9S, para no olvidar

Se hace urgente una reforma estructural de la Policía Nacional de Colombia, con acceso a la educación. Formada, no para matar a mansalva, sino que enseñe a cuidar la vida.

Opina - Política

2020-09-14

9S, para no olvidar

Columnista:

Élkin Giraldo Castellanos

Lo sucedido en Bogotá, Colombia, el pasado 9 de septiembre, es un hecho que quedará en la memoria de los colombianos. No solo por el resurgimiento del movimiento popular, sino por los dolorosos hechos que ocurrieron esa noche.

Las constantes masacres, y el reiterado abuso policial, provocaron una reacción airada por parte de los habitantes de la capital, que en su rabia y dolor, y en protesta por el asesinato de Javier Ordoñez, por parte de los uniformados, incendiaron varios de estos Centros de Atención Inmediata (CAI), que han funcionado como centros de tortura y violación.

Dos menores de edad se encuentran entre las víctimas, de la masacre que dejó como saldo 13 personas muertas, por impacto de bala durante las manifestaciones ¿Quién dio la orden? La Alcaldesa dice que no fue, la desobedecieron. ¿Cuáles son las fuerzas oscuras que no permiten que se acate una orden para preservar la vida durante las movilizaciones? Se autorizó a matar.

Al día siguiente, cuando ya se conocía del asesinato de 7 personas, la agenda pública prefirió girar alrededor de los actos de “vandalismo”, cometidos en su mayoría por “jóvenes”. ¡Cuánta indiferencia, estigmatización y mentira! Las imágenes y vídeos que circularon de esa noche, solo muestran el caos posterior a la manifestación, ¿y el antes? Bailes, arengas, cantos, la manifestación pacífica fue censurada. En cambio, se le hizo creer a quienes seguían las movilizaciones por TV, que todo se trató de una “jornada violenta” provocada por delincuentes. Falso.

Una ciudadanía enardecida en su pleno Derecho Constitucional, salió a pedir justicia. El Gobierno, asegura que los responsables de los incidentes, son columnas de las disidencias de las extintas FARC y el ELN que operan en Bogotá, también señalan a grupos estudiantiles rastreados por Facebook. Lo cierto, es que la población mostró su rechazo a las atrocidades cometidas por integrantes, de una las Instituciones más desprestigiadas del país.

Luego de la terrible noche, desde su detención domiciliaria, el preso número 1087985, el ex presidente Álvaro Uribe Vélez, escribió en twitter, que su detención no suspende su preocupación por Colombia. Luego, sugiere que es mejor un toque de queda del Gobierno Nacional, con las Fuerzas Armadas en la calle, vehículos y tanquetas. ¿Esto no es incitar a la guerra?

Eidier Jesus Arias, (17 años), Jaider Fonseca (17 años), Julieth Ramírez (18 años), Angie Baquero (19 años), Fredy Mahecha (20 años), Andrés Rodríguez (23 años) , Germán Puentes (25 años), Lorwan Mendoza (26 años), Julián González (27 años), Cristhian Hurtado (27 años), Gabriel Estrada (31 años), María del Carmen Viuvche, (40 años). Son los nombres de quienes perdieron la vida a manos del Estado colombiano. Es el directo responsable.

Se hace urgente una reforma estructural de la Policía Nacional de Colombia, con acceso a la educación. Formada, no para matar a mansalva, sino que enseñe a cuidar la vida.

Las manifestaciones en contra de los abusos policiales se han extendido a otros lugares del país, un movimiento renació en medio de la oscuridad. Hay una ruptura, un momento de transición. Un pueblo que pide paz, con menos miedo y con la firme intención de transformar.

Caricatura de @guisamala 

( 1 ) Comentario

  1. es muy sesgado, asta calumnioso tu informe o panfleto. ej. que los cai que fueron centros de tortura…???? pero a mi me sirvieron para correr hasta alli para protejerme de bandidos atracdores. creo que a muchos tambien!!!. que la alcaldeza no dio orden de disparar a la policia…pero parece haberle dado la orden de disparar a los anarquistas contra la policia y contra la poblacion, eso fue lo que vimos muchos.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Elkin Giraldo Castellanos
¡Libertad!