la de la imagen de arriba, está bien. Asi mismo, se te implora ser comprensivo con otras formas de ver las marchas del orgullo LGBT.

      • No Clau, me da pena con vos. Cuando haces pública una opinión, te haces responsable de la misma y de lo que otros piensen. Germán está en todo su derecho de decir lo que le venga en gana, pero eso no quiere decir que su punto de vista no sea criticable. Y Vos misma con un lenguaje diplomático querés tirar la piedra y esconder la mano, ¿por qué te digo esto? por que afirmás que la marcha es excluyente cuando no lo es, a nadie vi que le prohibieran marchar por ningún motivo y te lo digo yo que suelo vestirme como los demás califican de «normalito». El punto es que ustedes están descalificando esas subjetividades sexuales porque no encajan con lo que ustedes consideran que debería ser la expresión pública de la población LGBTI.

        Saludos!

  2. CREO QUE NO ESTAS EN EL DERECHO DE NO SER JUZGADO, DISCRIMINADO O INSULTADO POR DAR TU OPINIÓN CUANDO ESTAS HACIENDO LO MISMO CON ELLA.

  3. Sigue sin parecerme su opinión.
    Disculpe, pero usted se queja, de algo que hace todo el tiempo: insultar. Y eso que en esta columna se muestra más condescendiente. Yo pensaría que su primera columna es muy despectiva.
    Luego viene la marcha. Pues la marcha tiene de todo y también los «decentes y los indecentes» y los demás. Los vestidos de colores y los vestidos de blue jeans. Entonces no entiendo porqué se queja, si hay de todos los matices.
    Sigo pensando que es una posición goda y muy goda y que está marcando una tendencia entre la población homosexual, que ahora hablan de bonito, de bien, de decencia, haciendo eco de una lógica moderna que tanto ha ayudado a la exclusión, la xenofobia y que ahora pareciera ser un lugar abanderado de algunos, en los cuales se hace mofa de la gorda o del gordo, del negro, del pobre. Yo le recomendaría que leyera a FOUCAULT. Sigo pensando en la necesidad de cambiar una sociedad y que columnas como la suya no ayudan. Y sigo pensando en que una mamá o papá homosexual, heterosexual, no es mejor ni peor por tener plumas. Eso no lo define.

  4. Soy homosexual y esa marcha no me representa. Respeto y hasta ni cuestiono los que quieran asistir a ella para «reivindicar» sus derechos sexuales; pero una cosa es reivindicar sus derechos y otra muy distinta salir en un circo muchas veces grotesco. Es reduccionista y empobrecedor pensarnos hoy como locas, escandalosas, baladíes, caricaturescos. Si queremos ganar representatividad y respeto no debemos responder a las características de los anteriores adjetivos. El mundo hoy, los gays hoy, requieren de «hombres y mujeres» inteligentes, sesudos, que aporten a la construcción. Seguir reforzando los modelos de locas alborotadas, pervertidas, alcoholicas y bullosas, es reforzar modelos machistas de sometimiento y de exclusión.

  5. Vi en el comentario que hice en alponiente.com este link, así que voy a compartir aquí lo que escribí allá:

    «Espero que el señor Mejía supere la endofobia,la cual puede llegar a ser tan dañina como la homofobia. A pesar de análisis tan superficiales y discriminatorios como los de el, fue bonito ver por medio de fotos a personas felices consigo mismas, y a heterosexuales siendo parte de los coloridos desfiles. Yo le sugiero que cierre los ojos, porque el arcoiris es cada vez más popular, y bueno, también debería saber que muchos intelectuales si se sienten representados por la forma en que se realiza la marcha del orgullo, es que ser inteligente o exitoso no tiene nada que ver con ser aburrido y amargado.

    Pero bueno, lamentablemente Germanes Mejías hay muchos, y por ellos también hay que marchar.

    Un hombre gay en alguna ocasión me salió con el cuento de que a él le gustaba el rol de activo porque así se sentía «hombre» ¿si ven? es que no basta con educar a los homofóbicos, muchos gays apoyan prejuicios, y no saben el daño que causan. A esa persona le respondí que para mi un hombre heterosexual, un hombre gay pasivo, activo, o versátil son iguales: hombres. Que no se es mejor ni peor por actuar o comportarse de una determinada manera.

    Como homosexuales es nuestra responsabilidad informarnos por qué luchamos, cual es nuestra historia, para no hacer el ridículo haciendo «análisis» tan simplistas que sólo tengan en cuenta la ropa y los adornos, sabiendo que estos detalles tienen una explicación.

    Y como lo escribí en twitter, no veo que daño puede hacer alguien que marche en tacones y con plumas. Si hay homosexuales que se sienten incómodos con el colorido, el problema es de ellos, y deben luchar contra eso.

    Finalmente, debo decir que me alegra que las marchas hayan sido tan concurridas, espero el próximo año asistir, con mi pinta de camionera al lado de hombres llenos de plumas y lentejuelas.

    Saludos :)»

    Agrego para su tranquilidad que a la marcha LGBTI también va mucha gente que usted y muchos definirían como «bien vestidas» o «decentemente vestidas». Y reitero, si alguien se siente incómodo o inseguro por ver a otras personas con lentejuelas, plumas y tacones, el del problema es esa persona, no ellos.

    Tanto los hombres en tacones, plumas y lentejuelas como los hombres musculosos y barbados, son parte de esa gran diversidad por la que luchamos. La marcha LGBTI es un patrimonio que debemos apoyar, cuidar y si vamos a hacer críticas, que sean constructivas, no destructivas ni discriminatorias.

    Saludos, espero que dentro de un año no estemos discutiendo por lo mismo.

  6. Estigmatizar, pluralizar y vulgarizar los eventos sociales y de Inclusión, también son una forma de hacer violencia… les dejo un enlace y sin criticar, cuestionar ni opinar mirenlo como lo que es… una fiesta
    https://www.youtube.com/watch?v=U753zQdRDKo

  7. El desfile en Bogotá ha sido lo mismo desde que inició y no ha evolucionado. Será q el columnista se atrevería a organizar ese desfile y a transfórmalo en algo educativo como lo es en otros países. Será que pueden existir verdaderos líderes como Gina Parody o el columnista entre otros icono en Colombia o un simple ciudadano que se enorgullezca de hacer el real cambio de lo que representa el día del orgullo gay. En Norteamerica, el desfile muestra lo diversa q es la misma comunidad, comparsas de travestis, osos, equipos deportivos, parejas gay con hijos, bancos que promueven sus servicios a la comunidad LGBT, grupos de policías, bomberos, peluquerias, hombres de negocios, y 40 más grupos entre otros son los q muestran los diversidad gay, por ser gay es como ser seres humanos, unos blancos, otros negros, asiáticos o indígenas, etc
    El problema en Colombia es el miedo a ser discriminado y señalado por la misma ignorancia la cual empieza en la comunidad q no sabe cómo expresarse. Qué fácil es criticar pero qué difícil es ser parte de la solución

  8. No sé si la intención de los organizadores de las marchas sea visibilizar los logros y las demandas de la comunidad LGBTI, pero de acuerdo a la columna y el pensamiento de otros miembros de la comunidad, no lo están logrando. Antes bien, está reforzando la caricatura que tiene buena parte de la sociedad de la comunidad. Y es el colmo que llamen xenófobo al gay que ha diagnosticado el problema.

  9. Lo que más me molesta de esta columna es la forma que se expresa de los demás miembros de esta comunidad de la que usted «hace parte». Es como cuando las mismas mujeres se tratan a ellas mismas de putas y zorras. Si nosotros mismos nos tratamos como maricas y/u otros términos similares le estamos dando permiso a los demás que nos traten así. Que el respeto empiece por nosotros mismos

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Germán Mejía Vallejo
¡El hombre al que las palabras le arrebataron la vergüenza! Comunicador Audiovisual de profesión. Enamorado de las letras, los besos, la Luna, el pistacho y la ortografía.