Santos, el Presidente imprudente

Opina - Política

2016-06-17

Santos, el Presidente imprudente

El presidente Juan Manuel Santos participó de un conversatorio sobre paz con el exmandatario español Felipe González en el marco del Foro Económico Mundial que se adelanta en Medellín. Durante el diálogo dijo “Tenemos información amplísima de que las FARC están preparadas a volver a la guerra urbana, eso es una realidad, lo sé y por eso es tan importante que lleguemos a un acuerdo”.

Para nadie es un secreto que si las negociaciones fallan, la guerra es inminente. Si no hay paz, hay guerra, es lógico; sin embargo, mal hace Santos en fungir de mensajero del miedo, cuando el trabajo pedagógico y de comunicaciones de paz no ha sido el más eficiente.

La imprudencia de Santos, esa que él cree es valentía, le cuesta la ilusión a aquellos desinformados que fácilmente se dejan tentar por el llamado fatalista y caótico de quienes quieren la guerra a toda costa.

Misma imprudencia que lo lleva a reírse de la oposición por recoger firmas contra el Proceso de paz, viendo que por muy singular que resulte, ese es un proceso tan legal y democrático como se espera sea la terminación de esa parte del conflicto armado colombiano llamada FARC-EP.

Santos resultó electo para su segundo Gobierno por dos razones: para evitar que Óscar Iván Zuluga quedara presidente (con el cerebro de Uribe, lógicamente) y para que sacara adelante el proceso de paz con las FARC; y aunque esto puede haberlo vestido con un manto de intocable, pues la paz es algo con lo que soñamos los colombianos desde tiempos inmemoriales. El presidente debería tener claro que él es un representante de los deseos del pueblo, y que está donde está porque le ha metido al proceso de paz los 3 huevitos que le dejó su maestro.

Ni Santos es intocable, ni hemos olvidado las perlas que hizo durante sus ministerios; pero si quiere pasar a la historia como el presidente que firmó la paz y la concretó en los territorios debe empezar a aplicar en sus discursos esa terminación del conflicto, y debe hacer gala del comportamiento pacifista y de convivencia que debe existir donde hay paz.

ClFiyl6VEAEpjT6La oposición es sana, la crítica es sana; pero la manera cómo damos salida a los conflictos es lo que define lo que somos, como ciudadanos y como país. Y esto debe aprenderlo desde el primer mandatario de la Nación hasta el más humilde de los colombianos.

El desarme para la terminación del conflicto no sólo se reduce a las armas; también debemos cambiar las actitudes, las acciones y las palabra si queremos construir una Colombia en paz.

Y bueno, presidente Santos, para la paz no necesitamos un líder imprudente, ni con los testículos como los de un toro; sino alguien que piense y actúe en pro de una ciudadanía que por décadas se ha visto abandonada a su suerte.

Publicada el: 17 Jun de 2016

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Ían Schnaida
Campesino antioqueño | Periodista de la UdeA | Fundador y director de laorejaroja | Dudo de pa' fuera.