¡Uber se queda!

Opina - Sociedad

2016-05-24

¡Uber se queda!

Los argumentos del señor Hugo Ospina son cada vez más inocuos y deficientes.

En Colombia se viene dando un debate cada vez que hay un episodio de violencia entre los taxistas y los conductores de Uber y sus usuarios.

Pero no han querido entender la mayoría de los taxistas que el verdadero problema no recae en la plataforma tecnológica, que por una y mil razones debe ser bienvenida en un país que parece no querer acomodarse a la innovación y el emprendimiento en pleno siglo XXI, sino que tiene sus bases en el sistema de cupos de los taxis. Personalmente, en cada taxi en el que me subo, porque no soy un frecuente usuario de Uber, le pregunto al conductor cómo es que dicha situación lo afecta de manera personal. Y debo decir, que en una gran cantidad de casos, las respuestas han sido reveladoras.

A los taxistas no se les está afectando el bolsillo con la llegada de la operación de la plataforma. Varios de ellos me han dicho que desde que llegó Uber no han dejado de ganar lo que venían ganando cuando  comenzaron en esa difícil labor. Sin embargo, muchos de ellos no se dan cuenta que están siendo utilizados como peones en un juego de ajedrez por parte de los dueños de las grandes empresas que conglomeran la mayor cantidad de taxis que existen en el país.

Estos señores que se han hecho con un oligopolio del mercado, lo único que pretenden es ejercer presión al Gobierno nacional, no solo con los votos de los que disponen, sino a través de acciones violentas para que los ministerios correspondientes tengan que tomar decisiones nefastas.

Haga la tarea querido lector. Pregúntele a cada taxista en el que se suba luego de leer esta columna, si es dueño del automóvil que conduce. Casi ningún taxista lo es, porque solo unos cuantos pueden comprar un taxi, que con el cupo para poder circular, cuesta unas cantidades desbordantes.

Imagen cortesía de: xataka.com

Imagen cortesía de: xataka.com

Ese es el verdadero problema. El taxista tiene que pagarle al dueño del automóvil un monto definido e inamovible y se ve obligado a producir en el menor tiempo posible la mayor cantidad de ganancias que pueda, lo que significa conducir a alta velocidad, de manera imprudente e irrespetando las normas de tránsito. Y, ay de que usted como cliente le solicite una mejor atención

Uber y Uber x no son  empresas de transporte público, son plataformas tecnológicas que sirven de mediadoras entre aquellos que quieran destinar su vehículo particular a trabajar con la revolucionaria compañía y los usuarios que prefieran un mejor y seguro servicio.

Además, Uber hoy está creando una cantidad de fuentes de riqueza insondables en un país que en el 2016 tiene una tasa de desempleo del 10,1% según el Dane.

Muchas personas están accediendo a esta opción de trabajo para sostenerse así mismas y a sus familias, y, por otro lado, Uber no hace más que crear alternativas de movilidad que incentivan el no uso de los carros particulares y que contribuyen a descongestionar el tráfico y a construir una ciudad más tolerante y más cívica a la hora de conducir. Algo que en verdad nos hace falta a los colombianos.

En 11 años han muerto 6.724 personas y 210.000 han resultado lesionados en accidentes de tránsito en Bogotá, según un informe de El Espectador.

Gravísimo.

Uber en esa línea puede ser una gran opción para reducir dichas cifras y para obligar a  los choferes de taxi a que se preocupen por prestar un mejor servicio. Ojo, conozco taxistas que son intachables, pero tristemente la mayoría actúa de forma descabellada, irracional e inculta a la hora de tomar el volante.

Para finalizar, aquí la culpa la tiene el Congreso de la República, que aún con los casi 28 millones que le pagamos los colombianos a cada honorable parlamentario, no ha querido legislar en este y muchos otros casos, porque son impopulares y se pierden votos.

De eso el senador Robledo sabe muy bien.

 

 

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Santiago Ángel
Amante de la lectura y el café. Apasionado por Dios y por el periodismo que le sirve a la democracia. Libertario.